Capitulo 27

490 38 7
                                    

Narra Purre

- Todo calmado, nena!
Solté un suspiro cuando me dejé caer en el sofá al lado de Pilar.
Ella tomo mi mano y me giré para mirarla, sin evitar que toda esa cosa que ella me hacia sentir en mi pecho brincara al ver su rostro tan hermoso, esos ojos verdes, cejas marcadas, pómulos altos y labios carnosos y rosas.
- Como estás? Preguntó.
Había venido con el propósito de besar y tener a mi novia en mis brazos toda la noche, pero, me había encontrado con mi novia apenas vestida en pijama y ella tenía una maldita pijamada con sus amigas. Santiago peleó con Renata de una manera no agradable y Facundo parecía que iba a vomitar.
De resto, todo bien.
En vez de decirle eso, la miré, suspiré y me acosté en sus piernas.
- Mucho mejor ahora y tú?
Pregunte jugando con su cabello.
No respondió, hizo algo mejor: se agachó y me beso, mordiendo mi labio y el deseo se desató en mi. Fuerte y claro como lo que siento por ella. Entonces se alejó dejándome allí agonizando por sus labios.
- Ojalá que estén bien Rena y Santi!
Reprochó. Ella tenía un gran corazón bondadoso, pero ahora me importaba una mierda cualquier persona que no sea ella.
Me levante y me incline a besarla, ella se fue acostado en su espalda hasta que me acomodé y quede encima de ella besándola como si propia vida dependiera de ello, y en parte lo hacia. Sus brazos se enredaron en mi cuello y sonreí contra sus labios.
- Te quiero muchísimo, mi amor!
Murmure besando la nariz.
Ella gimió y busco mi labios.
- Te quiero muchísimo más, cariño!
Dijo embelesada.
Sonríe y la bese su nariz entonces ella se rio y me reí con ella.
- Pasarás la noche conmigo?
Pregunte rogándole a quien me escuchara que por favor dijera que sí.
- No creo, Purre!
Sussurro y casi gritó frustado. Entonces enterré mi rostro en su cuello dejando que mis pulmones se llenaran de su aroma.
- Por favor, La besé, - Por favor, La besé, - Por favor, La besé y se río y me detuvo mordiendo mi labio inferior.
Di la vuelta para tener su cuerpo encima del mío, tal como otra noche tenía. Soló que esa vez no estaba desnuda, gimiendo mi nombre y una diosa.
Ella se encajo perfectamente y me abrazo entonces ambos suspiramos. Acaricie su espalda en círculos de arriba a abajo en esa pequeña playera blanca de tirantes.
- Me encanta que seas así con tus amigas, mi amor. Pero lo odio cuando eso significa no tenerte.
Admití y ella ahoga una risa
- Siempre me tienes.
Mordió mi barbilla. Gemí y negué.
- Lo sé y amo tenerte mía. Pero me encanta tenerte desnuda, jadeando mi nombre y debajo de mi.
Suspire.
Ella escondió su rostro en mi pecho, su posible, un rostro sonrojado.
- Será mejor que te vayas ya, susurro y me beso tiernamente. - Te quiero, cariño!
Suspire hondo y la abracé, incluso bese hasta que mi erección dolía y me puse de pie.
- No dormiré, pero te quiero. Descansa nena! Susurre y la besé de nuevo.

Ella me miró, sus ojos brillaban con algo que no reconocía pero en el fondo de mi, me aterrorizó.

~*~

Narra Pilar

Diego: Estoy en la entrada d tu apartamento, baja o subo x tí :)

Mi sangre se congeló y sostuvo fuerte la toalla alrededor de mi cuerpo. Había salido del baño y había abierto el mensaje de él imbecil! Mierda.
El miedo se inyectó en mi como un rayo haciéndome temblar.
- Cálmate, Pilar! Puede hacer eso.
Me sussurre mientras tomando respiraciones me ponía un jeans negros ajustados y alto. Me puse una playera blanca de tela suave sin mangas que dejaba escotado todo mi cuello y hombros. Hoy saldríamos todos un rato por la ciudad, pero no podía dejar que nadie me viera salir, tomé unas gafas de sol y tomé mi celular saliendo de mi habitación. Renata estaba en la cocina tareando una canción. Camine por la sala rápidamente antes de que se girara y abrí la puerta del apartamento asegurándome de no hacer ruido.
Mire hacia la puerta de Purre.
Todo bien.

Camine hacia el ascensor y lo abrí mirando a todas as partes y asegurándome de que nadie viniera, entonces crucé los dedos para que nadie estuviera adentro y así fue.

Salí a la calle y busque alguna señal de su asquerosa pista. Entonces vi en la esquina al audi negro y sangre congeló. Miedo. No podía demostrarle miedo, trague fuerte y me dirigí al auto entonces subí y cerré la puerta sintiendo el aroma que me dieron náuseas.
- Qué quieres, idiota?
Masculle quitando mis gafas. Él sonreía.
- Cada vez más hermosa! Vengo a recordarte el trato, Pilar. Tienes seis semanas para romper con mi primito, o ya tienes el dinero? No lo creo ... O quieres que tus padres sean lastimados por un noviocito de mierda? Puede venir a vivir conmigo.. y todo se acabo!
Dijo tranquilamente.
Mi aliento se detuvo, lastimar mis padres? Vivir juntos? Él como el sabía de Purre...
No quería preguntar.
- Te dije que tenía todo bajo control y pagaría ese dinero, sea como sea.
En realidad no tenía idea de cómo. Él sonrío de nuevo.
- Me alegro muchísimo de eso! Eres inteligente, Pilar! Y tan inteligente que sabes las consecuencias de todo eso, verdad?
Pregunto.
Asentí presa del terror. Él sonrío y estiro abriendo la puerta del Audi.
- Puedes retirarte, justo cuando mi pie toco el asfalto el tomo mi muñeca. - Seis semanas.
Asentí lentamente tragando mis ganas de abofetearlo y matarlo. Entonces salí!

Camine rápidamente hasta la entrada del apartamento y subí al ascensor recostando me contra la pared y recuperando el aliento, mis rodillas temblaban. Que iba a hacer? No tenía idea. Pero no me quedaría con ese imbecil.
Entonces las puertas se abrieron y el poco de sangre que tenía en mi cuerpo se congeló al ver unos ojos avellanas mirarme desconfiado y receloso. Mi corazón se escuchó en mi cabeza y juro que me puse más pálida de lo que estaba.
- Que hacías en el auto de mi primo, Pilar?
Preguntó Purre, en tono posesivo, receloso y furioso.

Mi jodido!Dios!

Mi Suerte 🍀Donde viven las historias. Descúbrelo ahora