Lunes, 7:00 de la mañana, Kim Jungeun se encontraba pacíficamente durmiendo si no fuera por la repentina alarma que comenzó a sonar despertándole de su preciado estado de sueño.
Con un gruñido, apagó la alarma de un manotazo deseando no haberla roto como ya le había pasado en innumerables ocasiones y se levantó de su cómoda cama con los ojos aún medio cerrados por el sueño.
Sin mucho ánimo, se dirigió a su armario para coger un sencillo conjunto formado por unos tejanos rotos negros junto a una camiseta, gorro y chaqueta de cuero del mismo color, le gustaba el negro. Se dispuso a ir a su baño y darse una rápida ducha de agua fría y después vestirse para bajar a por el desayuno.
Bajó con el pelo aún húmedo a la cocina para encontrarse con su madre y su hermana pequeña desayunando tranquilamente en la estancia.
Su hermana, que no podía ser más diferente a ella, siempre vestida con muchos colores vivos y ropa de princesa, corrió hacia ella en cuanto la vio dejando de lado su bol en forma de rana, lleno de cereales con leche.
-¡¡Unnie buenos días!!- dijo ruidosamente la pequeña de apenas 10 años corriendo hacia la mayor y abrazándose a ella como un koala.
-Buenos días Yeojinnie.- contestó la mayor recibiendo en sus brazos a su hermana y dándole un beso en su mejilla.
-Hija tienes el desayuno aquí.- dijo en forma de saludo su madre.
Jungeun se acercó a la encimera junto a su madre y agarró su plato de tostadas para después depositar un beso en la mejilla de su madre como saludo. A continuación se puso a comer junto a su hermanita mientras su madre acababa de maquillarse y se disponía a marcharse para el trabajo.
Cuando Jungeun terminó de desayunar retiró su plato junto al de su hermana y los dejó al lavaplatos, después fue a buscar su mochila a su cuarto.
-Jungeun hoy no podré llevar a Yeojin al colegio lo harías tú por mí?- le gritó su madre desde la entrada de la casa.
Jungeun sabía que eso provocaría que llegara tarde a la universidad pero no era algo de lo que fuera a sentirse muy culpable.
Fuera del entorno familiar, dónde se mostraba una chica respetuosa con su madre y cariñosa con su hermana, Jungeun era una de las chicas más respetadas de la universidad, ella intimidaba a los demás alumnos con su simple presencia y nadie jamás había intentando enfrentarla o cuestionarle nada. Siempre iba con el grupo de los más populares y de vez en cuándo soltaba un comentario ofensivo a algún que otro estudiante. Pero eso siempre había pasado desapercibido a los ojos de su madre, que realmente creía que su hija era una buena chica con simplemente un extravagante sentido de la moda.
Llegó de la mano de su pequeña hermana al colegio de primaria dónde estudiaba y le acompañó hasta la entrada dónde acostumbraban a dejar a los niños. Se arrodilló frente a la pequeña que se balanceaba sobre sus pies observando atentamente a su hermana y probablemente la persona a la que más admiraba en el mundo entero.
Porque Yeojin veía a su hermana como una hermosa chica con apariencia muy cool pero a la vez muy cariñosa y dulce, obviamente nunca dudaba en alardear de ella siempre que se le presentaba la oportunidad con sus amigas.
-Pasa un buen día Yeojin.- dijo sonriendo Jungeun.
Yeojin asintió, le abrazó fuerte, dejó un beso en la mejilla de la mayor y se fue corriendo hacia clase con sus amigas que esperaban en la puerta mirando maravilladas a la genial hermana de su compañera de clase que se marchaba de allí hacia sus clases.
Jungeun salió del colegio de su hermana y se puso los auriculares, miró a ambos lados de la calle para asegurarse de no ver a nadie de su universidad, una vez segura y mientras su reproductor ponía una canción al azar comenzó a caminar a paso acelerado hacia su clase, de la que ya había perdido casi media hora y eso no agradaría para nada a su profesor.
De camino a la universidad hizo una breve parada en un quiosco y compró unos chicles sabor ciruela, sus favoritos, se metió un par en la boca y continuó caminando a paso constante para no perder más tiempo de clase.
Cuando llegó al la puerta de su aula, se quedó en la entrada y consultó su reloj, tan solo quedaban 20 minutos de clases y se preguntaba si merecería la pena entrar dentro del aula.
Dadas las acumulaciones de retrasos en el último mes, no se atrevió a volver a faltar otra hora entera y sin siquiera picar, cosa que era típico en ella, entró en el aula haciendo una pompa de chicle y evitando las miradas de todos los alumnos y el propio profesor, se sentó en su sitio junto a Son Hyejoo una de las únicas chicas que realmente consideraba su amiga y ésta le chocó el puño.
-Señorita Kim Jungeun.- la estridente voz de su maestro de economía se oyó en la sala.
-Ah mierda, aquí vamos de nuevo.
Bueno aquí os dejo el primer capítulo de mi nuevo fic "Parálisis" espero que os guste y deis vuestro apoyo
Att: Clara
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°•~Parálisis~•° {•‹‹Kimsoul››•}
Romance//Aunque si lo pensaba bien, ¿Qué dolor podía compararse con el intenso sufrimiento de un corazón roto? Eso le daba una idea quizá demasiado mezquina a la castaña, enamorar a la pobre Jung Jinsoul, y una vez que ella cayera a sus pies, romperle el c...