Capítulo 7

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     A pero no leen los avisos ¿Verdad?
Alpha Ikender está terminada. Se está subiendo corregida, editada y transformada. Se suben tres capítulos diarios.
   Este libro pertenece a la saga:
              Al final      tú.

El orden está en la descripción. No necesitas leer las otras historias. Son; independientes cada una.

       Mi luna. (Terminada)
      Alpha Ikender. (Resubiendo)
     El aullido del Alpha. (Terminada)
     Soy tu Alpha. (En proceso)
         Guerra de Alphas.
(Estreno próximo año)
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                    Alpha Ikender

                •Sed de sangre•

Pov: Desconocido.

Caminaba a lado de un río, escuchando el sonido del agua acariciar violentamente las rocas a su paso. Creía que estaba sola, sin embargo ningún ser viviente en la tierra lo estaba. Algunos de ellos tenían el nombre de espíritus, para otros solo eran almas, almas destinadas a la soledad, al dolor de sus recuerdos.

El viento pasó de ser suave y cálido, a un azote desgarrador, fuerte, frío, pareciese enojado, furioso. Miró a su alrededor, poco a poco todo se fue envolviendo en una oscuridad casi palpable. La niebla negra cubrió sus piernas por completo hasta llegar a su cintura. Era asfixiante, sin embargo una luz cegadora emergió desde el cielo.
Y entonces, supo que nada sería igual.

Ikender:

—Ikender, no encontramos a nadie en esa casa, dejamos a guardias custodiando el lugar en caso de que alguno de esos hombres regrese—. Aprieto mis manos en puño y aviento todo lo que está sobre el escritorio.

—¡Quiero a Rixton Vögel bajo mi custodia, yo mismo le presentaré el verdadero infierno!

—Iker, no estás pensando con la cabeza fría— Gruñí. Era imposible mantenerme cuerdo después de haber presenciado el dolor de una inocente durante tanto tiempo.

—¿Qué mierda quieres que piense Matías? Ese desgraciado y sus amigos le arruinaron la vida.

—Le seguiremos el rastro así salgan del país, lo vamos a encontrar Ikender,
pero— Matías se deja caer sobre la silla alargando un suspiro.

—Es una niña Ikender  ¡Vamos hermano!  Ella necesita a su mate no a un Alpha retorcido por la furia y la desesperación.

Cierro mis ojos tratando de calmarme, no puedo dejar de pensar en lo que pasó. Viví cada lágrima, cada gota de sangre. No permitiré que vuelva a sufrir nunca más.

—¿Cómo sigue?— Murmuro más calmado.

—Aún no despierta, Cristina le suministró un cálmate después del episodio de pánico que tuvo contigo hace unas horas— apreté el puente de mi nariz. No pensé con claridad. Fui un puto egoísta, solo me interesó saber.

—Puedes retirarte— asentí con la cabeza, hago una seña con mi mano para que deje la habitación, ahora solo me importaba Eider.

ALPHA IKENDER +21©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora