— Dorian — escuché un susurro.
— ¿Qué? — pregunté adormilado.
— Despierta ya, tu mamá ya nos llamó — era Brais a mi lado.
— Ahorita — dije, que fuera él en ese momento no me importaba, quería dormir un poco más.
— Dorian, levántate ya, aún tienes que cambiarte — insistió.
Amaba su insistencia.
Finalmente destape mi rostro y lo miré amargado, en su cara tenía una sonrisa muy bonita, sus labios llamaron mi atención, tal vez acababa de cepillarse los dientes o algo así por qué se veían más rojos que antes, más irresistibles que antes.
— Voy a cambiarme — le dije serio para que no pensará en todo lo que yo pensaba.
— Estaré abajo — dijo y salió de mi habitación.
Solté un suspiro. Pensar tanto de verdad cansaba, anoche estuve despierto hasta muy tarde solo pensando en cómo decirle que había besado a su hermano sin perderlo, o perder aunque fuera un poco de lo nuestro.
Estiré mi cuerpo, lavé mi cara, cepille los dientes y me vestí diferente a anoche. Bajé hasta donde ya todos almorzaban.
— Los huevos se acabaron Dorian, te levantaste demasiado tarde — me dijo mamá.
— Está bien, puedo servirme algo de cereal — le dí la vuelta a la mesa.
No había visto a Harry desde el beso, ahora estaba ahí sentado junto a toda mi familia y él. Ni siquiera volteó a verme ¿estaba avergonzado?
Caminé hasta la cocina y serví un poco de cereal de colores, no quise volver al comedor así que me senté en la barra a comerme el cereal. Me preocupaba demasiado pensar en que Megan podía decirle a Brais en cualquier momento y eso sería mucho peor, pero él solo verlos ahí, juntos en la mesa me hacía sentirme aterrorizado de lo que podía pasar.
— ¿Por qué no comes en el comedor? — Harry entró a la cocina, me sentí avergonzado como si escuchara lo que estaba pensando.
— Por que no quiero — respondí.
Él asintió. Camino hasta quedar cerca de mi y sentarse en el otro lado de la barra.
No dije nada, la verdad no tenía idea de que preguntar o que decir, tenerlo cerca me hacía recordar aquello de lo que no estaba seguro si me arrepentía.— No soy gay — dijo.
No dijo por qué me besó, no dijo que sintió ni me preguntó que sentí. Solo dijo "no soy gay".
— Se nota — dije sarcástico.
— Es verdad — respondió.
Me quedé en silencio unos segundos.
— Entonces, ¿por qué lo hiciste? — no podía quedarme con la duda.
— Lo primero, por que de verdad no te callabas, estabas demasiado alterado — rió, me giré para verlo — Y en segunda, me gusta molestar a Brais.
Nada de lo que dijo realmente me importó, lo único que me importó fué "me gusta molestar a Brais".
— ¿Por qué lo molestarías besándome? — pregunté, nervioso y ansioso por la respuesta.
— Sé que Brais es gay aunque no quiera decírmelo y finja que no lo es, y aunque esté saliendo con Dereck — siguió hablando, ¿cómo sabía todo eso? todo eso que habíamos intentado esconder — Algo me dice que le gustas tú.
— ¿Yo? — no lo pensé, solo lo dije, o tal vez lo grité.
Incluso noté que me giré por completo hacía él.
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¿Otro gay?
RomancePara Dorian Fernsby su vida entera era su teléfono, internet y llamadas. Por ello se había separado totalmente de su familia y por eso mismo su padre ha organizado unas vacaciones en una cabaña fuera de la ciudad, sin internet, sin llamadas. Rober...