2059 Pasado
Recuerdos de Alyssa
Estaba diluviando afuera. La tarde estaba obscura por las nubes grises y los monstruos hacían sonidos y quejidos que no dejaban que pudiéramos descansar como era debido, eso mientras no te das cuenta que ya te dormiste y crees que sigues despierto en lo que ya es la 1:41. Papá está acariciando mi pelo y el de Tham.–Quisiera poder despedirme de ustedes mientras están despiertas. Si lo estuvieran, no me dejarían ir, así pues las recordaré dormidas por la eternidad. Las quiero demasiado– deja escapar un suspiro, mira la techo y continúa– . No me olviden. Tham, siempre te quise como si fueras mi hija.
Estaba despierta, pero sabía la verdad, sabía que le quitaría la fuerza. No quería dejar otro infectado atrás, no quería matarlo yo misma, así que lo deje ir. Cruzo la puerta. Ahí sentí el arrepentimiento correr pon mis venas y toda mi sangre. Salí yo por igual detrás de papá, justo antes que gritara para llamar su atención, él se tiró del baranda justo hacia abajo. Sentí un escalofrío recorrer toda mi espalda cuando lo perdí de vista aunque al profundo silencio del edificio lo interrumpía el sonido de los huesos quebrados de mi papá y al mismo tiempo la forma en la que su cuerpo golpeaba los otros barandales metálicos que hacían cambiar la posición de su cuerpo ya muerto influido por la gravedad.
Miraba abajo cuando sentí las manos de un infectado por sobre mi hombro, sin más que tristeza por papá, sin arrepentimiento por asesinar lo que alguna vez fue una persona. Destroce el cráneo de ese infectado al que si le llame zombie. Golpee el cráneo del zombie contra las paredes, después tomé un trozo entero de una ventana rota sin que me importaran mis deos cortados y sangrantes con tal de enterrarlo en su ojo; abrí una puerta y aplasté el resto de su cráneo. No me hubiera detenido si Thamara no me hubiera arrastrado hasta el apartamento tomándome por las axilas en lo que yo no paraba de llorar, me mordía los dedos y gritaba en lo más profundo de mí por los recuerdos eternos de papá.
Mi hermana se detenía en la cocina buscando como hacer para sacarme del shock. Me golpeo en la cara. Yo regresé a respirar común, ya no lloraba.
Pasadas unas cuantas horas, Thamara tenía una libreta en las manos, la ofrecía para que yo hiciera en ella lo que quisiera, así comencé a dibujar los rostros de la gente para recordarlos.
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Incidente Mortal
Science Fiction-¿Cómo te llamas? -Recuerdo que mis padres hablaron conmigo sobre no decir nada de mis datos a extraños. -No creo que tenga intenciones de hacerte daño. Odio cuando algo me avisa lo que sigue. Todos siempre hemos sido enfermos mentales, tal vez unos...