Aprovechando que su amiga se encontraba en una cita, Jinsoul decidió ir acompañada de Chaewon a un bonito museo de arte, dónde no podían asistir junto a Jiwoo ya que opinaba que no le veía nada de entretenido el ver un montón de pinturas aburridas que a pesar de ser bonitas no hacían nada más que mantenerse en silencio en su sitio.
Las dos chicas caminaron charlando tranquilamente hasta el museo el cuál no quedaba muy lejos y una vez allí compraron sus entradas y se encaminaron a ver las diferentes obras de arte señaladas por el recorrido que les venía en un sencillo mapa turístico.
Se pararon delante de una pintura de un palacio no muy grande con tonos dorados cubierto por un precioso jardín de flores y árboles de fruta. En el balcón principal del edificio se podía observar la figura de una chica joven observando hacia la nada, su largo cabello negro y liso caía por sus hombros tapándole ligeramente el rostro y dándole un aspecto triste. En la parte inferior del cuadro con letras bordadas y de un color dorado se podía leer el título, "Prisión del Edén".
-Es realmente bonito.- opinó Jinsoul.
-Fíjate ahí, me gustan el color de sus alas.- Chaewon señaló una pequeña mariposa posada sobre el barandal del balcón, sus alas destacaban por un brillante turquesa.
Las dos chicas se quedaron observando pacíficamente el cuadro sin percatarse de una tercera presencia a sus espaldas que lentamente fue avanzando hacia ellas, mas bien hacia las mayor de las dos y acabó posando una mano en su hombro.
-"Prisión del Edén", mi favorito de todo el museo sin duda.-la voz de la castaña calmó parcialmente a Jinsoul quién se había visto sorprendida ante tal repentino contacto.
-No sabía que vinieras por aquí.-dijo Chaewon.
-A Hyejoo le encanta éste sitio y siempre vamos juntas, ella se está marchando ahora pero yo decidí quedarme un poco más.- explicó sin parar en ningún momento de sonreír cuando por unas milésimas de segundo su mirada conectaba con la de Jinsoul.
Los ojos de Chaewon comenzaron a brillar casi de inmediato.
-Jinsoul-ssi. Acabo de recordar que debo ir a recoger a mi prima de su clase de piano.- habló Gowon con tono apurado.
-¿Tú prima?- preguntó Jinsoul extrañada ¿Chaewon tenía una prima?.
-Si Jinsoul, mi prima.- dijo gesticulando de tal forma que Jinsoul llegase a entender de que iba la situación.
-Ahhh claro claro tu prima.- dijo la rubia entendiendo por fin la intención de su amiga.
Las dos chicas se despidieron haciendo que Jungeun y Jinsoul quedasen solas allí. ¿Que debía hacer exactamente Jinsoul? ¿Hablar con Jungeun? ¿Seguir con su recorrido cómo si nada o invitarle a ir con ella?
Buscó la mirada de la menor para darse una idea, pero ella mostraba toda su atención al cuadro del principio pareciendo tan sumida en sus pensamientos que daba pena volverla a la realidad. Jungeun llevó su mano a un mechón de pelo que caía por su hombro y lo colocó detrás de su oreja con delicadeza, ese gesto hizo que Jinsoul sólo pudiese pensar que Jungeun era la chica más bonita que conocía.
Y cómo si su menor le hubiese leído el pensamiento, se giró dejando ver a la perfección su bello rostro y del que destacaban sobretodo esos ojos ámbar en esos momento tenuemente iluminados por la luz exterior que se filtraba por las ventanas acristaladas del museo. Podía perderse en esos ojos durante días y no volver jamás.
-¿Quieres dar una vuelta?- preguntó la castaña sonriendo.
Jinsoul asintió devolviéndole la sonrisa casi inmediatamente. Las dos chicas caminaron en silencio por el museo cada una sumida en sus pensamientos y observando las diferentes obras de arte expuestas en el lugar.
Parecían ser las únicas jóvenes del museo, pues el lugar estaba mayormente frecuentado por adultos y ancianos que parecían apreciar más el lugar que ningún otro joven universitario. Jinsoul daba miradas rápidas a los cuadros y esculturas expuestas en las paredes y rincones demasiado pendiente de la castaña como para poder pararse a mirar con detenimiento las obras allí colocadas.
Eso parecía no sucederle a la menor pues sus ojos se fijaban con interés en cada uno de los objetos que rodeaban las salas color blanco puro.
-Parece que no sólo a Hyejoo le gusta éste sitio.- comentó Jinsoul rompiendo el silencio formado desde hacía minutos.
-Realmente ella no suele venir aquí.- confesó Jungeun con calma.
Jinsoul paró en seco ¿Qué? ¿Para qué entonces había mentido? Jungeun seguía caminando ahora a paso más rápido hacia un punto en concreto del museo, Jinsoul no sabía a dónde, pero comenzó a seguirle.
Llegaron a un pasillo adornado con más cuadros y al fondo una puerta cerrada con cortinas rojas a ambos lados. Lip se dirigía allí decidida a entrar lo cuál hizo que Jinsoul dudara de a que narices habían venido allí.
-¿Para que lo dijiste entonces?- la menor seguía avanzando hasta la puerta.
-Para que tu novia falsa se fuera de aquí.
Se pararon delante de la puerta y Jungeun comenzó a rebuscar en sus bolsillos hasta dar con un clip y una vez lo hubo deformado comenzó a intentar abrir la puerta. Jinsoul cayó en cuenta de que acababa de decir que Chaewon era su novia falsa.
Eso no le dio buena espina, ¿Quizá Hyejoo le habría contado lo del baño? Oh cielos por supuesto que le habría contado lo del baño, ella ahora sabía del plan de Chaewon, ella ahora volvía a tener oportunidad de machacarle... ¿Pero porque no lo hacía aún? ¿Esperaba a meterle dentro de lo que hubiera tras esa puerta para machacarle cómo aquella vez en Química? ¿O realmente le había perdonado?
-¿Qué hay tras la puerta?- preguntó Jinsoul con la voz ligeramente temblorosa.
-Sólo un poco de diversión.- contestó sonriendo mientras la puerta cedía y comenzaba a abrirse.
Jinsoul tragó saliva con fuerza, oh no ¿Serían esas sus últimas palabras? ¿Qué ocultaba Jungeun? Su corazón pareció dejar de latir cuándo sintió el brazo de Lip tirar de su brazo y meterle junto a ella dentro del cuarto de mantenimiento, totalmente a oscuras
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°•~Parálisis~•° {•‹‹Kimsoul››•}
Romance//Aunque si lo pensaba bien, ¿Qué dolor podía compararse con el intenso sufrimiento de un corazón roto? Eso le daba una idea quizá demasiado mezquina a la castaña, enamorar a la pobre Jung Jinsoul, y una vez que ella cayera a sus pies, romperle el c...