Narra Pilar
Desperté. Jadeando y sudando el miedo aún retumbaba en mi: una pesadilla con mis padres! mi corazón latía irregular en mi pecho entonces una mano de ajustaba a mi cintura de una manera protectora. Era Purre.
Dormía plácidamente a mi lado, ese rostro tan hermoso, tan relajado, es tan tierno que as veces me pregunto porque eligió a mi.
Yo estaba siendo muy egoísta, estaba jugando con la suerte, la vida de mis padres y de mi amor, a cambio de la felicidad. Si, mierda.
Me puse de pie en un brinco cuando ese pensamiento me abordó. Estaba siendo muy egoísta. Necesitaba acabar con eso, pero no sabía cómo. Me pasé las manos por el cabello pensando en algo, no podía seguir cometiendo errores.. Pero, quien me aseguraba que era lo correcto a hacer? Nadie. Nadie sabía el destino de nadie. Y ese era mi destino: ser infeliz por las personas que más amo.
Suspiré y salí hacia la cocina. Dios me iba a doler como el infierno ver la cara de Purre odiándome y me dolería aún más verlo con otra mujer... Yo lo amaba. Y era verdad, yo lo amaba desde el momento en que nos miramos a la primera vez, hace años. Lo amaba cuando me abrazo con mi primer corazón roto, lo amaba cuando cantaba para yo dormir. Lo amaba desde que llegué a Buenos Aires y él abrió la puerta con ese cuerpo y ese rostro perfecto.
Y porque yo lo amaba que no podía seguir así. Aleje todos mis pensamientos de mi cabeza angustiada y nerviosa y encendí la tele, era temprano así que soló estaba dando una clase de cocina en la tele. Le baje el volumen y saqué unas fresas de la nevera y me senté a fingir mirar el programa mientras un dolor amargo subía por mi garganta. Pasaron casi media hora cuando sentí la puerta de mi habitación abrirse, corrí hacia la cocina con mi respiración irregular, entonces me obligue a tomar una postura sería .
Unas manos se postraron en mi cintura con una pasión y un amor que casi me despedazan allí mismo, su boca llego a mi oído y mordió el lóbulo haciéndome tragar un jadeo.
- No me gusta despertarme cuando no estás en mis brazos.
Murmuró poniendo mi piel de gallina.
Respiré hondo y me aleje lo suficiente, y lleve un mechón atras de mi oreja.
- Eh... yo tenía hambre.
Dije dejando el plato vacío de fresas en la cocina y girarme. Purre me miraba receloso.
- Pasa algo, Pilar?
Negué tragando fuerte.
- Nada. Me tomare un baño. Iba a pasar cuando él me llamó.
- Pilar??
Apreté los dientes y me giré. Estaba a punto de llorar.
- Si?
Sus ojos me dieron la ternura más hermosa que nunca había he recebido y por un momento, soló por un momento pensé en decírtelo todo.
- Te amo, Nena!
Él susurro.
Me congelé. Sintiendo mis ojos llenarse de lagrimas. Lo amaba también, Dios lo amaba mucho. Pero no, no podíamos.
Soló asentí y me aleje rápidamente de allí, segura que estaba decepcionado con mi reacción.
~*~
- ME JODAN! Pilar. - Grito Renata. - En sério? Lo vas a hacer eso? Purre te AMA!! Dios TE AMA! Se nota cuando te mira.
Asentí con lágrimas en los ojos, mientras me duchaba lloraba fuerte segura de que por el filtro del agua nadie me escucharía sollozar.
- Tengo que hacerlo, Renata! Son mis padres! Yo también lo amo, Pero... Mi voz se quebró. - Necesito que me apoyes en esto.
Renata era la única que sabía absolutamente todo. Me miró y me abrazo , entonces asintió.
- Va a destrózalo! Lo sabes, verdad?
Murmuró en mi hombro.
Asentí sollozando más fuerte, entonces cuando iba a hablar sonó mi teléfono.
Una mensaje: Purre.
" Purre: No se que tenias esa mañana, tal vez te asuste con el " te amo" pero no podía negármelo más, Pilar. No estés rara conmigo, me siento perdido sin vos. Te amo mi princesa. "
Temblé. Entonces me eché a llorar con el teléfono en mis manos. Renata leyó el mensaje y me miro.
- Esto no estará fácil, Pili. Susurro. - Tienes que ser fuerte, firme.
Lo haría. Lo haría por él, por mis padres. Lo haría cueste lo que cueste.
