Nuestro secreto

2K 279 57
                                    

Tres días después


Que gran día para practicar casería, si sus familiares lo vieran en su actual estado estarían decepcionados o peor preocupados.  

Ruben corría lo más rápido que podía, tuvo la mala suerte de que su presa se metiera en territorio ajeno y ahora sufría las consecuencias de ser perseguido por un grupo de lobos grises.

Se maldijo mentalmente al no aceptar la compañía de su guardia.

Se maldijo por no aceptar el séquito de su padre.

Se maldijo de su mala suerte.

Escalo lo mas rápido que pudo por una montaña rocosa, tomando la delantera hasta encontrar una madriguera, sin pensarlo se metió como pudo y gracias al potente olor de oso, no notaron la pequeña presencia del lobo.

Alfa: Busquen en todos lados hasta encontrar a ese albino - Escupió con rabia, nadie se metía en su territorio - Lo quiero muerto.

Beta: Pero señor podría ser uno de los hijos del líder James... Ya sabe su pareja es la única albina - Todos comenzaron a murmurar molestando al alfa que cada vez se le agrandaba sus garras - Si lo atacamos podríamos causar una gue ¡aaaah!

Se quejo del dolor llevando su mano a su ojo donde rápidamente su mano se mancho de sangre, el alfa sacudió su mano quitándose el resto de sangre mirando a los demás con rabia.

Alfa: ¡Nadie me contradice! - Todos agacharon sus rostros en señal de sumisión - ¡Lo quiero muerto! Nadie puede entrar a mi territorio sin que yo lo ordene.

Guardo silencio calmando su respiración, esperando a que se fueran pero aquello tomaría un tiempo... Al dejar de escuchar las pisadas pudo salir de aquella madriguera.

Caminaba intentando recordar la dirección de su hogar pero nuevamente sus sentidos lo traicionaron, intento encontrar un charco o al menos un riachuelo para beber agua pero ni eso encontraba.

¿Por que no aullaba para pedir ayuda? Seria la peor idea de todas, si lo hacia podría atraer aquellos lobos, mejor no arriesgar.

Vegetta: ¿Tu otra vez? - Se puso a la defensiva mostrando sus colmillos pero al ver que era el mismo sujeto de la otra vez se relajo - ¿No me digas que te extraviaste?

Hubo un breve silencio el cual fue interrumpido por las risas del mayor.

Gruño molesto dándole la espalda, el contrario sonrió por debajo de su mascara caminando a su lado molestándolo por momentos pero al ver que el contrario buscaba algo con desesperación detuvo el paso para sacar unas cosas de su bolso.

Vegetta: Debes tener sed o hambre por la caminata larga y dudo que cazaras - Saco una botella y un conejo recién muerto - Venga no te hagas de rogar.

Se iba a negar por orgullo pero su traicionero estomago protesto y sin más tomo el conejo arrancándole las piernas de un bocado, saboreando el pedazo de carne.

Espero a que este terminara de comer comenzando a hacer un interrogatorio del por que se encontraba en aquella zona peligrosa.

Al escuchar la historia comprendió todo. 

Vegetta: Muy bien te llevare a tu territorio.

Dudo por un instante pero al ver como el contrario se transformo en lobo con el doble de su tamaño no tuvo opción, al ver su pelaje su mente le trajo varios recuerdos de aquel niño que le ayudo.

Su corazón latió con fuerza tirándose encima suya con fuerza lamiendo por encima de la mascara pero al instante se detuvo por tal actitud, avergonzado agacho la cabeza junto a sus orejas.

¿Quieres ser mi alfa?  #PremiosKarmaland2020Donde viven las historias. Descúbrelo ahora