Cap.20

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Keun fue informado por su prima, que su tío quería hablarle por lo que él se dirigió presuroso hacia donde ella le había dicho que él lo esperaba, cuando ingreso a aquella habitación, dos personas lo aguardaban, uno era el Rey Namjoon y el otro, Marcus.
 
-¡Disculpen!... ¿tío, me mando llamar? – Keun, miró confuso al acompañante de su tío.

-¡Así es… siéntate! – dijo el Rey sentándose el también.
 
El rey hablo largo rato con su sobrino, primero explicándole todo lo sucedido con él, luego contándole que tanto Tae como su hermano Yung habían muerto en batalla y por último, preguntándole.

-¿Por qué no volviste a Averno? – Keun aún estaba intentando contener las lágrimas por la noticia, que aunque él ya sabía, tenía la esperanza de que fuera un error,su hermano.
 
-¡Porque… debía proteger a mi pequeño bebé! – dijo el peli turquesa, sin ningún ánimo - ¡Le prometí a Tae… yo… le dije que nadie le haría daño!-

El rey miró con compasión al más joven, y luego dirigió su mirada al que los acompañaba.
 
-¡Bueno… me retiro…! – Namjoon salía de la habitación, dejando a Keun en compañía de Marcus.

-A su hermano no le gustaría verlo así – murmuró, lo cual hizo que el menor le dirigiese la mirada, se miraron por largos minutos.
 
-¡Debo irme! – dijo al fin, poniéndose de pie, cuando estuvo a punto de salir, el mayor lo impidió tomándolo del brazo y atrayéndolo hacia él - ¡Pero… ¿cómo se atreve?! – el mayor abrazó fuertemente al menor - ¡Mi hermano está muerto! – dijo Keun con lágrimas en los ojos al momento de aspirar el olor que emanaba el hombre que le abrazaba, levantó el rostro hacia él, se le acercó cuidadosamente y le brindó un dulce beso en la mejilla- ¡Esta muerto… el tiempo que necesite! – susurró, luego apartándose de Marcus, salió casi corriendo de la habitación.
 
-¡Gracias!-

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-Esas lágrimas no hacen juego con su belleza– Jungkook se sobresaltó al escuchar a quien, no sabía cómo o más bien cuando, había ingresado al cuarto.
 
-¡¿Qué hace aquí?! – dijo firme limpiándose el rostro con una de sus mangas - ¡Salga!-
 
Osiris se le acercó, acarició su rostro, Jungkook no hizo nada para evitarlo, lo miraba con furia, el mayor se acercó lentamente a esos labios, que parecían llamarlo, cuando estuvo por rozarlo, una bofetada le hizo despertar del trance en que había caído.

-¡Aush! – se quejó el mayor acariciando su rostro, luego volvió a mirar a ese niño, nuevamente no había rastro de debilidad en ese rostro, su expresión impasible hacía un juego perfecto con esa mirada- ¡Por un instante… olvide quien era!-
 
Jungkook bajó la mirada, nuevamente se volvió lastimera y eso hirió al mayor quien no sabía que podría hacer o decir,entonces.

-¡Voy a cobrarme esta bofetada, su alteza! – Jungkook miró al peli oscuro y sus ojos nuevamente se llenaron de lágrimas.
 
-No me casaré con usted, que le quede claro... ¡Si acepte fue únicamente para evitar la guerra, así que a mí no me venga a querer imponer su presencia! – Jungkook hablaba fríamente y soberbio.
 
-¡¿Ha sí?! – dijo con la misma frialdad Osiris - ¡Yo soy el príncipe de estas tierras ahora y sabe, su alteza no me da la gana que me hable así!-

-¡No eres más que un simple delincuente!... ¡Yo no estaré nunca con alguien que haya sido vencido por mí! – Jungkook se apartaba lentamente del mayor,  quien con una sonrisa irónica recordó como había perdido en el bosque contra él.
 
-¿Y si lo venzo… me aceptará? – preguntó curioso Osiris, recriminándose internamente el seguirle el juego a ese pequeño.

Jungkook sonrió al escucharlo y lo volteó a ver.

-¡Si lo aceptaré…!... ¡Pero… si fuera yo el que ganara… usted tendría que prometerme alg! – Jungkook hablaba esta vez mirando por una de las ventanas, la cual daba directo a Paraíso.

-¡Lo prometo!... ¡Pídeme lo que quieras y yo te lo daré! – Osiris sonrió al decirlo, Jungkook lo volteó a mirar - ¡Pero antes dígame una cosa, si yo fuera Tae, ¿me sometería a esta prueba?!-
 
-El problema es… que usted no es Tae – dijo casi en un susurro el menor Jungkook miró a ese joven la verdad, a pesar de haberle faltado al respeto, él no le había hecho nada malo por el contrario, le había salvado de Jimin, lo llevó frente al Rey Namjoon - ¡Yo no soy un objeto sabe… toda mi vida sentí que me trataban así, ofreciéndome a cualquiera sin tomar en cuenta lo que yo creía o sentía o si esa persona sentía algo por mí, su primo, por ejemplo, él nunca me amó… usted tampoco podría hacerlo, no me conoce… el único que siempre lo hizo… bueno… yo a él no lo amo!-

-¡Ese único… ¿es Jimin?! – dijo Osiris acercándose más a Jungkook, pudo sentir el dolor en sus palabras y su corazón parecía querer reventar de furia por la opinión de que los sentimientos de Jimin eran tan maravilloso para el… aunque no reventó gracias a la afirmación de este de no amarlo - ¿Y usted no lo ama?-
 
-¡No lo amo!... ¡Pero…!-

-¿Pero?-

-¡A el sí podría amarlo! - a Osiris no le gustaron esas palabras, tomó por el brazo al menor y lo arrojó al lecho, Jungkook no pudo defenderse por la impresión al ver la furia que irradiaba la mirada de ese guerrero - ¿Quién se cree?-
 
Osiris no lo dejó continuar, se colocó sobre él, asaltando sus labios con violencia sujetó ambas manos y las colocó por encima de la cabeza, las tenía presas con una de sus manos mientras con la otra, sostenía el rostro del mas joven para que no pudiese moverse y así apartar los labios de los suyos.

Jungkook no contestaba el beso de hecho, Osiris apretó con mayor fuerza el agarre sobre sus muñecas, lo que ocasionó un quejido del menor, momento que aprovechó para introducir su lengua en la boca del más joven.
 
-¡Serás mío! – dijo, esta vez empezando a besar el cuello del menor.
 
-Entonces vénceme… y me tendrás– hablo, en un susurró, mirando directo a aquellos ojos, que brillaban de rabia.

-¡Te venceré… mañana al anochecer, en la arena de batalla, una vez concluido nuestro enfrentamiento, tú iras sumiso a mi lecho… ¿me oíste?! – dicho esto Osiris soltó a Jungkook, y levantándose se dirigió hacia la puerta - ¡Si me vences… cumpliré tu voluntad, como el más fiel de tus amigos!-

Jungkook se incorporó en su lecho, lo vio salir, paulatinamente aproximó sus  dedos a sus labios, su corazón latía con violencia… “Se parecen”… “Realmente… se parecen”…

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La cena transcurrió tranquila, al enterarse del duelo que se llevaría a cabo al día siguiente, Yiyi demostró su disconformidad, más al Rey Namjoon le pareció bien, aunque claro advirtió que no podrían lastimarse seriamente.

Otra cosa de la que se hablo, y eso incomodó a los compañeros de Jungkook, fue que si este llegara a perder y por tanto aceptara el compromiso con Osiris, que lo guerreros de Jungkook también debían hacer lo  mismo que su señor o sea, que deberían unirse a los guerreros que servían al nuevo príncipe de Averno.
 
-¡Y eso te incluye Keun! – mencionó al fin el Rey, lo que ocasionó que su sobrino estuviera a punto de atragantarse con su comida.

-¡Me temo que eso no será posible!... ¡Yo ya tengo mi palabra empeñada en compromiso! – hablo Hoseok, algo nervioso.
 
-¡Eso es cierto, mi Rey! – Jungkook se dirigía a Namjoon respetuosamente.
 
-¿Quién? – preguntó este.
 
-Jhon…. Su majestad – agregó el rubio.

-¿Pero el no sirve al príncipe Jimin, como consejero? – habló el rey pensativo, Hoseok tragó duro al afirmar- ¡Entonces ya no se hablará más del asunto, si no te agrada… tendrás que irte!-
 
Jungkook miró a Hoseok quién parecía muy serio y luego a Namjoon.
 
-¡Pero para eso… su majestad, mi príncipe tendría que perder… y eso… jamás ha pasado! – dicho esto, pidiendo disculpas se retira, Jungkook afirma y los demás siguieron a su amigo.

-¡Lo siento! – murmuró al rey- ¡Pero no perderé! – y después de hablar el menor también se retiró, esta vez acompañado de Keun.

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