Capítulo 16: Deseo.

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Mía llega en la Lexus negra al trabajo, más temprano de lo habitual, la semana le ha resultado algo ajetreada por lo que el trabajo lo ha llevado justo al límite y ha tenido que aplazar ciertos proyectos personales.

En cuanto llega a la oficina deja su termo con café sobre la mesa junto a las carpetas, mientras termina de acomodar algunas cosas y poniéndose los audífonos comienza a trabajar, rayando a penas las siete de la mañana.

La puerta de la pequeña oficina se abre sin previo aviso, haciendo que la mujer de cabello castaño se gire rápidamente quedando prácticamente impactada ante la presencia de ambos chicos, Hoseok, con unos jeans claros y rasgados, una camiseta blanca y una chaquetilla de mezclilla con aquella sonrisa deslumbrante y el cabello algo revuelto y Kim Namjoon con unos pantalones negros, camiseta color beige y chaqueta negra con aquellos hermosos hoyuelos enmarcándole la sonrisa y parece que el aire le faltaba a la joven ingeniera y no podía hablar.

— ¿Mía? — La profunda voz de Kim la hizo volver de aquel ensueño.

— Llegaron— se levantó de su asiento con un poco más del entusiasmo que deseaba — Que bien que ya están aquí — sonríe la ojiverde haciendo una pequeña reverencia.

— Si, pues nos retrasamos un poco, pero trajimos bocadillos — sonríe un amable Hobi al ver las mejillas de la joven mujer algo rojas por la vergüenza.

— Oh, pues no debieron molestarse— contesta la chica volviendo a sus cabales mientras ve el reloj donde pasan las diez— ¡Rayos! — chilla de pronto mientras ambos chicos se acomodan en las sillas-

— ¿Qué ocurre? —

— ¡Mierda debía llamar a Sam a las 9, va a matarme! —continua la chica llevándose una mano a la cara para arrastrarla sobre sí.

— Vamos no puede ser tan malo, dale, yo hablo por ti si quieres —sonríe Nam.

— No, está bien, después de todo es mi trabajo, déjalo — sonríe la chica dejando la habitación para llamar a su jefe.

—¿Y... que te parece el lugar? — cuestiona el líder de la banda a su compañero que mira la habitación por todos lados.

— Creo que está todo muy vacío aun como para juzgar eso, pero el espacio es grande y tiene una buena ubicación, me gustaría ver el trabajo de Mía antes de juzgar su labor — responde el castaño mientras observa las carpetas sobre la mesa y se acerca a ellas mientras abre unas hojeándolas, pasando de ellas para sacar una de color negro.

— "Galería"— dentro un pequeño bosquejo con algunas anotaciones, materiales, presupuestos y demases.

— ¿Qué haces? — la suave voz de la ingeniera hace que Hobi pegue un brinco dejando caer los papeles.

—Oh lo siento mucho Mía, solo quería ver...-—

—Si, ya veo, pero ahí hay cosas personales— murmura la chica arrodillándose para rescatar los papeles que estaban tirados mientras el bajo escote de su blusa hacía que los pequeños senos de ella se dejaran ver, provocando que ambos chicos se arrodillaran a ayudarla sin poder quitar la mirada de sus pechos. Finalmente, la mujer suspira — Esta bien, solo que esta carpeta es personal — asumiendo por fin la mujer levantándose para ordenar el resto. —Bien, supongo que quieres ver los avances, ten, ahí están, mientras los revisas debo terminar de enviarle una información a Sam— dice la chica mientras teclea fervientemente en su laptop.

—No puede ser, llevas apenas medio segundo aquí y ya la hiciste enfadar— los ojos de dragón de Nam se posan serios sobre la estampa de Hoseok que parece no tomarlo en cuenta, mientras inconscientemente aprieta fuertemente la carpeta entre sus largos dedos.

Satisfacción [EN EDICIÓN]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora