Capítulo 25: Éxtasis.

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Son apenas las seis de la mañana cuando Ali se levanta, a pesar de que en toda la noche no pudo conciliar del todo el sueño tiene tantas cosas por hacer que se da una larga ducha intentando recuperar energías para luego preparar sus cosas, un café y dejarle una nota a Mía que seguía durmiendo en su habitación.

—"Cariño, me fui temprano al trabajo hoy, nos vemos más tarde. Atte. Ali"—

Antes de irse, la ropa, recién sacada de la secadora que le había prestado Min Yoongi y las llaves.

El sol del fin del verano se hacía presente apenas rayando entre los grandes edificios de Seúl cuando Ali se encaminaba ya al hospital a saber sobre Iván, muy temprano le había pedido a su secretaria que re-agendara sus horas, pues había tenido problemas que catalogó como personales y necesitaba solucionarlos, uno de ellos definitivamente era sacar a su paciente del hogar en que se encontraba, pues aquella casa le traían, lo quisiera o no, muchos dolorosos recuerdos.

En cuanto entró pudo ver una figura conocida sentada en una de las blancas sillas del hospital, con la mirada pegada en el suelo, la piel blanca casi como un fantasma y los labios carmesíes, sin pensarlo compró un americano y se dirigió donde él.

— Buenos días — sonrió estirándole el café haciendo que el hombre frente a ella pegara un pequeño brinco por la impresión mientras pasaba ambas manos por su cabello.

— Hola, ¿Qué hora es? — pregunta el chico entrecerrando los ojos para luego ver su reloj.

— Van a dar las nueve — confirma la chica — No quiero pensar que te quedaste toda la noche aquí — murmura observando que al menos no lleva la misma ropa del día anterior.

— No, pero me escabullí de la agencia temprano para estar antes del cambio de turno—

— ¿Pudiste dormir algo? — cuestiona la psicóloga sentándose a su lado mientras lo ve llevarse el café a los labios.

— Dormí lo suficiente —es la seca respuesta de parte del idol, cuando ve a la chica levantarse de pronto. — ¿A dónde vas? — dice sujetándola de la muñeca, pensando en que quizás había sido grosero y había logrado ofenderla, sin embargo, los grandes ojos de Ali lo miraban con un brillo inocente.

— A hablar con la enfermera —dice señalando una mujer de azul con un registro en las manos mientras el idol poco a poco suelta la pequeña muñeca de la morena dejándola libre.

La perfecta figura de la chica resaltaba increíblemente con aquel jeans color negro y una camiseta de cuello alto color caramelo, con sus grandes ondas cayendo por los costados de su cuerpo que le daban el balance perfecto entre formal y salvaje y aunque a Suga le costaba trabajo aun asociar a las dos chicas como solo una, la sensación de familiaridad y satisfacción que le daba tenerlas a ambas junto a él se comparaba a la sensación que sentía cada vez que la veía, la tocaba o la escuchaba decir su nombre.

— Aun lo tienen sedado, anoche presentó síndrome de abstinencia refractario, tomó un dosis tan alta de éxtasis que tuvieron que desintoxicarlo rápidamente pues una dosis ya había sido metabolizada y estaba en su sistema, dicen que probablemente se tenga que quedar un par de días— continua la mujer justo frente a él.

— Bien, eso me da más tiempo —responde Yoongi levantándose del asiento quedando frente a frente, pudiendo absorber el dulce olor que desprendía la psicóloga.

— ¿Mas tiempo? ...— el hombre asiente mientras ladea el rostro y le dedica una pequeña sonrisa.

— Te agradezco por preocuparte por él, pero, no es tu deber hacerlo, solo eres su psicóloga, yo en cambio soy su amigo, me haré cargo de ahora en adelante — la sonrisa de Suga, aunque sincera consigue que el carácter de Ali se manifieste.

Satisfacción [EN EDICIÓN]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora