Narra Purre
Y era el maldito primer día, cuando llegamos estaba todos los estudiantes por ahí deambulando y los nuevos mirando todo. Pilar tuvo la excelente idea de justamente hoy ponerse uno shorts negros que dejaban ver esas piernas bronceadas y ese trasero redondo. Justamente HOY que no podía alejar los malditos canallas de mi chica. Y yo estaba cierto, cuando malditamente bajo del coche, varios idiotas se detenían a mirar ese trasero y admirar ese cuerpo. Adivina que podía hacer yo? NADA! Pilar parecía tan emocionada por el primer día que ni siquiera noto a eses capulllos. La acompañe por su nuevo horario y solo coincidamos clases en lunes y jueves.
- Te he visto algo sério hoy, que te pasa, Purre? Preguntó Pilar parándose en la puerta de su clase.
Resoplé y miré a ambos lados esperando no ver a Santiago. Y luego me acerqué a ella.
- Por si alguna razón, cualquier idiota intenta algo contigo, bajo cualquier circunstancia, no dudes en decirme.
Dije mirando en esos ojos verdes Ella asintió y me miro confundida. - Te veo en tu taquilla, dale?
Le dije dándole un beso en la frente.
Ella soló asintió y la vi entrar. Quería entrar ahí y asegurarme de que nadie la intimide ni se sienta sola, ni sienta incómoda. Quería sacar el hombre de las cavernas en mi.
Camine por el pasillo consiente de algunas chicas que coqueteaban conmigo sin descaro, tal vez la hubiera mirado, si no existiera esa rubia de ojos verdes que me trae loco.
Llegué al gimnasia donde todo el equipo de fútbol de la preparatoria estaba reunido, varios me saludaron y otros solo me sonrieron.
- Hey Gimenez! Gritó Juan.
Con el chico que se acostó con Juana.
- Qué quieres? Respondí neutral mirando la planilla de los jugadores retirados
- Ya escuchaste le nuevo rumor de toda escuela? Pregunto y varios idiotas rieron
Resoplé. Primer día. Primera hora y ya había rumores. Así era esta vida.
- Qué?
- Hay una chica buena! Dios! Buena es poco. Está como quiere, en verdad. Está muy buena.
Suspiré y hice una mueca
- Anímate Gimenez! Estamos apostando quién se la tira antes de la fiesta de San Valentín. Dijo
En verdad eran unos gilipollas de mierda. Yo no entraba en esos juegos.
- Son unos cerdos, demandé
- Ehhh sea como sea, su nombre es... es.. Pilar! Eso Pilar!
Mi mandíbula encajo de alguna maldita manera mis ojos se entornaron y mis puños cerraron antes de lanzarme a él.
- POR NINGUNA JODIDA RAZÓN SE METERÁN CON ELLA! Ni se acerquen, ni la miren!!! HIJOS DE PUTA!! NO! No los quiero cerca, entienden? Ni siquiera quiero que le dirijan la palabra! MALDITA SEA NI LA MIREN.
Dije y lo golpee.
~*~
Narra Pilar
Esperé diez minutos en la taquilla pero Purre no apareció tal vez tenía cosas más importantes que hacer, y no me quejaba. No me gustaba ser un estorbo en su vida. Así que saqué mi libro de historia de mi próxima clase, sin darme cuenta choque contra alguien.
- Lo siento! Lo siento, apresure a decir
Era una chica, muy bonita. Tenía cabello castaño, ojos verdes y pestañas largas. Yo era uns cinco centímetros más grande, me decido una sonrisa tierna.
- Tranquila, también eres nueva?
Preguntó recogiendo un libro que se le había caído.
- Sí, mi primer día
Ella sonrío
- Dios, eres la única chica que hasta ahora conozco que no es una maldita diva o estás loca, ambas reímos, - Soy Renata!
Me tendió la mano y la tomé
- Pilar Pascual
Ella asintió
- A qué clase vas? Preguntó
- Historia universal
Sus ojos se iluminaron y sonrío
- Yo también! De hecho! Miro mi horario! - Tenemos las mismas clases, sonrío feliz
Sonreí aliviada
- Gracias a Dios!! Me reí
Renata era una chica muy talentosa, le gustaba cantar y me contó que vivía con su familia en España y le dieron una beca lara estudiar acá, así que no pudo perder esa oportunidad. Hasta ahora está se quedando en un cuarto en una residencia de ancianos ya que su abuela tiene una prima que vive allí.
- Oye, tuve una idea
- Dime, ella dijo dejando sus libros en la mesa que escogimos para ambas
Me sente a su lado
- Por qué no te quedas conmigo en mi apartamento? Entre las dos nos ayudamos con los gastos y no tienes que pagar alquiler.. Además el parqueadero es gratis, ofrecí
Ella me miro y sus ojos brillaron con emoción.
- Haría eso por una desconocida que apenas conoces hace 12 minutos y que vive en una casa para ancianos?
Dijo con emoción.
Ella tenía un punto, pero se veía que era una chica genial.
- Claro! Respondí sonriendo y ella dio un gritó antes de abrazarme.
- Gracias, Gracias Pili!
Y yo me reí.
Después de las clases fuimos a comer, tomé un sándwich de jamón con refresco, Renata un sándwich de pollo. Me gire para buscar a Purre en la multitud.
- Qué estás buscando? Preguntó Renata que nos dirigía a una mesa cerca de los ventanales.
- A..Umm... un amigo!
Dije mirando a mi alrededor
- Como és?
Preguntó ayudándome a buscar
- Es alto tiene cabello negro, ojos avellana y es muy... ÁH! Ya lo vi.
Dije señalando a Purre que estaba dándole la espalda mientras hablaba con Santiago.
- Uy, quién es su amigo?
Preguntó ella tímida
- Santi? Me gire para verla a ella. - Es Santiago, dije riendo socarronamente
Ella se sonrojó
- Oh, sí eh, se rio nerviosa y miro su sándwich
Solté una risita
- Te parece lindo Santiago? Pregunte Ella asintió. - Tal vez te lo presente, dije
Ella abrió los ojos de par en par
- Pili, que vas ha...
- SANTI! Grité
- Pili! Me susurro Renata que ahora estaba más roja que antes. Santiago se giró a donde mi y me guiño un ojo.
- Organízate Rena y baja el color que él ya viene. Bromeé
Ella aterrizada me miro y paso los dedos por su cabello hermoso.
- Es una broma, Rena! Estas hermosa! Le dije y me giré donde Santiago ahora caminaba con Purre hacia acá.
- Hola nena, dijo Purre besando mi frente.
- Hola Cariño, le sonreí
Él escogió asiento a mi lado y se acercó aún más. Pero mi atención estaba en la reacción de Santiago y de Renata.
Santiago había quedado unos segundos paralizado mirando a Renata. Era muy hermosa, y ella también lo miraba a él, Santi también era muy apetitoso, Vaya muy guapo. Santiago tomo asiento a la derecha de Renata y ambos parecían corresponder.
Me aclare la garganta
- Chicos, ella es Renata! Rena él es Santi, me dirigí a Santi. - Y él es Purre, dije mirando a Purre que tenía la mirada fija en mi boca.
- Es un placer, Renata! Dijo Purre
Ella asintió
- Lo mismo!
- Un placer conocerte Renata! Dijo Santiago en un tono seductor.
Oh no, más vale que Santiago dejé de hacer eso. Ella no era como una de sus chicas. Al parecer todos los chicos eran unos imbéciles para conquistar las chicas.
