Narra Pilar
- Wow, wow!!! Fruncí el ceño analizando lo que Renata me acaba de decir, - Me estas queriendo decir que tú y Santi.... ?
Ella asintió mordiéndose el labio. Parecía avergonzada.
- POR QUÉ MIERDAS HICISTE ESO? Grité
Ella suspiro.
- Santiago es el tipo de chico que no descansa hasta conseguir lo que quiere.. Y estaba un poco intenso.. Y yo no quería seguir con eso, así que. Lo hice. Pero soló para quitármelo de encima.
Dijo nerviosa.
Solté una carcajada y me miro confundida.
- Qué da tanta gracia? Pregunto
- Estas demente, me rei
- Lo dice la chica que beso con su mejor amigo esta mañana?
Dijo arqueando una ceja
Rodeé los ojos
- Estoy cansada de luchar con lo que siento por el, es eso.
Me encogí de hombros.
- Eso tiene que ver con lo de Diego, verdad? Preguntó. Asentí y ella suspiro. - Pili, creo que deberías decirle. Dijo
Negué fieramente
- Purre es muy impulso, probablemente corra y busque a Diego y estaremos en problemas.
Dije tomando de mi taza de café
- Aún así, él merecer saberlo. Rogó. - Para cuando se entere ya no será una bola de nieve grande que caerá en ti.
Me puse de pie suspirando y ignorando el echo de que ella tenía razón.
- No, Rena! Él no se va enterar.
Lleve el vaso a la cocina.
- No? Algún día tendrá que decirlo. Su mejor amiga con su primo y nada? Mi consejo, dile a él antes de que sea tarde.
Él no te perdonará si tú mentiste.
No quería escuchar más. No quería pensar en eso, todavía buscaría una salida a todo. Lo haría, pagaría ese dinero y mis papas y Purre se quedarán libres de esa maldición.
- Tema cerrado, Renatita! La mire, - Vete a cambiar, entramos en cuarenta y cinco minutos.
Ella suspiro rendida y camino a su habitación.
Vesti unos shorts blancos y una playera negra de tirantes, y recogí mi cabello en un moño perezoso, era un día demasiado soleado y caluroso, así que puse los lentes de sol negro. Clase espanhol entre otras clases donde me iba.. bien. Mis calificaciones en México eran muy buenas , y por eso muchas veces me ganaba regalos de mis padres. Era muy adorable eso!
En la clase una chica hermosa estaba sola en la esquina del salón. Tenía el pelo rubio y corto. Vestía decentemente. Me acerque a ella.
- Quieres hacerte la tarea con nosotras?
Dije dulcemente.
Ella sonrío y asintió entonces se acercó con timidez.
- Hola! Dijo tímida
- Hola! Dije dulce, - Soy Pilar y ella es Renata.
- Un gusto, Soy Majo. Respondió ella sonriendo.
Majo era algo tímida, pero genial y muy inteligente. Nos contó que vive con su mamá cerca a la escuela, tenía un perro y amaba música clásica y la literatura inglesa. Renata le contó sobre ella y yo hice lo mismo, reímos toda hora y hablábamos de todo.
- Entonces vamos a almorzar? Podemos adelantar algo del trabajo.
Ofreció Renata.
Ella pareció feliz y asintió.
- Claro! Sonrío
- Chicas, necesito llevar esos libros a mi taquilla, ya veo allí? Pregunte
Ellas asintieron y siguieron su camino a la cafetería. Caminé a mi taquilla y entre mis cosas y saqué mi celular. Tenía una mensaje de Diego.
Mi sangre se congeló y me obligue a respirar tranquilamente y lo abrí con las manos temblorosas.
Diego; Hermosa, ya me enteré que tú y Purre están juntos( los chismes vuelan, no?) :) espero que hagas muy bien su elección. :))
Trague fuerte, necesitaba conseguir ese dinero en ocho semanas. Y no tenía idea de cómo.
Cerré mi taquilla rápidamente y metí mi celular en el bolsillo trasero de mis shorts. Camine rápidamente a la cafetería sintiéndome maluca y mis rodillas temblaban. En que tes has metido, Pili?
OUCH! Choque con alguien y me sobresalté.
- Mierda! Murmuró un chico tocando su hombro.
Era alto rubio y un poco robusto
- Oh, ah, tú eres nueva puta de Purre, verdad? Se rio burlón.
Lo mire boquiaberta, LA QUÉ?
- Qué dices? Me atragante
Él me miro de los pies a la cabeza.
- Ya veo porque Juana a estado tan estresada. Eres un dulce melocotón. Ronroneó.
- Vete al inferno! Grité y pise su piel y salí de allí.
La cafetería estaba infestaba de alumnos, pero antes de encontrarme las chicas necesitaba tranquilizarme. Tomé una botella de agua y busque la mesa. Estaba Purre mirándome con un asiento vacío a su lado, mi pecho flaqueó. Soló verlo una calma gloriosa se apoderaba de mi y todo lo que había sucedido se esfumó mágicamente, mis rodillas se debilitaron. Ese chico era caliente, era el prototipo de hombre que define la masculinidad perfecta, hacia que cualquier mente hiciera chispas. Pude divisar los demás alrededor de la mesa pero soló lo miraba a él, y él miraba a mi.
Cuando llegué me senté no muy segura si darle un beso o no, pero al parecer fue en vano mi timidez porque en cuanto puse el trasero en la silla su boca capturó la mía. Los de la mesa rieron y silbaron. Yo sonreí contra sus labios y acaricie su cabello, él soltó un gemido bajo y separó de mis labios besando mi frente.
- Te extrañe, nena! Murmuró
Lo abracé y él me cubrió con los brazos.
- No vas a comer nada? Él preguntó
Mire mi bandeja vacía y negué con la cabeza.
- He comido con Rena antes de venir, no es? Me aseguré de darle una pequeña patada bajo a la mesa para que siguiera mi mentira.
Ella estaba absorta en una conversación con Majo pero miraba de reojo a Santi, que parecía embobado mirándola. Me reí.
- Eh, si si! Dijo Renata y sonrío.
Afortunadamente fue creíble.
Purre suspiro y me pasó un brazo alrededor de mi y me acerco aún más a él, sonreí y puse la cabeza en su pecho.
- Ya viste como tú nueva amiga dejo a Facundo intimidado? Susurro divertido en mi oído.
Me giré a ver a Facundo que miraba sin dissimulo a Majo, y ella pretendía ignorar su mirada profunda.
- Que traen sus amigos con mis amigas?
Bromee riendo.
Purre se rio y me dio un beso corto.
- Lo que yo traigo contigo, preciosa!
Murmuró y me derretí
