Capítulo 27

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Acabaste yendo sola a tu hogar, siendo recibida amablemente por tu padre y el agradable olor de una merienda lista.

-No soy un chef gourmet, ¡pero puedo hacer bien unos waffles con miel!- le sonreíste ampliamente al hombre y te sentaste a degustar el plato de waffles brillantes por la miel dorada, que hacían de tu boca un arrollo de saliva por lo delicioso que se veía.

-¡Gracias por la comida!- Shion abrió los ojos y separó los labios, dejando escapar un jadeo, recuperando la compostura mientras te observaba zampar la comida preparada por él mismo con rebosante felicidad.

-Me alegro que te guste, _____...- curvó los labios hacia arriba y se giró hacia la cocina para limpiar los utensilios sucios.

Por tu parte, contenías tus sollozos y calmabas tus ojos cristalizados mientras devorabas la merienda que tu padre había cocinado con amor específicamente para ti, con los labios bañados en miel.
Nunca te habías dado el tiempo ni la molestia de sentir como ese pequeño toque de amor hacía que la comida quedase deliciosa, pero ahora te era imposible pasarlo por alto. La cafetería de la academia servía deleites increíbles, pero era el perfecto gusto genérico que cualquiera podría hacer.

-Supongo que ya no es necesario que hablemos- te dijo el mayor.

-Si...- tragaste el trozo que tenías en la boca para continuar hablando- Lo siento, unos amigos que dieron una bofetada cargada de realidad y me obligaron a abrir los ojos. No estaban dispuestos a esperar que el cambio viniera de mi. Creo que me lo merecía.

Shion río dulcemente.

-Veo que fueron más efectivos que yo. A la próxima no me tomaré las cosas con calma- no podías imaginar al hombre bondadoso que era tu progenitor tomándose algo sin calma. Era como comer un burrito con un tenedor, ¡simplemente absurdo!

[¿Referencias a Bo Burnham? ¿Dónde? If you want love, lower your expectations a lot...]

-Pronto será el festival deportivo- le comentaste a tu padre una vez terminaste de comer.

-¿En serio? Nunca tuve la oportunidad de verlo. Algunos compañeros de trabajo se escabullían a los baños para verlo a escondidas o en sus horas de descanso. ¡Este año tengo que verlo, porque mi hija estará allí!

-¡Si! Gracias.

[...]

Unos golpes en la puerta perturbaron el magnífico silencio que se hacía presente en el pequeño departamento, junto con el sonido inmediato de los pasos de Shion y la puerta abriéndose.

"Si es la señora Watanabe preguntando por su gato otra vez..."

-¡_____, alguien vino a verte!

"¿Serán Misuki y Koharu de nuevo? Quizá quieran entrenar juntos o algo" .

Te levantaste de tu cama, donde anteriormente estabas acostada, y te encaminaste a la entrada. Allí, del lado de afuera de la puerta, se encontraba el conocido pelirrojo, con su cabello caído y ropa deportiva.

-¡_____-chan! Eh, yo me preguntaba si querrías ir a correr o entrenar juntos, tú sabes. ¡Es de hombres tender una mano a los amigos!- su voz, solemne, pronunciaba nerviosamente palabras que parecía haber estado practicando frente al espejo por horas y horas.

-Ah, si claro- ya tenías puesta ropa deportiva, por lo que no hacía falta cambiarse. Pasaste junto a tu padre para quedar al lado de Eijiro.

Tu padre te observó, alzando repetidamente las cejas con una sonrisa, y luego de decir un "Diviértanse", cerró la puerta.

...

"¿Qué carajos, papá?"

Mi Vecino Pelirrojo [DISCONTINUADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora