Traduttore traditore (O de la semana que no debió ser) PARTE II

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Una larga ausencia, mil disculpas por ello, no hay excusa que valga, bueno, quizá sólo comentarles que uno de mis sueños se está realizando, soy docente a nivel licenciatura y todo me está llenando de gozo y me alegra muchísimo... pero me tiene algo amarrada; no obstante, seguiré aquí, prometo que terminaré, en estos días he logrado acomodarme y sacar más tiempo para leer y escribir. Les aseguro que seguiré en pie, gracias, si es que se quedan. Gracias si continúan conmigo.

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I need to know the way to feel to keep me satisfied

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Jueves 12 de noviembre

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Al abrirse la puerta lo primero que sintió fue asfixia, sin más un montón de personas intentaban acercarse a ella y hacerla hablar, hubo empujones y gritos, incluso alguno de los reporteros se acercó tanto que le golpeó el rostro de lleno con la lámpara de su cámara; aquello le hizo ver estrellas y pronto se dio cuenta que le escurría un hilillo de sangre por la frente hasta la ceja que apenas se le estaba recuperando. Estaba berreando, no iba a negarlo porque no tendría caso, había comenzado a gritar y amenazar y cuando los brazos fuertes de su antiguo amante la tomaron por la cintura y procuraron resguardarla, su primera reacción fue alzar la varita e intentar atacarlo porque no lo reconoció.

—Hey, tranquila Pansy, tranquila. —Los ojos grises de Draco parecían serenos y serios, aquello la reconfortó de un modo extraño, tragó saliva asintiendo y en seguida sintió un roce suave sobre su cara, limpiándole la sangre, al volverse se encontró con la nariz definida y fuerte de Theo, que sonrió y asintió sin decir nada; pronto no eran los únicos rostros conocidos, otros miembros de su casa se acercaron y comenzaron a rodearla, a media escalera rumbo a las chimeneas de salida, Millicent se les unió y le murmuró al oído que irían a casa de Blaise para despistar a la gente.

Entre los empujones, suplicas y reclamos de los periodistas por una entrevista, Pansy alcanzó a escuchar a gente que le gritaba asesina, otros más decían cosas más ofensivas aún, le ardía el estómago de furia, pero no podía hacer nada sino soportar aquello, tomar la varita y hacer justicia a su orgullo y dignidad heridos, sólo habría empeorado las cosas; en las chimeneas, el grupo que la resguardaba, entre el que empezó a identificar incluso miembros de su oficina a los que le sorprendió ver y provocaron que se le aguaran los ojos, empezó a llevarla de un lado a otro, comprendió que intentaban confundir a la prensa, para que no fueran capaces de seguirlos y cuando al fin Theo la estrechó contra su cuerpo y se arrojó con ella a las llamas verdes, tuvo que aferrarse con fuerza a él y reprimir el llanto contra su pecho.

—Tienes unos segundos, Pansy. —Le murmuró contra el cabello, sintió como si el cuerpo del hombre que la rodeaba emitiera un calor denso, supo que estaba atrasando el viaje, que lo prolongaba y ella se permitió estrujarlo más fuerte y gritar manchando de brillo labial las solapas de aquel saco oscuro que llevaba puesto, permitió que la saliva se la agolpara en la boca y dejó que por un momento las piernas le flaquearan, luego les golpeó la luz de la estancia donde Blaise les esperaba.

Ahora iban de lleno a otro tipo de acoso.

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No le gustó que la tomaran así y la sacaran por las chimeneas, habría querido ir con ella, hacer lo que vio a Draco hacer, un gusanillo de inquietud le remolineó en el pecho, Draco había venido por Pansy y él se la había llevado sabría Merlín a dónde, no le gustaba eso para nada, absolutamente para nada; Pansy lo había dicho acertadamente: ahora no volverían a verse con tanta facilidad, seguramente su grupo de apoyo trataría de estar con ella todo el tiempo posible y aun cuando ella no lo creyera, iba a estar recibiendo más respaldo del que cualquier persona pensaría.

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