Capítulo 4

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Examen de ingreso a U.A.
15 años de edad
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Tiempo presente


Los músculos de tus brazos dolían y pedían piedad, como si fueran a desgarrarse en cualquier momento. Luchando contra el dolor, el cansancio y el ardor, obligaste a tus miembros superiores a doblarse hacia abajo y extenderse hacia arriba de nuevo, cargando con unas pesas de 250 kilos sobre tu cabeza.
Contando esta, habías hecho esto 998 veces el día de hoy, por lo que dos levantamientos después, diste tu entrenamiento por finalizado.
Miraste el reloj deportivo en tu muñeca: 5:43 am.

"Debería aprovechar el tiempo que me queda antes del examen" .

Habría tanto un examen teórico como uno práctico. Para este último estabas bastante bien. Según tu criterio (y el de Google), tu fuerza, resistencia, velocidad y agilidad estaban por encima de la media necesaria para aprobar. En cuanto al teórico... Bueno, digamos que te la pasaste el resto de tu tiempo sobrante haciendo funcionar tu cerebro y quemando neuronas.
Eras bastante lista, si, pero nunca se estaba cien por ciento seguro. Mejor prevenir que curar.

Al rato, tu alarma sonó, indicando que faltaban 30 minutos para el examen.
Te cambiaste a tu uniforme de la secundaria, el cual consistía en el típico diseño de marinero, de color azul oscuro. Suéter azul de manga larga con su conocido "cuello" en V y moño, y falda del mismo color hasta unos cinco dedos por sobre las rodillas:

Te colocaste las medias y los zapatos, y guardaste en tu mochila una muda de ropa deportiva, para después echarte la mochila a los hombros

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Te colocaste las medias y los zapatos, y guardaste en tu mochila una muda de ropa deportiva, para después echarte la mochila a los hombros. Estirarste un poco tus extremidades y finalmente te decidiste en salir de tu casa. Abriste y cerraste la puerta con sumo cuidado, procurando no hacer ruido. ¿La razón? No querías que nadie, específicamente los Kirishima, se enterara de que ibas a salir. Llamaste al ascensor y cuando las puertas metálicas se abrieron, accediste tranquila. Entonces, tus miedos se materializaron y la puerta de tus miserables y odiados vecinos se abrió.

-¡Ah, _____-chan! ¡Detén el elevador, por favor!- Frunciste el seño y lo miraste con desinterés, y haciendo totalmente lo contrario a lo que te pedía, pulsaste seguidamente el botón para cerrar las puertas.

Eijiro al ver esto corrió hacia ti, logrando separar las puertas justo antes de que se cerraran por completo.

-Eso estuvo cerca...- murmuró.

Chasqueaste la lengua.

"Fue un golpe de suerte".

Te hiciste a un lado y dejaste que el presionara el botón de la planta baja. Recostaste tu espalda contra la pared de metal y bajaste la mirada para no tener que verlo a el, esperando pacientemente a llegar al primer piso.

A diferencia del ojirubi, no saludaste al portero. Igual, nunca lo hacías.

Aseguraste el agarre en tu mochila y aceleraste tu caminar tanto como podías para perder de vista a Eijiro. Lo escuchaste gritarte a la distancia. ¿Por que? ¿Por qué no entendía que querías estar sola? ¿Por que no entendía que no lo querias a tu lado? ¿Por qué tenia que ser tan desagradablemente insistente? ¿Por que no te dejaba en paz? ¿Por que no se rendia de una vez?



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Y con esto llegamos al tiempo presente, que es cuando comienza el anime... En realidad el anime comienza 10 meses antes del examen pero buaaaaaano, todo no se puede.
A partir de este punto es donde la historia realmente comienza, donde se desarrollan las interacciones más importantes entre la prota y el Kiribb y se podría decir que los últimos capítulos fueron una larga introducción a su relación.
Y pos... nada... Feliz Navidad.

Mi Vecino Pelirrojo [DISCONTINUADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora