Capitulo 2

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-arriba, hay proclama- nos despertó un guardia.

-estar aquí es como ser forzados a ir al colegio militar- dijo uno de los chicos que se recuesta cerca de mi, le dicen memo.

Caminamos entre los pasillos sin iniciar comúnmente el día. Un comunicado.

-¿Qué es proclama?- me preguntó una chica.

-nos darán información- le dijo Memo.
Llegamos a un auditorio donde nos sentaron a todos juntos. Dos personas ocupábamos un asiento. Éramos demasiados para los asientos que había dentro.

Me senté yo a un lado de Memo. Él tenía un tremendo cabus, así que me sentía apachurrado. Todos hablaban y murmuraban, era obvia la preocupación de muchos de los presentes, la guerra pudo salirse de control y necesitarían enviarnos a todos sin importar la edad al campo de batalla.

-silencio todos, basta- habló el hombre al mando -bien, como ya saben, yo soy el director de este lugar y los que recién llegaron, mi nombre es Homero. Hace diez días, una bomba cayó en Hinkley Point la principal planta nuclear  de Londres. Este evento hizo que se perdiera el control de múltiples acciones de la planta, y los daños causados por la caída de la bomba hicieron que una reacción nuclear. Los efectos secundarios se están viendo en todo el mundo. Mucha gente murió, otros se refugiaron como les fue posible, por el momento nadie estaba seguro de continuar con esta guerra. Países enteros se aliaron para desistir pero esto no se los permitió el que estas ultimas semanas ha sido llamado el líder de la batalla.

-apenas hace seis días, poblaciones completas de Europa han evacuado a América y Oceanía. -continuó una mujer algo vieja- Al llegar a estos lugares se inició un registro de cantidades nucleares que su cuerpo.

-estos registros también se llevarán aquí con ustedes. Desde hace unas semanas tenemos las sospechas que alguien o muchos de ustedes llegaron a salir durante las noches. Los registros de radiación que lleguen a tener nos dirán quién lo hacía. Así que en dos horas los esperamos en el pasillo B, sus niveles de radiación serán su pase a los baños. Tendrán que acomodarse por su número de registro en la institución. Quien no se presente o llegue tarde, será canalizado a detención. ¡Ahora ya pueden ir a desayunar!

Yo sé que no he salido de este lugar desde que entre, pero el que pudieran interrogarme en caso de que la radiación inusual o rara en mí, me ponía de nervios.

-no hay que bañarnos, es un día sin higiene personal- dijo Memo jugando con la comida en su boca.

-pero si no vamos, se darán cuenta por nuestros números, faltaremos.- dijo Renata.

-además, no tenemos que preocuparnos si no hemos salido- les dije a todos. Guillermo se pasó la mano por su espalda, rechinó sus dientes y se le notó nervioso.

-no puede ser, ¿saliste?- preguntó Paloma.

-Si-se cubrió la cara.

-¿cuando?-le pregunté.

-hace medio mes creo.

-no puede ser, me habías espantado- dijo Renata.

-¿espantado?

-no tienes radiación, saliste antes de que se diera el incidente, entonces estás normal, si es que eso existe- murmuró.

-se acabó- dijo uno de los oficiales -ahora a los baños.

Caminábamos. Era común que en esta parte del día todos se amontonaran y se empujarán, pero hoy todos iban dispersos y con un paso lento. Apuesto a que la mayoría de ellos no ha salido, pero están nerviosos por las mismas razones que yo.

-Si alguien pasa al frente y admite haber salido sin que nosotros lo averigüemos no recibirán un castigo tan severo, es el momento- nadie se acercó.

Guillermo tomó de la mano a Paloma, Paloma a mi y yo a Renata. Ella no parecía estar conforme con que yo tomara su mano, la quito, pero los instantes en los que mi mano izquierda rosó con su mano derecha, noté el abundante sudor de sus manos, ¿acaso ella había salido?, ayer, cuando desapareció, pudo estar afuera y eso le daría toda la razón para sudar a chorros.

Sardía Chávez Paloma 3461
Osorio Munaí Guillermo 3462

Desaparecieron en las puertas, cada uno de un lado del pasillo, pasaron sin problemas.

Inojosa Estrada Jazmín 3463
Ortiz Gutierrez Esmeralda 3464

-no te gusto que te agarrará la mano- me victimice.

-no lo sé- me dijo alejándose un paso de mi -no te conozco, no sé qué es lo que quieres.

-te quiero a ti- la engañé,

-¿de verdad?

-Si, eres una persona muy buena, linda, inteligente, eres como lo que busqué cuando jamás lo conocí.
Se sonrojó

-Gracias.

-3464 y 3465- eran nuestros números, la tome de la mano como la persona que ella quería ver.

-no me sueltes-me rogó. Ahí nos separamos, vi como ella pasó sin ningún problema al igual que yo.

Realmente me hacia falta bañarme, me sentía relajado, sin comezón, limpio, fresco. La desventaja es que no puedes tardarte más de 7 minutos, así que tienes que hacer todo lo más rápido posible. Usaba una toalla cubriendo de mi ombligo hacia mis rodillas, usábamos desodorante y su aroma me asfixiaba.

Guillermo ya estaba totalmente listo, vestido y seco.

-ayer conocí a una chica- me dijo el -se llama Rubí y me dijo que tú le pareces guapo.

-en que salón duerme.

-en el 15- me dijo el, eso significaba que nos separaban 9 pasillos y ella sabía quién soy.

-¿es bonita?

-muy bonita.

Saliendo de ahí me dirigí al Solón 15, donde tenían que estar doblando sus prendas en ese momento.

-¿quién es Rubí?

-Soy yo Gabriel- me dijo ella.
Sin duda es muy bonita, tiene pelo rubio, ojos cafés y tiene un muy buen cuerpo, sin duda el que yo no sea invisible para ella es bastante bueno.
No nos habíamos visto antes y ella ya se acercaba lo suficiente a mi como para poder verla como se lograría con un microscopio.

Pasamos los ratos de ese día solos ella y yo, sin que nos molestara nadie porque Memo había apoyado esto, ¿quien más podría molestarme mientras estoy con la chica más bella?

Renata tiro la ropa que doblaba cuando nos encontró besándonos en el salón 24. No pensé en esa clase de interrupción, pero al fin y al cabo era Renata, no valía la pena.

Incidente Mortal Donde viven las historias. Descúbrelo ahora