Gracias a su fuerza logró arrastrarme y quitarme de la cama de un jalón. Arrastró conmigo las sucias mantas debajo de mí que inevitablemente me ensuciaron. Jamás había sentido tan intenso el hedor a vómito, tenerlo encima y sin la posibilidad de correr lejos del. Tranquila... respira por la boca Me obedecí y contuve el aire tanto como para sollozar apenas de dolor. Ambos aparecieron juntos llevándome a decidir: si contener el dolor o respirar.
Con su mano apretando mi cuero cabelludo me alejó de la cama, llevando ambas manos a la suya sacudía las piernas y el resto de mi cuerpo buscando liberarme. No pude, él afirmaba más su agarre. Le satisfacía mi sufrimiento, se reía con cada paso de sus pies acorralándome en una esquina. Soltó mi cabello pero no se apartó.
—Eres una cerda ¿Cómo demonios vomitas en la cama? —me volteó a ver. En la orilla me hice un pequeña abrazando mis piernas. Él con la mandíbula apretada pateó las sabanas cargándolas sobre mí. Su hedor se expandía en la habitación, y sobre mi piel la húmeda y olorosa secreción. En los brazos y parte de mis muslos estaban salpicados, lo que me hacía distraer del ardor que me dejó en el cuero cabelludo— Una cerda asquerosa y malcriada —gruñó con aspereza en su voz tomando su cabeza entre las manos—. Debería dejarte dormir en tu miseria pero no compartiré este lugar contigo siendo un chiquero —tomó entre sus manos las mantas, de mis piernas las quitó. Aún abrazada a estás temblaba ligeramente, asustada de su potente agresividad.
Sosteniendo en sus manos las sucias sábanas se apartó de mí para encaminarse a la salida— Levántate —ordenó, y por un momento creí no tener la voluntad suficiente de acatar la orden. Apoyando una mano sobre la acolchonada pared ejerciendo fuerza hacía abajo me impulsé hacía arriba. Con los pies sobre el suelo tragué saliva evitando el contacto visual. Exasperado de la espera a grandes pasos quedó frente a mí, desocupó una mano y la azotó contra mi mejilla— No vomitas otra vez. No tardas si yo te llamo. Me miras cuando te hablo —sujetó mis mejillas con la mano estrujando mi mandíbula sin pudor. Me miraba con rabia como si fuera un derecho que tiene conmigo de doblegarme y yo me resistiera. No quiero verlo, no quiero sentir su tacto ni su invasivo olor a perfume seco, apestoso en todos sus sentidos. No tenía palabras, ni respirar me estaba permitiendo hacerlo por la boca era imposible. Tuve que inhalar por la nariz una cuantas veces hasta dar una respuesta hablada.
—Me estás lastimando... —de mis labios la voz era áspera, apenas audible.
—Esto recién comienza, bonita.
Empujó su agarre hacía atrás llevándome consigo, sin tiempo a sostenerme ni siquiera de mis pies caí en el suelo. Con el trasero amortigüé el impacto como con la espalda el resto de la caída.
Se alejó lo suficiente para hacerme volver a respirar con normalidad. Se acercó a la puerta, y la abrió saliendo por esta cargado de las mantas. La puerta se cerró detrás de él.
No revisó las mantas, si las tiraba o lavaba es quizá suficiente para quitar todo rastro de nosotros.
Desconocía cuánto tiempo estaría sola, libre de cualquier agresión. Guardé un quejido al levantarme del suelo, y con cuidado caminé a la cama, sentada en la orilla levanté ambas piernas abrazándolas. Acariciando desde las rodillas hasta el inicio de mis pies con la yema de los dedos trataba de darme consuelo, consuelo de algo que no tiene remedio, de una situación dónde no hay alternativas, no para mí.
En un trágico intento de escape exploré el lugar donde estoy hace meses, y aun así es desconocido, oscuro y frío; mucho más de lo que imaginaba. Dentro de la habitación había creado un ambiente diferente al exterior que conocí durante la persecución, aquí dentro estaba a salvo de peligro estaba en una zona donde el daño que sufría era mi propia mente.
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LOBO (+18) [Noches oscuras 1#]
Teen FictionDos puntos opuestos, un día en especial. Una deuda por saldar los hará encontrar de la forma más oscura e impensable. Stella sabrá desde el primer momento que Cedric es todo lo que tiene. El peligro sucumbe su vida ahogando cada referencia de esp...