"Último día"

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[Dorian]

Y si.

Último día.

Desperté cansado de pensar que mañana por la mañana ya estaría viajando de regreso a casa.

Está vez desperté más temprano de que Brais volviera a su habitación, al removerme él no pudo evitar despertar conmigo, con dificultad por la luz atravesando la habitación él abrió los ojos y me sonrió.

— ¿Qué haces despierto tan temprano? — preguntó.

— No sé, es extraño despertar y ver todas las cosas en cajas y maletas — suspiré.

— Yo no estoy en cajas aún — dijo.

— No, tú estarás en Francia — no pude evitar reír.

— Yo viviré en tu corazón — me dijo dramáticamente.

— Tienes que irte a tu habitación Romeo —  le dije quitándole la manta de encima.

— ¿Por qué no puedo ser Julieta? — reprochó.

— ¿Por qué mejor no eres Brais? Y así puedes irte antes que nos asesinen por dormir juntos — rió.

— Te veo en una hora abajo — dijo antes de salir.

— Una hora es mucho — hice un puchero con mis labios.

— ¿Media hora? — preguntó.

— Quince minutos — suplique.

— Que sean diez — dijo y salió finalmente.

Me puse de pie rápidamente para entrar al baño y acabar lo más pronto posible y llegar a tiempo abajo.

Estaban todos en la mesa, había varios asientos vacíos, el de Dereck, sus padres y el padre de Brais, odiaba mucho tener que ser el culpable de su ausencia pero odiaba más el hecho de que sus intenciones conmigo o nosotros no fueran buenas.

— Hicimos waffles para el último almuerzo — dijo mi mamá y la de Brais entrando a la cocina con grandes bandejas.

— ¡Si! — chillé.

Los waffles son mi comida favorita, en casa puedo comerlos a todas horas y dónde sea.

Brais me miró con una sonrisa al escucharme y me sentí enrojecer.

Sus ojos se hacían pequeños cuando sonreían y quería memorizar cada arruga en su rostro para recordarlo después.

— Estábamos pensando en dar un paseo por la playa en bicicletas, ¿qué opinan? — preguntó papá.

Más hacia mi, realmente odiaba cualquier actividad física y era por eso que mi peso no era el adecuado, no era demasiado pero tenía una pequeña barriga que mostraba mi poca condición.

Decidí aceptar el paseo pues mucho me había costado subir la bicicleta por las escaleras como para no usarla.

Por la tarde absolutamente todos tomamos una bicicleta, creí que sería aburrido pues simplemente andar en bicicleta no era el mejor plan, pero cuando Brais estaba ahí todo mejoraba, no sé que hacía, que pasaba o que movía pero siempre que estaba todo era mejor.

Después de varios minutos casi una hora de andar por ahí, decidí parar para respirar un momento.

— ¿Cansado? — me preguntó Brais parando a mi lado.

— Algo — respondí agitado.

— ¿Qué pasa chicos? — preguntó papá y todos se detuvieron.

¿Otro gay?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora