//Aunque si lo pensaba bien, ¿Qué dolor podía compararse con el intenso sufrimiento de un corazón roto? Eso le daba una idea quizá demasiado mezquina a la castaña, enamorar a la pobre Jung Jinsoul, y una vez que ella cayera a sus pies, romperle el c...
-Si, ya sabes, KimLip, Kim Jungeun, la reina de la universidad, siempre va de negro y su simple presencia ya calla a todo el mundo.- explicaba la chica.
-Ah te refieres a la castaña que va con esa chica de pelo negro.
-Hyejoo, se llama Son Hyejoo. ¿No te parece muy guapa?- preguntó la chica con aire distraído.
La mayor se encogió de hombros, tampoco se había fijado mucho en eso.
-Por cierto soy Park Chaewon, puedes llamarme Gowon si quieres.
-Encantada, yo soy..
-Jung Jinsoul, lo sé, tu nombre se extendió como la pólvora por la universidad.
-¿Por lo de la cafetería?- preguntó la rubia resoplando, vaya drama.
-Si... Yo lo vi todo e intenté buscarte pero no te encontré.- suspiró frustrada.
Justo en ese momento el profesor entró con prisas al aula y comenzó a disculparse por la tardanza y pedir que sacaran unas hojas y bolígrafo para comenzar la clase, hicieron lo que les pidió y sacaron todo el material necesario para dar comienzo a su clase en condiciones.
-Busca detrás de la cafetería la próxima vez.- susurró a Gowon y ella sonrió asintiendo.
La clase dio comienzo y su profesor comenzó a dictar temario suficiente para llenar un campo de fútbol lo cual inquietó un poco a los pobres estudiantes que tenían varias materias más que estudiar.
Para consuelo de la rubia, ni Jungeun ni Hyejoo hicieron acto de presencia en toda la hora cosa que la tranquilizó un poco ya que así se evitaría tener que volver a encontrársela en un rato.
Jinsoul acabó su día un tanto cansada, no solo había tenido que compartir un par de clases más con KimLip, sino que la chica no había dudado en hacer un estúpido comentario siempre que podía.
Como por poner un ejemplo, cuándo salió a la pizarra para resolver una simple fórmula, la cual realizó a la perfección, KimLip susurró un:
-Vaya, no es una rubia tan tonta cómo esperaba.- seguido de un coro de risas de sus amigos por lo bajo.
Jinsoul sólo quería llegar a su maldita casa y descansar como era debido, así que nada más sonar la última campana, se despidió de Chaewon, cogió todas sus cosas y se dirigió a la parada de autobuses. Esperó apenas 10 minutos hasta que llegó uno al cual se subió para llegar a su querido hogar.
Jinsoul a pesar de vivir con sus padres, se sentía bastante sola en su casa, ya que los mismos siempre tenían algún viaje de negocios pendientes, pero al ya estar acostumbrada eso, había montado su propio horario y estilo de vida.
En esta ocasión, sus padres se encontraban en Tokio durante un total de 2 meses por unas reuniones importantes de su empresa, porque sí, sus padres trabajaban juntos en la misma empresa.
Jinsoul decidió marcar a su vieja amiga Kim Jiwoo e invitarle a pasar el rato a casa, con alguien debía desahogarse con todo lo que había pasado ¡Y en tal solo su primer día!
Kim Jungeun por su parte, salió de la universidad con calma y charlando con Hyejoo y un par de chicas más el grupo.
-¿Ha sido un día la mar de bueno no creéis?- preguntó una de las chicas.
-Pues sí, y la mar de entretenido también.- contestó riendo Jungeun.
-Te felicito amiga, no volviste a quedarte paralizada enfrente de la nueva.- le palmeó la espalda Hyejoo.
Jungeun le miró con el ceño fruncido y el resto acompañaron con una risilla nerviosa, seguramente Hyejoo es la única persona en el mundo que se le es permitido vacilar a Jungeun sin que ella se altere.
Cuando llegaron al lujoso coche de Hyejoo, bueno más bien de su padre, las dos chicas se despidieron y se fueron en otra dirección, cuando Jungeun se disponía a despedirse también, un mensaje sonó en su teléfono y resultó ser de su madre.
-¿Qué dice?.- preguntó la pelinegra curiosa.
-Es mi madre, dice que recoja a Yeojin.- rodó los ojos Jungeun.
-Si vas caminando no llegarás a tiempo, te llevo yo.- se ofreció Hyejoo arrancando el coche.
Llegaron al colegio justo a tiempo para poder recoger a la hermana de Jungeun que no se esperaba ver a Hyejoo con su hermana y nada más verle acercarse dejó a medias la conversación con sus amigas para correr hacia ella.
-¡Olivia unnie!- gritó Yeojin abrazándose a ella.
-Que hay Yeojin.- saludó la mayor correspondiendo su abrazo.
-¿Que haces aquí unnie?- peguntó la de pelo castaño claro ahora en brazos de Hyejoo.
-Vine a recogerte con tú hermana.- dijo Hyejoo señalando a KimLip.
-¿Yo también existo sabes?- se quejó Jungeun con un puchero.
Yeojin rió y plantó un beso en la mejilla de su hermana a lo que ella sonrió satisfecha. Más tarde la menor del trío se despidió de sus amigas y se fue de la mano de Olivia hasta su coche, las tres chicas montaron y se dirigieron a su casa.
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