//Aunque si lo pensaba bien, ¿Qué dolor podía compararse con el intenso sufrimiento de un corazón roto? Eso le daba una idea quizá demasiado mezquina a la castaña, enamorar a la pobre Jung Jinsoul, y una vez que ella cayera a sus pies, romperle el c...
Tan solo unas semanas después, la rubia se hallaba asistiendo a doble hora de Historia Del Arte que se le hizo larguísima, la peor de todas las clases a las que había asistido hasta entonces.
Pues ella a pesar de no odiar el arte, no podía aguantar la manera en la que su profesora explicaba y se tardaba casi un minuto por cada maldita frase que decía, se había planteado en varias ocasiones mirar si descendía de una familia de perezosos porque su parecido era bastante asombroso, por algo le llamaban "Perezosa Lee". Realmente su clase se le hacía un infierno.
La alarma indicando el fin de la clase sonó interrumpiendo la frase que la profesora Lee estaba articulando pero ningún estudiante se dignó a esperar que la acabara porque todos cogieron sus mochilas y se fueron corriendo de ahí porque no aguantarían otro minuto vivos en esa clase.
En ese mismo momento Kim Jungeun abandonaba su clase de Estadística y se dirigía como el resto de alumnos hacia las taquillas para dejar ahí sus cosas y disfrutar de su hora libre para comer, las clases se le había hecho bastante cortas y su día estaba saliendo bastante bien en su opinión.
-¡KimLip!- oyó que la llamaban.
Ha SooYoung, una chica que acostumbraba a sentarse junto a ella en el almuerzo se aproximaba a buen ritmo hacia ella con una sonrisa.
Yves, como solían apodarle, no era una mala chica y aunque no fueran tan unidas como lo era Jungeun con Hyejoo, ella podía asegurar que era de las pocas personas aparte de Hyejoo que también consideraba como una amiga y no otra estudiante más de su gran "grupo de amigos".
-Que pasa.- preguntó la castaña cerrando su taquilla.
-Vi a la nueva últimamente en clases, ella ahora habla con Chaewon.- explicó la castaña informando a su amiga.
Y era cierto que durante esas semanas, Jinsoul y Chaewon habían comenzado a hablar regularmente, ya que al día siguiente en el que Jinsoul fue a su ahora regular lugar para comer, se encontró con la peliplatina esperándole con su almuerzo ya comprado.
Desde ese momento en adelante, ella y Gowon aprovechaban cada clase que tuvieran en común para sentarse una al lado de la otra y así fomentar más sus lazos de amistad. Hasta ya habían quedado un par de veces fuera de la universidad para hacer los deberes en casa de la una o la otra o simplemente para pasar el rato.
-No me digas... Que grata sorpresa.- sonrió mezquinamente KimLip.
¿Así que ahora Park Chaewon era su amiga? Chaewon no es que fuera una chica especialmente popular pero había escalado varios puestos en el status universitario, por el hecho de ser amable, atenta y bastante inteligente entre otras cosas.
El único defecto es que ella no gustaba de estar rodeada de más gente popular con lo que acostumbraba a ir por su cuenta. Nunca tuvo la necesidad de meterse con ella por ningún motivo y Chaewon siempre fue respetuosa con ella pero ahora que se juntaba con Jinsoul quizá los roles debían cambiar.
-De momento solo vallamos a por Jinsoul ¿De acuerdo?- contestó adentrándose en la multitud.
Yves asintió y comenzó a seguir a Lip entre todos los estudiantes para llegar a la cafetería. Una vez allí se situaron en su mesa de siempre con el resto de gente y sacaron su comida, allí se encontró con Hyejoo.
-¿Lo has oído Olivia?- preguntó la castaña dirigiéndose a su amiga.
-¿El sonido del silencio hasta que llegaste?- contestó la menor con un toque de apatía como siempre.
Jungeun rodó sus ojos e hizo oídos sordos del comentario.
-La nueva se empezó a juntar con tu queridísima Chaewon.
Hyejoo alzó las cejas. Y es que no era un misterio para nadie que Chaewon gustaba de su menor, tan solo con observar unos solos segundos el comportamiento de Chaewon frente a Olivia era más que evidente. Sus sonrojadas mejillas, sus repentinos impulsos de jugar con su pelo, su mirada más que interesada en el suelo, pared, techo y todo lo que no fuera la de boca triangular...
Todo su ser lo decía a gritos, pero ésta parecía no darse cuenta ya que si se le preguntaba ella lo negaba de inmediato, agregando que ni le gustaban las chicas, cosa realmente fácil de desmentir.
-Oh, vaya mierda.- dijo con desgana la azabache.
-Le quitas la emoción a todo chica.- resopló la mayor.
Hyejoo solo se encogió de hombros y continuó centrando su atención en la bandeja de deliciosa comida que tenía enfrente.
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