Capítulo 5: Sexo Duro.

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Mía había llegado a la habitación guiada por uno de los agentes y aguardaba a la llegada del joven idol mientras los nervios y la ansiedad la destrozaban por dentro haciendo que la piel descubierta de sus brazos temblara.

La imagen casi irreal de la chica, vestida completamente de blanco se veía distinta a la que Jung Hoseok había dibujado en su mente.

Había pasado los dos últimos días buscando un atuendo para la chica que la hiciera parecer común y corriente, que no le resultará atrayente o excitante para nada y sin embargo ahí estaba ella, completamente blanca, como una pequeña paloma con el mismo pequeño sol negro en su espalda, los labios carmesíes y la venda negra hacían que cada una de sus facciones resaltarán, como una maldición sus lunares parecían estar en los lugares correctos y la curva de su cuello se veía aún más apetitosa.

El vestido caía holgadamente por las curvas de la chica, adrede había pedido que fuera una talla más grande que la correcta solo para averiguar lo bien que aquello le quedaba y como jugaba en el borde de sus pechos, en el límite del body cada vez que ella respiraba y se maldecía consciente de que aquello no estaba bien.

Hobi se culpaba por haberla escogido de nuevo esperando no sentir lo mismo que la primera vez, pero era inútil. Más aún cuando al acercarse tan solo un paso a ella pudo sentir el dulce olor que la piel de la chica destilaba y como su nívea piel temblaba — ¿Tienes frío? — preguntó con un tono de voz tan bajo que el corazón de Mia se paró, logrando solo asentir mientras mordía su labio inferior en una actitud tan sensual que el castaño no pudo aguantar más.

Todo parecía ir en su contra, aquella chica conseguía con solo respirar encenderlo de una forma diferente y sentía como su miembro latía en su bóxer e intentando no hacerle caso pasó por el lado de ella para sentarse en la cama y apoyar ambos codos en sus rodillas mientras acunaba la cabeza en sus manos.

— ¿Aún... estás aquí? — la dulce voz de Mia lo reconectó a la realidad.

Con un suspiro, el rapero musitó casi como una amenaza —Aquí estoy y me encargaré de quitarte el frío — y aunque las palabras salieron con lujuria de su boca consiguió que el corazón de Mia se contrajera con algo de cariño, sentía que aquella frase era más cálida de lo que parecía y una sonrisa revoloteo en sus labios mientras las blancas mejillas de la chica se coloreaban de rubor con algo de vergüenza.

Aquel color carmesí en las mejillas de la mujer le pareció adorable al hombre frente a ella y mientras se levantaba para quitarse la camiseta y los shorts que llevaba puestos, para luego quitarse los boxers y liberar la gran erección que latía en su pelvis, sonrió — No seré delicado contigo, pero si te lastimó por favor dilo — susurro el chico solo para tomar con violencia de la muñeca a Mía y atraerla hacia él.

La piel caliente de Hoseok con la fría de Mia parecieron arder en una especie de combustión espontánea en el momento preciso en que ambos cuerpos chocaron, liberándose en ambos pechos un pequeño resopló de placer.

Si bien Mía probablemente nunca lo asumiría en voz alta. En el sexo sentirse dominada la excitaba y era que desde pequeña había tenido que ser ella la que llevara el control de las cosas y aunque aquello había terminado por gustarle y servirle, sobre todo al tener su carrera que según alguno aun creían era solo para hombres. Por eso el hecho de que aquel chico la tomara con algo de violencia, sin causarle dolor, la encendía de alguna manera especial.

La respiración de la chica se volvió entrecortada en el mismo momento en que Hoseok tomaba su cuello para besarlo mientras bajaba sus manos a los tirantes del vestido y sin ninguna delicadeza romperlo, haciendo que la tela crujiera bajo sus firmes dedos, dejando hecha jirones la hermosa tela que caía a los pies de la mujer.

Satisfacción [EN EDICIÓN]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora