Cayeron tan deprisa que ninguno de los dos tuvo tiempo de pararse a pensar en qué estaba ocurriendo: una repentina ráfaga de luz suave y una brisa fresca los sorprendió antes de zambullirse en el agua helada y salada.
Inmediatamente, Rey abrió los ojos para buscar a Ben, que estiraba el brazo hacia ella mientras una hilera de burbujas se escapaba de sus labios. La chica alargó la mano, asiéndolo con fuerza, y tiró de él hacia arriba. Los últimos rayos de luz solar formaban cortinas en el agua.
Nadaron hacia la superficie y exhalaron la bocanada de aire más sabrosa de sus vidas. Estaban de vuelta en Ahch-To, la presión había desaparecido y el fulgor del crepúsculo les daba la bienvenida. Rey se dio cuenta entonces.
—¡Rose!
Alcanzaron el borde de la roca y comenzó a mirar a todas partes en busca de su amiga. La encontró sentada con las piernas cruzadas frente al espejo empañado que ofrecía aquella oscura cueva. Miraba la superficie, distraída de la realidad, ausente.
—Rose, menos mal... —la chica salió del agua helada y se acercó a su amiga, que no respondió— ¿Estás bien?
No reaccionó hasta que le puso la mano en el hombro, cuando pareció salir de un trance progresivamente. Como despertando de un largo sueño.
—¿R-rey? ¡Rey! —se levantó, rodeándola con los brazos— Estás empapada... Sabía que tenías que haberte caído al agua, llevaba un rato buscándote y...
Se percató de la presencia de Ben, que había permanecido en un segundo plano, saliendo del agua silenciosamente y quedándose a un lado, encogido de frío.
—¿E-ese es Ben Solo? —susurró Rose— O sea, lo ves tú también, ¿no?
Rey dejó que la felicidad le rebosara por las mejillas mientras asentía.
—Es una larga historia. Deberíamos volver al Halcón antes de nada.
El chico caminó bordeando el agua, y se paró antes de pisar el tramo final de la cueva al que llegaban los últimos rayos de sol del día. Aún temblando de frío, extendió la mano para bañarla de luz y sonrió, volviéndose un instante después hacia ellas.
Aunque Rose parecía ligeramente confusa, Rey simplemente le devolvió la sonrisa antes de que los tres comenzaran el camino de vuelta a la nave.
Una vez aseados, secos y alrededor del fuego, bien entrada la noche, comenzaron las conversaciones interesantes. Rey trató de explicarse con todo lujo de detalles, mientras Ben añadía algún comentario puntual para completar lo que decía y permanecía callado y atento el resto del tiempo.
La joven jedi se dio cuenta de lo taciturno que se estaba mostrando delante de su amiga, probablemente porque era de la Resistencia y necesitaba demostrarles que no estaba en su contra, pero se preguntó si una vez todo se relajara podrían llevarse bien.
Ben había entrado en el Halcón entre vacilaciones, pero sabiendo exactamente dónde tenía que buscar algunas de sus viejas prendas. El Halcón había pasado por muchas manos, pero algunos de sus compartimientos secretos se habían mantenido bien como tales.
Aunque el estilo de las prendas no cambiara, resultaba algo extraño verlo de otro color distinto a negro, como el gris o el marrón de la cazadora que había elegido portar. Rey se dio cuenta de que se había quedado ensimismada mirándolo sólo cuando él le devolvió la mirada, y entonces volvió a escuchar la voz de Rose.
—Rey, ¡hola! —insistía su amiga con una sonrisa divertida— Te preguntaba cómo os las habíais arreglado tantas horas fuera.
—¿Horas? —respondió ella, frunciendo el ceño— Pero si apenas habrán sido...
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Star Wars Ex Umbra
FanfictionADVERTENCIA: este fanfic contiene spoilers de "Star Wars: El Ascenso de Skywalker" y se sitúa tras los acontecimientos de la película. Si aún no la has visto, deja de leer aquí. Tras el fin de la guerra, Rey tiene la sensación de que Ben no se ha id...