Narra Pilar
Mi cuerpo entero temblaba, mis ojos ardían, pero nada de el dolor físico se acercaba al dolor de mi alma rota. Me sentia tal culpable.
- Pili, va a descansar un poco
Insistió Renata. Negué
- Quiero verlo
Ya eran las cinco de la mañana, no iría a escuela no iría a lado ningún quería asegurarme que Purre estuviera bien.
- Ya llame el director, entendió lo sucedido pero soló nos dio dos dias.
Se aproximó Majo guardando el celular en sus jeans.
Se sentó junto a Facundo inmediatamente puso al brazo alrededor de la silla de ella, ella estaba agena en una conversación con él, y aunque ella tuviera novio yo sabía que sentía por Facundo era más que amistad. Por otro lado, Santi y Rena entre más se gustaban más se alejaban, pero sus miradas decían todo lo contrario.
No entendí porque, porque no estaban juntos? Ellos no estaban amenazados por un tipo de loco. Yo simplemente no entendía las personas como no aprovechan oportunidades que les da la vida, cuando existe personas que matarían por una oportunidad así, como yo. Estaba segura que solucionaría esto, pero sabía que Purre me odiaría al saber que estaría saliendo con su primo.
Sabía que cuando cruzara esa puerta rompería aún más el corazón de Purre. Era egoísta y grosera de mi parte pero necesitaba verlo.
Me pare frente a la puerta de su habitación y tomé un suspiro profundo.
Entonces abrí la puerta y mis ojos amenazaron llenarse con lágrimas, estaban tan mal, su hermoso rostro con algunas heridas. Él miro vagamente hacia la puerta, pero curando me vio allí. Miles de sentimientos cruzaron por su rostro, trague fuerte y fingí una sonrisa.
- Cómo te sientes?
Murmuré acercándome
Él espero hasta que me acercara lo suficiente como para tomar débilmente mi mano, sólo alcanzó a rozar mis dedos.
- Roto
Susurró y lo escuche tragar.
Sorbí mi nariz y asentí examinándolo.
- Claro, me imagino.. golpeó mitad de la fiesta.. en que...
- Roto por dentro, Pilar.
Me interrumpió.
- C..c.como? Tartamudeé. - Tienes daños internos?
Por más estúpida que fuera la pregunta, no podía llegar al tema.
Purre suspiro exasperado y trago
- Sabes a lo que me refiero. Dijo Purre. - Hubiera preferido morir antes de verte con otro chico.
Fruncí el ceño
- No digas eso, Purre! Me diste un susto de muerte. Exigí
- Quién es el afortunado?
Él preguntó, era increíble que con su estado estuviera preguntándome eso.
- Eso no importa, Purre! Por favor, importa que te mejores
Él negó
- Me importa eso, Pilar! Maldita sea, importa más que todo.
Se intentó mover y una mueca de dolor lo detuvo.
- Calma! Dije. - Acuéstate, por favor
Él obedeció y cuando estuve segura de que ya estaba bien, relamí mis labios.
- Yo pensé a la circustancias, creo que sepas que yo.. Mi voz se quebró y me maldije por dentro. - Yo siempre seré tu mejor amiga. No aguante y dejé las lágrimas caer. - Me duele verte así, Purre, así por mi culpa... Cariño, sabes yo te....
- No me basta con ser soló tu amigo. Me interrumpió. - Fuiste mía... Pilar! Como puedes renunciar a algo que siempre quisiste?
La última palabra él susurro
- No me interrumpas. Rogué. - Te quiero, Purre. Aunque me odies el resto de tu vida por hacerte tanto daño, lo siento. Sorbí mi nariz y sus ojos avellanas no me abandonaron. - No te pude dar lo que me pedías..esa. Mi lengua me pesaba, no podría hacerlo mirando a sus ojos. No puedo decir que amo a alguien más, no puedo. - Lo siento.. Purre! Ojalá que algún día puede perdonarme por eso.
Me odio, odio a Diego. Odio mis padres por no decirme nada. Odio todo.
Sus ojos se endurecieron pero sabía que lo había herido.
- Lo amas a él?
Pregunto, sentí la fuerza furiosa que él emanaba.
Yo amo a ti, pensé.
Lo mire con mis mejillas echas un río de lagrimas. Y no dice nada.
- Contesta! Quiero oír lo de tu voz.
Exigió. Su rostro cada vez más duro.
- Purre... por favor
- Dilo! Pilar, solo malditamente dilo
Cerré los ojos y suspiré.
- Yo... odio, lo odio. - Suspiré. - Si.
El aire pareció pesar sobre mis hombros, y el silencio decayó, abrí los ojos con miedo, él me miraba sus ojos avellanas cristalizados pero duros y con algo demasiado obvio: despreció.
- Largo!
Susurro
Me quede helada.
- Purre..
- LARGO PILAR! Me grito, ahora había odio. - Enfermera ayuda! Gritó
Yo me quede helada, aterrada y herida con su reacción. Entro una enfermera.
- Dígale que se vaya!
Dijo sin apartar la mirada de mi
Odio. Odio! Solo eso había en su rostro.
Asentí y lo miré una última vez, susurre " lo siento" y salí de allí corriendo.
~*~
Narra Purre
La extrañaba. Dios! Como un maldito maniático. Se había ido hace una hora y trienta y dos minutos y quince segundos. Y la extrañaba porque sabía que no volvería a verla. Al menos no como antes.
La amaba: yo amaba la forma que su cabello caía sobre sus hombros y sonreía cuando estaba sonrojada, haciéndola tan tentadora, amaba sus ojos verdes con largas pestañas que se cristalizaban cuando me veía, amaba las débil capa de pecas que tenía sobre su diminuta nariz y amaba con todas mis fuerzas esos labios rosados y carnudos que se habían convertido en mi adicción.
Pero, no solo era mía.
A la vez, la odiaba: odiaba la forma en que me confundió viniendo a ver cómo estaba cuando me rompió el corazón, odiaba la forma en que esa noche me confesó que tenía a otro , odie con mi alma saber que ella estaba en los brazos de otro. Y ese sentimiento de odio me carcomió por completo cuando lo dijo "si" lo amaba.
Cuando me quede dormido, con el pensamiento en una chica rubia de ojos verdes que me miraban mientras me dejaba atrás.
No te vayas, no me dejes..
Una extraña sensación invadió mi espina dorsal y abrí los ojos de golpe, encontré mi primo mirándome.
- Hola, primo! Dijo él dando un golpe leve a mi espalda.
Suspire somnoliento y fingí una sonrisa
- Hola
Dije sin fuerzas
- Menudo golpe, eh? En que pensabas, bastardo?! Bromeó
Negué. Él no lo entendía
- Lo que hace el amor
Susurre. Su rostro resultó ser indiferente un mili segundo.
- Ay, Gimenez! El amor. Suspiro y por su tono supe que ocultaba algo.
Fruncí el ceño sintiendo de nuevo ese molestar.
Presentimientos.. algo raro.
- Que pasa? También estas sufriendo por amor?
Pregunte un con hilo de humor y cansancio.
Él me miro de reojo.
- Ay algo que no sabes
Su voz era neutral.
Dios! El malestar se estaba poniendo fuerte. Lo ignore y me centré a él
- Qué pasa? No me jodidamente asuste
- Escuche que Pilar y tú terminaron, verdad?
Preguntó Diego.
No me gustaba la manera en que sus ojos brillaron cuando dijo el nombre de ella.
No gustaba que el tema del que me hablaba de enlazara con ella.
Y jodidamente no me gustaba el malestar.
- Eso que tiene que ver?
Pregunte furioso
- Hey tranquillo, campeón. Dijo, - Es verdad que tiene un amante?
Me tense. Eso a el que PUTAS le importaba? Eso era entre mi chica.. Pilar y yo.
Pude notar que lo que venía era malo por la forma en que su sonrisa socarrona y maliciosa inundó su rostro.
- Al grano! Escupí
Él caminó hasta la parte baja de la camilla, sonreía de oreja a oreja y se inclinó apoyando sus manos en la baranda de abajo.
- Lamento decirlo hermano, pero su amante soy yo. Sonrío felizmente. - Y sabes lo buena que es en la cama, verdad?
El infierno se desato.
