"Pecado"

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[Brais]

Después de hablar todo eso con Dorian me sentí liberado, sentí que había dicho todo lo que tenía que decirle y eso me animaba.

Era casi de noche, habíamos acordado hacerlo en la noche ya que todos estuviéramos en nuestras habitaciones.

Había evitado a Dereck toda la tarde porque no sabía que reacción tendría decirle que íbamos a salir de closet, incluso tal ves podría atreverse a adelantarse.

Jugaba con la pelota en mi cuarto pensando en las palabras que iba a utilizar con mi padre, estaba tan seguro que iba a mandarme a la mierda que el estómago se me revolvia solo de pensar en su rostro decepcionado.

Unos toques en la puerta me distrajeron, suplique que no fuera Dereck.

Me levanté con pesadez del suelo y abrí la puerta, me sorprendí de ver a Harry en mi habitación.

— ¿Qué quieres? — pregunté volviendo a la cama.

— Dorian me dijo lo que harán — dijo y cerró la puerta.

— Me parece que ya es la hora, ¿no?

— Si tú lo crees, supongo que sí.

— Papá no va a aceptarlo nunca, ahorita o en veinte años, su opinión será la misma — solté molesto dejándome caer en la cama con la vista en el techo.

— ¿No tienes miedo? — preguntó recostandose de la misma manera que yo.

Suspiré — Claro que lo tengo — seguí con la vista en el techo.

— ¿Dorian significa tanto para ti?

Instantáneamente sonreí tan solo de pensar en su risa ronca, me sentía feliz tan solo de pensarlo.

— Significa más de lo que te imaginas — le dije aún viendo al techo — Es como cuando encuentras tu cosa favorita — está vez si lo ví — Cuando encuentras tu comida favorita no quieres dejar de comerla, cuando encuentras tu canción favorita no quieres dejar de escucharla, él es mi favorito en todo, podría verlo todo el día, podría escucharlo todo el tiempo y nunca me cansaría.

Hubo un silencio.

— Mis papás ya están en su habitación — dijo en voz baja y mis nervios se multiplicaron.

— ¿Crees que debería ir ya? — le pregunté.

— Eso solo lo sabes tú — respondió.

Me puse de pie y respire intentando mantener los nervios dentro de mí y no mostrarlo demasiado.

— Voy a quedarme aquí — me dijo antes de que saliera.

Asentí y salí de una vez por todas. Caminé hasta la habitación de mis padres pero antes de decidirme entrar me encontré a Dorian, sentía mis piernas temblar y ya no sabía si era por hablar por mis padres o por como Dorian me sonreía.

— ¿Lo hiciste? — pregunté.

— Aún no, ¿tú? — respondió.

— Apenas — dije viendo la puerta de la habitación.

Su repentino abrazo me hizo sentir superior a cualquier cosa, sentir su respiración en mi cuello me había querer tenerlo así toda la vida.

No pide evitar soltar una pequeña risita cuando noté a Dorian de puntillas.

— Tengo que hacerlo ahora o me arrepentiré — susurré y nos separamos.

Abrí la puerta de la habitación de mis padres y noté que papá estaba leyendo con la luz encendida al igual que mamá.

¿Otro gay?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora