Capitulo 1

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2035 Pasado
Fuera como fuera, Renata y yo ahora estamos juntos formando una familia de dos hijos, un hijo llamado Darwin y una niña llamada Cat. Les tengo un cariño inmenso a ambos.
Se llevan un año de diferencia, y ambos creen que son mis hijos, en realidad soy padre de uno de ellos, el otro es hijo de mi amigo Guillermo.

Vivimos en una casa pequeña muy abandonada y fría a las faldas de la montaña. Sobrevivimos pescando trucha, salmón y otros pescados raros que lleguen a atravesarse.
Me parece un poco malo de mi parte condicionar a mis hijos a una vida cómo está mientras ellos podrían tener una infancia normal con caídas en bicicleta, pero no es así porque aún ahora siguen buscándome. Y ellos lo saben. Saben que hubo una guerra a causa de una llave que yo proporcioné y trate de quitar cuando aún había tiempo, pero no pude; mientras que aún ahora, Francisco Roa me sigue buscando para colocar en mi muñeca el DCM, que pintaron como un aparato que serviría a la medicina y no lo niego, pero también contiene el control de la población, la cual está contada y dependiendo de lo que los controladores de los aparatos digan sobre ellos.

Darwin ha sido más objetivo, el quiere defender a nuestra familia evitando que coloquen en nuestras muñecas esos aparatos. No dudo que Cat también piense así, pero no comprende perfectamente el hecho de que se pongan en peligro nuestras vidas por una aparato como esos; el problema es que no se como explicar que yo sé cómo desactivar eso y dejar libre a la población.

La población no es libre, pues ellos pueden controlar el que sigan viviendo aunque les arranquen la vida de forma injusta. Ellos pueden meter a la cárcel a una persona por abuso de sustancias a través del dispositivo cuando la persona ni siquiera causó algo.

La comunidad esclavizada vive en dos sectores. Los yasilers y los asililfulers.
Los yasilers viven en un sistema capitalista del más alto nivel, con recursos y lujos a todo tope. Participan todas las profesiones siempre y cuando destaquen y proporcionen algo a los gobiernos.
Los asililfulers viven en un sistema socialista con todas las profesiones asignadas. Son como los engranes de un reloj, pues los yasilers no podrían funcionar o moverse sin ellos, peor ellos no reciben mucho de lo que están ofreciendo con un horario tan estricto y los resultados de sus trabajos por los suelos.

Me encontraba en mi pequeña sala esperando a que los niños regresaran del Río cuando empecé a recordar cosas que me prometí no hacer, no hablar y no mencionar otra vez.

Miraba entre mis cicatrices de la guerra los peores recuerdos. El recuerdo comenzaba el día en que con esfuerzo regresé al pueblo donde partí con un amigo y regresé con tristeza para encontrar otra noticia procaz que me partía el alma en mil pedazos. Cuando yo partí, Leilany se quedó sin nadie que la viera y abogara para evitar su muerte, así que la asesinaron.
La otra cosa estaba en Renata, pues sería yo quien tendría que informarle de la muerte de Guillermo. Creo que fui muy lento esperando asimilara todo, pero nadie puede asimilar algo tan rápido, o tal vez si.

El siguiente recuerdo trataba de la forma en la que resurgió mi afecto hacia ella, ya que después de siete meses, Renata dejó a su bebé recién nacido encargado en brazos de una reciente conocida, mientras tanto ella se dirigió a la guerra con mi compañía. Ahí se encontraba con mi cicatrices entre montones enteros, brillantes de tierra escondidos y listos para disparar cuando se retrasaba al correr jugando con el dolor de una reciente cesárea.
Se metía entre los lugares más inhóspitos matando a todos a su paso y diciendo por Guillermo, en lo tanto yo la protegía de todos aquellos que la rodeaban para asesinarla. Por primera vez no fui un cobarde.

Las partes enteras de sangre se estampaban en nuestras caras mientras muchos otros quedaban completamente partidos a la mitad y otros más agonizaban ciegos revolcados en lodo, en lo tanto me distraía a captar imágenes crueles en mi mente, una bala se interno en mi cuerpo. Al mismo tiempo grite "no van a controlarnos malditos" disparando en la cabeza de los que acababan de dispararme. A uno de ellos no le dí, así que iniciamos un conflicto por ver quien asesinaba primero al otro, yo esperaba fuera Francisco Roa, pero no fue así, era Rubí quien cayó muerta cuando Renata me devolvió el favor disparándole justo en el estómago, el cuello y el brazo. Ahí moría otro demonio.

Renata y yo caímos en las cuentas de la naturaleza, exponiéndonos a un río en el que limpiamos nuestra sangre, cortadas y manchas. No regresamos con el grupo cuando ellos desistieron, nosotros desistimos al mismo tiempo en dirección contraria, escondiéndonos entre rocas de los que aún estuvieran deseosos de conseguir sangre. Nos refugiamos en una pequeña cabaña que ahora llamamos hogar, donde fuimos encontrados por uno de nuestros soldados para llevarnos de regreso al pueblo.
Al llegar a otro de nuestros demonios, nos confirmaron la victoria de Francisco Roa, esperaríamos lo peor, porque al ser desertores, formaríamos parte de los asililfulers si es que tenían piedad de nosotros y nuestro pasado con el líder de la batalla.
Así fue como escapamos de ahí con un bebé pequeño en brazos y otro más que no sabíamos que ya nos acompañaba.

Incidente Mortal Donde viven las historias. Descúbrelo ahora