Cap.27

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La noche pasó sin demasiados sobre saltos, tanto Keun como Lay actuaban, según Jungkook, de una manera muy extraña.

Pero decidió no darle mucha importancia, cuando todos se fueron a dormir, el joven príncipe simplemente no pudo conciliar el sueño, estaba intranquilo, no quería admitirlo pero, estaba asustado.

Era muy riesgoso aceptar a Osiris como esposo, no sabía de lo que pudiera ser capaz su padre o Jimin, aunque el Rey Namjoon le había dicho que no importaba que estaba a salvo ahí, ese no era su reino sería una irresponsabilidad de su parte quedarse, y olvidarse de Tierra.

-¡No voy a poder dormir! – dijo al fin derrotado el menor, se levantó de la cama, se cobijo con un abrigo y salió afuera… “¿Qué me estarán ocultando Keun y Lay?... no ha de ser nada malo, pude notar que estaban… ¡alegres!”… se sonrió ante la idea de que pudieran haberse sentido felices por sus actuales prometidos. El único al que no parecía hacerle muy feliz la idea era Hoseok,

- Xiumin también se quejo y Kris, pero cuando no – sonrió nuevamente ante la perspectiva… “Yoongi ya me confesó que se siente interesado en Suho, Sehun no quiere hablar aún al respecto”… suspiró sonoramente, y un rubor adornó sus mejillas al ver a dónde lo habían llevado sus pies.

Ingresó cuidadosa y silenciosamente, no había nadie en el cuarto, eso era raro pues era bastante tarde… “¿Y si está con su amante?”… la idea le disgustó bastante, por lo que cerrando la puerta tras de sí, empezó a investigar algo ocultaba Osiris y él quería saber qué, vio una de las puertas entre abiertas justamente la del cuarto de baño. Jungkook se debatía entre el “ver o no ver” y bueno como no era gato optó por el ver.

Un sonrojo generalizado adornó su tez, Osiris era un hombre realmente atractivo, tanto con ropa, como sin ella, parecía que ya se había bañado y en ese preciso instante se estaba secando el cuerpo con una toalla, para luego, colocarse unos pantalones, una sonrisa adornó el rostro del pequeño  pero algo lo inquietó, y lo pusieron al descubierto ante el peli oscuro, quien al verlo a través del espejo simplemente se quedó quieto.

Jungkook se le aproximo, en sus mejillas ya no habían rastros de rubor su mirada estaba entre mezclada entre la pena y el horror, la espalda del mayor estaba totalmente marcada con cicatrices de azotes… “¡Ningún príncipe es azotado!”…

-¿Quién le hizo esto?... – Osiris pareció meditar su respuesta.

-Durante la guerra con los habitantes del Norte, caí prisionero sólo diré que estas marcas son simplemente un recordatorio de las tantas torturas a las que suelen someterse a los enemigos, cuantos estos se dejan atrapar – Jungkook parecía ido, sentía un increíble desprecio ante aquellas personas que le hicieran eso al mayor.

-¿Cómo hizo para soportarlo? – ya no podía con la simple idea, a él simplemente jamás le habían sometido a una situación parecida y dudaba de su fortaleza para aguantarla.

-¡El deseo de venganza, ayuda a contener los gritos de dolor! – decía fríamente el mayor - ¡Y la esperanza… te da las fuerzas suficientes para no dejarte morir!-

-¿Esperanza? – pregunto el más joven mirando aún esas marcas y luego el rostro del mayor, por medio del espejo, en el  cual se dibujaba una sonrisa.

-¡Esperanza… de que unas delicadas manos te regalen una caricia!-

Jungkook aproximó tembloroso una de sus manos a aquella espalda, tiernamente la acarició pudo sentir el ligero temblor que ocasionó ese tacto en el mayor, el usó ambas manos y se fue aproximando un poco más al cuerpo del peli oscuro, para luego recostar su cabeza y acurrucarse en esa fuerte, y marcada espalda.

Osiris se volteó para observar mejor a esa criatura, que en ese mismo instante parecía a punto de romper a llorar esa imagen, le desgarró el corazón y le hicieron sentir peor incluso, a cuando era azotado, levantó el mentón, sabía lo que había prometido pero no importo, pues fue el propio Jungkook, quien parándose en puntitas, fue él mismo el que lo beso.

Lentamente los brazos, antes sobre el pecho de Osiris, se dirigían a rodear el cuello del mayor, mientras las manos de este rodeaban la cintura del más joven, facilitando así que pudieran seguir besándose con pasión.

El mayor cargó en brazos al menor, llevándolo a su alcoba, lo depositó en su lecho, seguía besándolo casi con desesperación, cuando dejó sus labios, para besar su cuello se sintió dichoso al escuchar pequeños gemidos de aquella dulce boca, más escuchar algo, definitivamente lo dejó helado, entre la felicidad máxima y el deseo absoluto.

-¡Tae! – el peli oscuro no pudo evitar detenerse, su sorpresa no permitió que su rostro reflejen su alegría, más la expresión del más joven, indicaba todo menos felicidad, sus ojos se llenaron de lágrimas… “Lo confundí”… un sonrojo producto de la más absoluta vergüenza adornaron su tez, miró temeroso al mayor, quien aún no salía de su asombro - ¡Lo siento! –

Al decir eso, Jungkook simplemente lo empujo y salió presuroso del cuarto, Osiris pareció reaccionar al fin lo siguió sin dudar, cuando el estaba por ingresar al cuarto que le servía de refugió, escucho.

-¡De todos soy celoso… menos de mi primo Tae! – Osiris se acercó lentamente al menor, que se había quedado de piedra al escucharlo hablar, acarició sus cabellos con delicadeza y los besó - ¡Yo te amo, sabes!-

-¡Buenas Noches! – Jungkook reaccionó, ingresó a su cuarto, cerrando la puerta con seguro, su corazón latía con violencia, una sonrisa se dibujo en sus labios, sintió como todas sus fuerzas lo abandonaban, sus piernas simplemente no pudieron con el peso de su cuerpo… “¡Dijo que… me ama!”...

Osiris apenas y durmió o quizás era Tae el que no podía hacerlo, se sentía increíblemente feliz, lo había llamado en el fondo de su ser, aquellas palabras que le dijera Jimin por fin le resultaban completamente falsas, si se había enamorado de él a pesar de lo tonto que había sido, si había logrado conquistarlo.

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