Mi Vecino Pelirrojo [DISCONTINUADA]

Capítulo 45

[Este libro es un desastre y está todo discontinuado porque la autora es desorganizada y escribe cualquier cosa jaja salu2]

—Akaneru— te llamó el docente con pintas de vagabundo, a lo que levantaste la vista de tu escritorio para verlo.

—Mande.

—Tienes una única solicitud de pasantía...— Shouta pareció contener las ganas de reír por un momento, cosa que te puso en alerta. A ti y a toda la clase a decir verdad.

"¿Aizawa-sensei se está riendo? ¿Cuándo cae el meteorito?" .

—...de la agencia Jackass.

Te hubieras reído de la broma, si hubiese sido una broma. Aizawa Shouta no hacía bromas.
Tu aura se tornó sombría, depresiva y pesada, tan pesada que te estrelló la cabeza contra el pupitre. La mayoría de tus compañeros te miraban con gracia, otros con pena, algunos trataban de mantener su risa en sus gargantas y a otros les valía tres hectáreas de verga. Luego estaban Bakugou y tu preciado Kirishima. El pelirrojo se levantó de su lugar exclamando "¡No se burlen de ella, Jackass es una agencia con buenos héroes! ¡Y muchos de ustedes ni siquiera tuvieron ofertas!" , por lo cual estabas agradecida. Y Bakugou se estaba partiendo el culo de risa, a todo pulmón, sin importarle un carajo tus sentimientos.

—Cierra el pico, oxigenado fan de la pirotecnia— murmuraste, siendo escuchada por el rubio, ya que, no jodas, se sientan al lado ¿cómo no te va a oír?

—¿COMO MIERDA ME LLAMASTE, MALDITA PERRA APLASTA LATAS?

—¡Bakugou!— le reprochó Eijiro desde su asiento. Sonreíste al ver al chico explosivo sentarse calladito en su lugar teniendo que retener su rabia.

"Lo tiene bien entrenado" .

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—_____-chan— el pelirrojo te tocó el hombro para llamar tu atención. Te giraste apartando la vista de tu celular, para concentrarte únicamente en el ser de luz que ahora tenías en frente.

—¿Si?

—¿Quieres almorzar conmigo?— preguntó sonriendo.

—Por supuesto.

La sonrisa de él se ensanchó al escuchar el tono alegre con el que lo habías dicho, como si estuvieras igual o más feliz que él por pasar tiempo juntos, aunque era algo raro que, so tanto te agradaba, no fueras a buscarlo por tu cuenta y en su lugar esperaras a que él viniera hacia ti. ¿Timidez quizás? ¿Vergüenza? ¿La incapacidad de ser más abierta de lo que eras ahora? Es decir, aún estabas en proceso de derrumbar tus muros, y aunque la mayoría ya habían sucumbido parecía que algunos aún persistían. Bueno, da igual, mientras ningún escombro le caiga encima mientras se abre paso hacia tu corazón, a Kirishima no le importaba tener que dar el primer paso siempre.

Esperabas que te llevara a la cafetería, como cualquier otro estudiante promedio, pero en su lugar te llevó al lugar junto a las maquinas expendedoras en el que se volvieron amigos.

—Creí que Mina, Sero y Kaminari estarían aquí— comentaste sentándote en el pasto contra la pared. Kirishima imitó tu acción.

—Nope, solo somos tú, yo, este bento y el mosquito que está intentando chuparme la sangre del brazo endurecido hace 15 minutos.

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—¿No son tiernos?— cuestionó observándote a ti y al pelirrojo compartiendo almuerzos, chistes y sonrisas.

—Si, lo son— se empeñó en que su voz sonara alegre y realmente feliz por ti, su amiga, pero aún así se notaba que era forzado.

—...¿sucede algo?

—No, no. ¿Por qué preguntas?

—Suenas algo... triste.

—...

—¿Quieres hablar de eso? Digo, anoche me aburría y leí un libro entero de psicología así que, no sé, quizás pueda ayudar.

—...Está bien.

—Si quieres podemos pasar a arreglar nuestros teléfonos después de clases y luego ir por un helado o algo así. ¿Qué te parece?

—Suena bien, supongo.

Alguien-kun: Moe, quiero explicaciones.

Lol no, adiós.