[Dorian]
— ¿Qué carajos Brais? — solté sin pensar.
— Yo tampoco tenía idea.
Quise pensar lo mejor pero no pude, apareció un dolor de cabeza enorme e intenté mantenerme sin expresión para no hacerlo sentir mal pero fué inútil.
Mis ojos comenzaron a enrojecerse de inmediato y por más que intentará evitarlo seguían ahí.— Dorian, no tiene que ser malo — intento explicarse.
— Tenía miedo de que no funcionará estando a dos horas, ahora dime cómo vamos a vernos si te irás hasta Francia — le dije.
Él se quedó en silencio y lo entendí, ni siquiera yo sabía que decir.
— Hay muchas relaciones a distancia —dijo despacio.
— No funcionan Brais, siempre dicen que funcionan pero no es así — solté rápidamente.
— Haremos que funcione, no somos como los demás — puso su mano en mi pierna.
Odiaba esta parte de mi en la que nadie podía hacerme cambiar de opinión y me enojaba con todos.
— Eso se dice siempre pero Brais seamos, estaremos ocupados en muchas cosas, eres un año mayor ya entraras a la universidad no quiero tener que quitarte tiempo que puedes utilizar en ti — le expliqué.
— No importa si estoy aquí o en otro pinche planeta Dorian, el tiempo que tengo para ti lo voy a tener siempre.
Ya no quise decir nada más, no era su culpa y mi plan no era hacerlo sentir mal así que si seguía hablando acabaríamos mal.
— Mañana hablaremos mejor.
Me recosté en la cama y me cubrí con las mangas, él me imitó.
— Abrázame — le pedí.
Se acercó a mí de la manera en la que lo necesitaba.
— Me tienes aquí, te lo digo ahora y te lo diré desde Francia si es necesario — besó mi hombro.
**
Desperté por la luz del sol y me removí en la cama unos segundos, Brais ya no estaba en la cama, supuse se había ido a su habitación pues no nos dejaban dormir juntos.
Me duché porque el día parecía mucho más caluroso que de costumbre.
Cuando salí bajé y solo estaba Harry en la sala de la cabaña.
— ¿Dónde están todos? — pregunté y me senté.
— Parece que acamparemos esta noche de nuevo y fueron a ver si el lugar era seguro — dijo concentrándose en las piezas del rompecabezas frente a él.
— ¿Acampar de nuevo? Maldita sea — solté — ¿Tú por qué te quedaste? — pregunté.
— Brais necesitaba comprar algo y me pidió que me quedara para cuando despertarás no estuvieras solo — sonreí sin poder evitarlo.
— No quiero perderlo — le dije ayudando a acomodar algunas piezas.
— Ya te dijo lo de Francia — afirmó.
Asentí.
— Me da miedo pensar que estará tan lejos, no tengo puta idea de la geografía así que no se exactamente pero Francia suena lejos — dije intentando prestar más atención en las piezas que en mi.
— Por favor, estuvieron como pendejos más de un mes engañandose el uno al otro sobre sus sentimientos para que digas que no podrán estar juntos virtualmente si eres ¡adicto! a las redes sociales — dijo dejando de prestar atención a la mesa.
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¿Otro gay?
RomancePara Dorian Fernsby su vida entera era su teléfono, internet y llamadas. Por ello se había separado totalmente de su familia y por eso mismo su padre ha organizado unas vacaciones en una cabaña fuera de la ciudad, sin internet, sin llamadas. Rober...