Jinsoul retiró su camiseta dejando a la vista su torso desnudo solamente cubriendo sus pechos con un sujetador elegante negro, mientras al otro lado del vestuario, unos ojos color ámbar le miraban con asombro.
-Cierra la boca o te entrarán moscas hermana.- se susurró Hyejoo a su amiga.
Kim Jungeun reaccionó a la llamada de su amiga y volvió en sí, maldita sea ¿Eso podía ser real? No, ilusiones suyas seguramente.
-¿Tú le has visto?- preguntó a Hyejoo señalando disimuladamente a Jinsoul quién ahora estaba retirando sus tejanos dejando a la vista sus largas y bien formadas piernas.
-Vaya... ¿No está mal eh?
-Voy a intentar algo para mi plan.
-Cómo quieras.- Hyejoo se encogió de hombros.
Jungeun asintió, recogió sus cosas y se dirigió hasta dónde se encontraban las dos chicas, poniendo sus cosas cerca de las suyas y comenzando a desvestirse ella también para ponerse su ropa deportiva.
Jungeun no podía mentir, su cuerpo se encontraba en excelentes condiciones pues ella trataba de trabajarlo de vez en cuándo. Notó alguna que otra mirada sobre ella al quitar su camiseta y dejar a la vista un sujetador rojo sangre de encaje que cubría sus pechos dejando a la vista su trabajado abdomen ligeramente marcado y un piercing color rubí en su ombligo.
Quería comprobar si aquellos ojos chocolate le miraban con envidia como lo hacían algunos otros en la sala. Giró su cara lentamente hacia Jinsoul quién estaba con los pantalones de deporte ya puestos y la camiseta a medio poner, su acción se había detenido por completo al observar a la menor de ojos de miel cambiarse en sus narices. Jungeun sonrió satisfecha por su acción, iba bien encaminada, pensó la menor de las dos.
La ya mencionada rió con de una manera mezclada entre dulce y sexy para luego llevar su mano a la camisa a medio bajar de Jinsoul, lentamente tiró de ella y la bajó del todo, luego subió su mirada a la cara de la rubia que se encontraba con las mejillas inmensamente rojas, sin darse cuenta miró sus ojos, que ya no eran de ese color marrón chocolate, ahora se encontraban más oscuros aún que antes, llenos de... De lujuria, dios mio, KimLip tuvo que apartar su mirada de la rubia, temía volver a quedarse inmóvil si seguía mirándole un sólo segundo más.
Se quitó los pantalones con torpeza notando cómo la mirada de la mayor aún no se quitaba de encima suyo, toda la confianza con la que había llegado al principio es había esfumado totalmente tras mirar a la rubia mayor a los ojos. ¿Y si Chaewon era su novia porqué no le había dicho nada a KimLip? Sospechoso.
Acabó de vestirse y acomodar todo en su bolsa de deporte, se fue de allí llegando a Hyejoo cómo si de su salvación se tratase y como la pelinegra ya estaba cambiada las dos salieron de allí con tranquilidad así evitando más miradas de las que ya se cernían sobre ellas. Llegaron al césped que rodeaba el campus de atletismo y fueron hacia las gradas para sentarse.
-¿Sabes que tienes las mejillas más rojas que el culo de un mono?
-¡Son Hyejoo por dios no digas eso!- le recriminó la mayor con el ceño fruncido.
Hyejoo comenzó reír sin control imaginando la cara de su amiga en el culo de un mono mientras ésta última golpeaba su brazo enfadada y avergonzada al mismo tiempo gritándole que debía respetarle porque ella era su unnie. Al escuchar eso Hyejoo rió más fuerte aún.
-Jungeun unnie~- Hyejoo puso una voz de bebé mientras decía esas palabras.
KimLip quería seguir enfadada con su amiga, no quería comenzar a sonreír, no quería reírse, pero la voz que puso su amiga le hizo tanta gracia que también comenzó a reírse junto a ella.
-Eres sumamente idiota Son Hyejoo.-sonrió la castaña.
En ese momento fueron llegando poco a poco otros chicos y chicas de clase que aún no habían acabado de cambiarse, Jung Jinsoul llegó de la mano de su "novia" Chaewon para situarse un poco más alejadas del resto y poder hablar tranquilamente de a saber que cosas.
-No la entiendo... Hace unos minutos me comía con la mirada delante de su novia y ahora hablan las dos tranquilamente, me huele a chamusquina.- resopló Jungeun.
-Es lo que hay amiga, no tires la toalla tan fácil.- animó Hyejoo.
La clase tuvo que dar comienzo y el profesor separó a todos en dos grupos grandes para hacer distintas actividades deportivas, Jungeun fué separada de Hyejoo y le pusieron con un grupo de chicos y chicas entre ellas Jinsoul, Chaewon estaba con el grupo de Hyejoo junto a otros compañeros.
Primero tuvieron que hacer dos vueltas alrededor de la pista de atletismo para entrenar los cuerpos cosa que a Jungeun no le resultó muy duro ya que ella tenía buena resistencia corriendo, por el contrario Jinsoul no tenía tanta suerte como la castaña con lo cual al haber acabado la segunda vuelta estaba apoyada en sus rodillas sintiendo que se iba a desmayar.
-No te vayas a morir aún Jinsoul-ssi.- le dijo la castaña arrodillándose frente a ella.
Jinsoul levantó la vista hacia ella con un sonrojo en las mejillas, hasta ese momento el apodo por el que le llamaba la contraria siempre le había dado rabia o le había molestado pero por alguna razón en ese momento se le había hecho tierna la forma en que Jungeun lo había pronunciado queriendo que lo hiciera de nuevo y sonrojándose por ese repentino pensamiento.
¿Enserio que le pasaba? Lip le tendió la mano para ayudar a la rubia a levantarse.
-Gracias Kim.- le dijo con tono suave la mayor.
-No es nada Jung.- la castaña le guiñó un ojo.
Punto para Jungeun, pensó la castaña. Una vez todos los presentes terminaron de realizar la carrera, el equipo de Jungeun se dedicó a practicar hockey sobre hierba mientras el de Hyejoo se preparó para un partido rápido de voleibol.
Todos se colocaron en sus posiciones quedando Hyejoo justo detrás de Chaewon, la pachanga dio comienzo haciendo que todos se pusieran alerta y se prepararan para la batalla. Los dos equipos sabían jugar bien, el partido estaba realmente reñido y los dos equipos estaban empatados 11-11, el equipo contrario sacaba la pelota dando por comenzado el punto final que proclamaría al equipo ganador.
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°•~Parálisis~•° {•‹‹Kimsoul››•}
Romance//Aunque si lo pensaba bien, ¿Qué dolor podía compararse con el intenso sufrimiento de un corazón roto? Eso le daba una idea quizá demasiado mezquina a la castaña, enamorar a la pobre Jung Jinsoul, y una vez que ella cayera a sus pies, romperle el c...