Capitulo 19

449 45 1
                                        

Narra Pilar

Subí al auto por mi misma y espere a Diego subiera.
- Qué diablos pasa con mis padres?
Demandé casi en un gritó. Él soltó una risa.
- Ya lo veras hermosa
- Mis padres están bien? Por favor, ellos tienen que estar bien.
- Hasta ahora. Me miró de reojo. - Están muy bien.
El aire abandono mi cuerpo. Diego que tenía con mis padres? Algo estaba pasando y lo sabía desde que había llamado a mi madre. Haría cualquier cosa por ellos, y si Diego ya les había echo daño yo lo lastimaría él.
- Dime, por favor!
Susurre con la voz temblorosa
Él solo miraba al frente mientras conducía y una sonrisa.
- Tu família ha sido muy unida a Gimenez, son amigos hace años, no? Todo empezó cuando noté que Purre tenía algún enamoramiento secreto por ti. Explicó con odio, - Y ver que Purre siempre conseguia lo que quería me estaba artando, entonces fue cuando tu padre, pidió un dinero necesito a mi familia, y no hablamos de poco dinero, querida! Hablamos de millones de dólares.
Me obligue a seguir calmada y no golpearte a su cara.
- Mis padres porque no dijeron nada a los Giménez? Reproche.
- Por vergüenza. Respondió.
- Mientes. Gruñi
Él solto una carcajada. Lo miré.
- Y qué vas a hacer conmigo? Cambie el tema aún con miedo fresco corriendo por mis venas.
- Te tengo una salida muy buena para todos. Escúchame bien! Él se removió en su asiento y me miro directamente a los ojos. - El rencor es algo que pocos tenemos, y que aún más poco sabe se vengar.
Empezó él.
- Y es malo. Conclui
- No es malo, no soy una persona mala.
Me incline hacia su rostro.
" Al grano, idiota. Musité
Él sonrío.
- Siempre me han gustado las chicas directas y sin miedo. Suspiro. - Mira, hermosa la única forma que tu familia y Purre estén bien, bueno tiene dos opciones o puedes quedarte conmigo o pagarme todo lo que me debes.
Dijo tranquilamente.
OH NO! No puedes hablar enserio. Me eché a reír
- Bien chiste! Dije entre risas. - Ahora dime, cuál es la salida?
Sus ojos se pusieron de nuevo frio.
- No tengo tiempo para bromas, niñita.
Me quede de boquiaberta y cualquier rastro de humor de había esfumado.
Eso ni muerta!
- Estas loco? Musité - Y que eso tiene que ver con Purre? Es su primo. Dios!
Su sonrisa se hizo oscura.
- Eso es muy obvio, no? Ustedes dos se miran como cualquier cosa. Susurro. - Menos de amistad. Es mi oportunidad perfecta, hermosa!
No podía dejar de pensar en Purre y mi familia. Son todo lo que tengo, no puedo hacerlos sufrir.
- Te pagaré cada centavo que le prestaste a mis padres, no los quiero con su dinero sucio. Y yo nunca quedaría contigo. Nunca!
Necesitaba tiempo, tiempo para buscar otra solución, si no la encontraba preferiría a morir a quedarme con ese chico! Asco.
- Está bien, hermosa. Tiene ocho semanas. Ni una más. Y no necesito decir que esta conversación es entre nosotros, verdad? Si no, sería muy triste para tus padres perderlo todo.
- Tú me das asco. Nunca podría decir que es de la familia de Purre. Él es tan diferente de ti, por eso estás tan amargado. Nunca será él, y no le temo a los hombres, como tú. Pero con mi familia y con Purre, fuiste demasiado lejos.

Si antes pensaba que no podía tener una relación con Purre, ahora no cabe la menor duda.

~*~

Salí de allí como un rayo. Después de prometerle a Diego que no le diría a nadie. Dios mío! Saqué mi celular.
43 llamadas! Diez pertenecían a Renata, cinco a Facundo, dos de Santi. Vienticinco de Purre! Oh no, Dios!!
Tres mensajes una de Renata y dos de Purre.
Renata: Dnd stas? Purre está como loco! Estás bien?
Purre: Donde estás?
Purre: MALDITA SEA PILAR! CONTESTA!

Miré la hora: 4:45pm. Tenía quince minutos para llegar al apartamento antes de que se armara una verdade revolución.
Las puertas del ascensor se abrieron y suspiré de alivio, el pasilo estaba silencioso mierda. Y si Renata ya les había contado? Corrí por el pasillo y busque las llaves con las manos temblorosas. Abrí la puerta y suspiré, dejé el bolso en el perchero. Entonces, me giré.

Purre me miraba, su cara lucia preocupado y aliviado y enojado. A su lado estaba Renata encogida de hombros! EN LOS HOMBROS DE SANTI! Oh, eso tendríamos que hablarlo cuando se calme lo que sigue, y Facundo me miraba como si fuera mi padre y quisiera matarme.
- Hola, chicos! Murmuré pasando una hebra de cabello detrás de la oreja.
Purre dio un paso adelante y Facundo se puso de pie inmediatamente.
- Por qué no contestabas? Preguntó Purre de repente cansado, ignorando el hecho de que Facundo estaba en alerta.
Me encogí de hombros.
- Me quede sin batería. Mentí.
- Donde estabas? Preguntó sin antes de que pudiera terminar.

Lo mire! Qué? Me creía una niña pequeña para controlarme así? Y aunque sabía que no podía sentir rabia en ese momento. La sentí y golpeo tan fuerte en mi pecho que me hizo jadear indignada.
- Por qué? Soy tan estupida para salir sola? Mascullé.
Su cara palideció
- No quería decir eso. No contestabas, Pilar no sabía dónde jodido te habías metido, tú no mencionaste que ibas a salir, estaba asustado.
Respondió.
- Dime, Purre! Desde cuando te tengo que pedir permiso para salir? Ah?
Le di mi mejor mirada furibunda.
- Eso no es lo que dije! MIERDA, Pilar!
Dijo perdiendo la paciencia.
Facundo se acercó a él, se veía tan estresado que quería consolarlo. Si algo aprendí de José Giménez era que es muy sobreprotector y impulsivo. He aquí una muestra de ello.
Me obligué a calmarme. Si quería retándolo conseguiría provocarlo.
- Haber, Chicos! Puedo hablar con Purre a solas? Pregunte.

Unos segundos después estábamos solos en medio de la habitación estábamos separados por un largo sofá. Eso era demasiado espacio entre nosotros y necesitaba calmarlo, y a mi también. Una parte de mi quería salir corriendo y dejar todo, estaba tan cansada.
Atravesé la habitación despacio, con miedo a que me rechazara pero hizo todo lo contrario, me miro con desespero, él sabía lo que yo iba a hacer y estaba desesperado. Así que apresure el paso, al parecer para él no fue suficiente y me encontró a mitad de camino.
Me abrazo y inmediatamente me eché a llorar, mierda. Amaba y odiaba sentirme tan segura en sus brazos, todo lo que dijo Diego hoy, todo se borró cuando estuve allí. En sus brazos.
Intenté controlarme pero mi pecho se sacudía con sollozos incontrolables me sostuve firmemente de su pecho y él me abrazo con tanta fuerza cuando me di cuenta habíamos caído al sillón.
Me alejé de su pecho.

- Lo.. siento! Murmuré
Él negó con la cabeza y acuñó mi rostro entre sus manos.
- No sientas nada, dale? Dime que te tiene así.
Él prácticamente rogó. Me sacudió en un sollozo y él me atrajo a su pecho. No podía decirte la verdad. No podía aunque lo quería demasiado no podía. Así que decidi contarle una parte de mi problema.
- Estoy preocupada, Purre. Murmuré y sorbí la nariz. - Mis padre ellos... pasa algo, lo sé y aunque no me creas pasa algo.
Él me abrazo con más fuerza.
- Si te creo, diablos te creo! Pero si ellos no dicen que pasa algo. Qué estaría pasando? Dijo.
Caímos al sofá yo acostaba en su pecho. Quería decirle que estaba equivocado, quería decirle todo, quien en verdad era su primo. Todo! Soló asentí.

Pasaron unos minutos, mis ojos se empezaban a sentir pesados y el cansancio era mortal. Aún estaba aferrada a su pecho como si fuera mi tabla de salvación y en parte lo era.
Fue hasta que él habló.
- Odio que me ocultes las cosas.
Murmuro Purre simplemente.
Levante la cabeza confundida y él apretó su agarre, lo miré a los ojos.
- De que hablas? Tartamudeé
Me miro y sus ojos miraban profundamente mi rostro. Mierda, mierda, mierda.
- Me estás ocultando algo, Pilar
Tragué fuerte y negué
- No.
Suspiro frustado y cerró los ojos unos segundos, antes de que me diera cuenta rodé mi espalda y él estaba cerniendo sobre mi, nuestras narices casi juntas.
- Algo te esta torturando y entiendo que no queiras decirme, bien? Pero, quiero que sepas mi chaparrita. Me miraba con esa intensidad que debilitaba mis rodillas y aceleraba mi corazón. - Que sea lo que sea, lo superaremos JUNTOS! Bien? Tú y yo, a cualquier circunstancia lo superaremos todo juntos.
Asentí mordiendo mi labio. Era tan malditamente dulce.
- Te quiero, siempre! Es lo mejor de mi vida, cariño!
Lo abrace por el cuello, y me aferré a él.

Tal vez era por el sueño, o las frustraciones acumuladas. Pero juré sentir que beso débilmente mis labios.

Mi Suerte 🍀Donde viven las historias. Descúbrelo ahora