//Aunque si lo pensaba bien, ¿Qué dolor podía compararse con el intenso sufrimiento de un corazón roto? Eso le daba una idea quizá demasiado mezquina a la castaña, enamorar a la pobre Jung Jinsoul, y una vez que ella cayera a sus pies, romperle el c...
Tras una hora más de clase, tocó el timbre anunciando por fin la hora del almuerzo. Jinsoul se moría de hambre pues no había comido casi nada por los nervios de la nueva universidad.
Se sentía como una niña entrando por primera vez a la primaria y aunque las cosas no habían comenzado precisamente bien por el incidente de aquella castaña de negro, ella no quería perder la esperanza en que pronto haría alguna amiga nueva y olvidaría ese pequeño problema.
Acabó de recoger sus apuntes y salió del aula para bajar a la cafetería y comenzar su almuerzo. Compró un sencillo sándwich y un refresco de piña cero azúcar y comenzó a buscar una mesa donde sentarse, Jinsoul se dio cuneta de que casi todas estaban ocupadas ya por grupos de gente que hablaba y comía tranquilamente disfrutando de su hora libre. En su búsqueda por buscar una mesa, pasó por delante de lo que supuso que era la mesa de los reyes de la universidad, sólo con mirarles ya se notaba ese ambiente de superioridad y chulería que llevaban encima.
Entre toda la gente que había allí reconoció a la chica del teléfono de hacía un par de horas y la chica de largo pelo negro y boca triangular que le acompañaba, ella le reconoció también porque al conectar miradas hizo callar al resto y empezaron todos a susurrar, eso no podía ser nada bueno, fue entonces cuándo conectaron miradas y sus ojos ámbar dieron un destello lleno de odio... Oh no.
-Vaya así que la nueva.- comentó uno de ellos.- Cómo te llamas anda dínoslo.
Jinsoul se quedó totalmente callada notando como el resto de mesas también se sumían en silencio y se dedicaban a observar la escena.
-¿Anda ahora no sabe hablar?.- comentó burlándose la chica castaña.
Jinsoul apretó su refresco temiendo por unos segundos que la lata petara. Uno de los chicos que habían allí le tiró una bola de papel en la cara.
-Habla nueva.- ordenó imponente.
Otra bola de papel llegó a su brazo.
-¿Antes si sabías hablar no es así?.- añadió otra
-Eres tu quién va con el teléfono sin prestar atención.- la imitó una chica sentada al fondo de la mesa.
Todos comenzaron a reír y continuaron le tiraron papeles a Jinsoul quién se protegía con las manos para que ninguno le diese en la cara mientras corría hacia fuera de la zona de la cafetería.
Jungeun por otra parte sonreía satisfecha por su venganza, por un momento si había pensado que esa chica era peligrosa, pero solo había resultado ser una nueva que no sabía con quién hablaba. Ahora su reputación estaba recuperada y reía a carcajadas con el resto de chicos y chicas de la mesa. Recordando lo que acababa de suceder como si a pesar de haber sucedido unos segundos atrás, fuera una lejana anécdota.
Jinsoul se encontraba en la parte trasera de la cafetería sentada en el muro de ésta comiendo con la ira contenida, pero no llorando. Ella ya no era una niña pequeña, no lloraba por un puñado de cerebros de cacahuete inmaduros.
En cambio si se enfadaba y mucho, pero tampoco es como si fuera a hacer algo... Porque no merecería la pena, no era la primera vez que veía cosas de ese estilo y aunque no le hacía gracia dejar que los demás ahora le reconocieran como "la nueva a la que humillaron" debía hacerlo, así que simplemente comería sola en la parte trasera de la cafetería a partir de ahora.
El tiempo pasó muy rápido y en menos de lo previsto ya debía volver a clases. No era lo que le hacía más ilusión pero era mejor que estar ahí sin absolutamente nada que hacer.
Recogió su mochila junto a su ya vacía lata de refresco y el envoltorio de su bocadillo y se dirigió hacia la papelera más próxima para tirar los restos del almuerzo, una vez tirados, se dirigió a buen ritmo hacia su siguiente clase, Trigonometría nivel 2. No era una clase que realmente le agradara pero su nota media en ella normalmente no bajaba del 8 así que no se podía quejar para nada.
Al llegar al aula, se dirigió a las primeras filas y suspiró de alivio al no reconocer a la castaña ni a ninguno de sus amigos ahí dentro, sería una clase más tranquila al parecer, se sentó en su sitio y aguardó paciente a que su profesor hiciera acto de presencia.
-Con que nuevo blanco de KimLip eh?- escuchó una voz dulce a su lado.
Giró su vista hasta donde había llegado la voz y distinguió a una chica de pelo rubio platino con una sonrisa afable que se sentaba a su lado.
Tres preguntas pasaron por su mente en esos momento. ¿Quién era la chica? ¿Qué quería? Y si esa "KimLip" que había nombrado sería la que ella pensaba.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
