VI- Hell Arc

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Les agradecería que pudieran VOTAR este capitulo, les AGRADECERIA bastante Y COMENTENME que les pareció el capitulo, ¿como les parece los cambios en este reinicio de la historia?.

Sus VOTOS y COMENTARIOS  ME ayudan a MOTIVARME para escribir esta historia. Y para aquellos LECTORES FANSTASMAS hay una SECCION exclusiva EN el INFIERNO para ustedes.

Por cierto, aquellos nuevos lectores, les recomiendo solo leer los capítulos que tenga "Arc" en ellos.

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Una venenosa pisca de irritación carcomió paulatinamente la habitual tranquilidad proyectada en su persona, como el ave carroñera consumiendo los cadáveres de los animales, consecuente de lo que sus represivos iris de tono avellanas presenciaban actualmente en la árida área circundante del interminable reino suyo (Infierno) mientras se encontraba descansando sobre su fiel protuberancia rocosa nacida del árido suelo rojizo; con la reina de los mares descansando su mentón sobre su pierna derecha, brotándosele a ella un amenazante gruñido de advertencia que retumbo sobre su pierna y en los alrededores, vigilando atentamente con los resplandecientes iris azulados de pupila afilada a lo que se encuentra enfrente.

Por su parte, su heraldo de la muerte, Arturia se encuentra firmemente así como protectoramente posicionada frente a su persona mientras que sus pequeñas manos femeninas yacen dispuestamente sobre el pomo de una magnificente espada larga (claymore) regia incrustada profundamente a través de las áridas secciones del rojizo terreno; preparada para lidiar con cualquier situacion problemática producida por lo que se encuentra delante de ellos.

¿Cuál es la causa de su irritación?, ¿Por qué razón el estado anímico de la reina del mar se encuentra alterado? Y ¿Cuál es la causa por la que Arturia (Arthuria) asuma tal postura?

Tales preguntas son fáciles de responder con lo que se dirá a continuación.

Miles de espíritus impuros de una procedencia combinada entre lo sacro y mundano se esparcieron en la totalidad del desértico llano rojizo de su inconmensurable reino, con un aspecto íntimamente idéntico a las infinidades de posibles rasgos tanto faciales como corporales concebibles ante los cruces cromosómicos por parte de los progenitores (padre y madre), sin embargo, hay una característica particular en estos seres que los diferencian de los humanos; solamente posible por un desequilibrio hormonal. Cada uno de los mil espíritus blasfemos presentes en la árida área circundante se elevan más alto que cualquier hombre, alcanzando unas alturas de tres metros, así como también, paulatinamente los rasgos faciales tan similares a sus ascendentes mortales comenzaban un proceso de (ligera) mutación monstruosa.

No obstante, tales seres concebidos por los ángeles caidos y las mujeres humanas, los Nefilim, no eran los únicos que se encontraban presentes en la interminable llanura de su dominio (Infierno).

Otros miles de criaturas sobrenaturales acompañaban a la inmensa cantidad de Nephilim, de cuerpos humanoides los cuales se encontraban bañados de un incandescente fuego condenatorio que atrae el miedo en los corazones de todo mortal, con una prominente estela de fuego emanando del cráneo humano expuesto de las fibras musculas que suele cubrir a este conforme el interminable abismo de tinieblas manifestado a través de las cuencas, miran fijamente en su dirección; funcionando estos, tal parece, como escoltas de los Nefilim.

Y, encabezando a toda esta multitud de criaturas místicas, se encuentra aquel ángel que se arrastró arrepentido a las puertas de la hueste celestial para suplicar el perdón por la rebeldía contra el Padre. Por consiguiente, se le dictamino un juicio por la misma Presencia, a este ángel rebelde se le haría recipiente del aspecto de lo Divino: La Venganza.

Marvel (DC): LuciferDonde viven las historias. Descúbrelo ahora