Capitulo 7

471 47 3
                                    

Narra Pilar

Se supone que los mejores amigos se cuentan todo, no? Y no se ocultan nada! Pues al parecer este no es mi caso. Con qué derecho reclama Purre que le escondo las cosas, cuando el nunca dijo que tenía novia? Ninguno.

Opté por no me enojarme allí mismo frente a la novia de él.
- Juana, ya hemos hablado de eso. Escupió Purre reteniéndome en sus brazos.
- Oh vamos, cariño no te enojes por esa pelea, sabes que soló te quiero a ti. Respondió ella con un auténtico puchero.
- Juana, es mejor que te vayas.
Advirtió Santiago
Ella lo miró y si las miradas mataran Santiago estuviera en el piso desangrandose.
- No me voy a ir a ningún lado sin antes hablar con mi novio.
Respondió Juana dándome una mirada de odio
- Juana, tú y yo no tenemos nada que hablar, ahora por favor, lárgate.
Dijo Purre
Me solté de sus brazos y Purre me miro un segundo antes de volver su mirada a Juana.
- Cariño, no me eches
- Juana Basta! Gritó Purre sobresaltandonos a todos. - Tú y yo no tenemos NADA de qué hablar, ahora, si me permites tengo el día ocupado con Pilar.
Juana inmediatamente me fulminó
- Prefieres el día con esa chica en vez de tu novia?
Gritó, alterada me sobresalté.
- Tu no eres mi novia, y esa chica tiene nombre, se llama Pilar. Escupió con odio. - Y es mi mejor amiga así que te jodiste primero está ella.
Dijo Purre enfatizando el "mi"
- No.
Me apresure a decir
Todos los ojos cayeron en mi
- No, volví a repetir tragando furte lista para lo que iba a decir.
- Que?
Preguntó Purre mirándome confundido
- No, Purre no puedes dejar a tú novia por mi, enfatice en "" - Sí, somos mejores amigos! Lo sé, pero ahora tu tiene otros amigos también, y tiene una novia.. Miré a Juana que sonreía. - No puedes estar conmigo todo el tiempo, entiendo que tenga cosas que hacer.

Deslice rápidamente mi mirada hacia Santiago que sonría dulcemente.
- Ahora, me tengo que ir.
Me despedi de Santi con una mirada.
No quise mirar a Purre.
- Pilar...
Lo escuche decir pero seguí y abrí la puerta de mi apartamento cerrándolo tras de mi.

Solté un respingo y camine hacia la cocina me habría dejado hambrienta, abrí el refrigerador. Después de comer camine hacia mi habitación, aliste unos shorts de tela rosa y una camiseta, tome mi aceite de limón para mi cuerpo, me perfume y mi tratamiento para el cabello, me quite la ropa sudada y la deje en el suelo mientras entraba en la bañera dejando que el agua caliente me relajara un poco.

No podía creer que fuera tan ilusa, Purre tenía una nueva vida, una novia, nuevos amigos.. Estaba siendo tan egoísta que me odiaba a mi misma. Después de una larga ducha, salí y me vestí, alcé mi cabello en una coleta alta. Me senté en la cama y busque algunos canales de película.

Juana era la novia de Purre, tal vez en ese momento Purre debe estar entre sus piernas, maldición!! No gustaba el sentimiento en la boca del estomago que me daba al pensarlo. Era su novia, Dios! Purre tiene novia!
Me removi en la cama y tiré la almohada contra el televisor.

Lo cierto era una cosa, había algo! Él y yo éramos tan consciente de eso que no queríamos aceptarlo, había algo si, una atracción por el sexo opuesto que nos turbaba. Y recordé como el hombre de los helados nos miraba, y la manera que Purre me miro cuando chupe de su helado, y me odiaba a mi por no poder evitar mirarlo, con otros ojos.

Me puse de pie y atrásese la habitación hasta la puerta, miré por el hoyuelo de la puerta y vi a ... Por Dios! Un Purre sin camisa. Me obligue a contar hasta cinco y calmarme antes de abrir y ignorar el hecho que tenía la parte superior de él sin nada puesto y tenía un cuerpo impresionante.

- Purre...
Dije al abrir la puerta
Al parecer él no contaba al verme con unos shorts tan cortos y a comparación mía, no se rehusó a mirarme. Él me miro lentamente.
- Yo quería... Se aclaró la garganta. - Quería ver si podíamos a hablar.
Dijo. Di un paso atrás
- Entra.
Espere a que el entrará ignorando el aroma masculino que dejo al pasar.
- Quieres tomar algo?
Dije evitando sus ojos, me maldecí por no saber disimular en eso momento. Él lo noto.
Entonces unos dedos cálidos se enrollaron al rededor de mi muñeca, y me jalaron, y me estampó contra su pecho desnudo, alcé la mirada para encontrarme muy cerca de él, más de lo cómodo, en verdad.
- No, pero necesito, quiero hablar contigo.
Dijo y su aliento chocaba contra mi nariz
- Pues habla
Dije un poco perdida por lo hecho de tenerlo tan cerca
Al parecer eso causo el mismo efecto en él y gruño en la parte baja de su garganta.
- Pero antes, quiero que sepas que nadie esta antes de ti. Escuchaste, Pilar? Nadie.

Susurro, y antes que me diera cuenta nuestros ojos estaban en los labios del otro.

Mi Suerte 🍀Donde viven las historias. Descúbrelo ahora