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Ya todos se habían marchado a sus respectivas habitaciones cuando JeonGguk se levantó para ir al living, no podía dormir, se encontraba bastante desanimado. Al parecer cualquier hombre era mejor que él.

Por su mente también rondaba el pensamiento de que su madre no tenía ningún problema con la homosexualidad. Él tenía que admitir que por una pulgada no soltó allí mismo que lo estaba intentando con el hombre con el que compartía casa, el mismo que ahora se encontraba totalmente enamorado de su hermano.

Algo frustrado se decidió por prender la consola, jugaría hasta que sus ojos no dieran más y se cerraran por sí solos. Esa noche ni siquiera había podido besar al peliazul, y mierda, aunque fueran un par de horas, estaba anhelando sus besos. Decidido a olvidar aquello, y seleccionó un juego de combate.

Sus músculos estaban contraídos cuando una suave mano se posó en su nuca, apretando cariñosamente allí.

- ¿Qué haces despierto? Pensé que dormías.

JeonGguk dejó en pausa el juego para voltear y mirar al dueño de sus dilemas. Sus pulmones se llenaron de aire para luego soltar un cansado suspiro.

- Tengo insomnio.

Vio que YoonGi fruncía levemente el ceño para después acercarse y tomar asiento justo a su lado, sus dedos seguían acariciando dulcemente su nuca.

- Hey... dime de verdad qué sucede.

- Hoy casi no estuvimos juntos, solo te despediste vagamente de mi.

- Yo... sí. Me tocaba arropar a los niños, así que lo hice pero me quedé dormido en la cama de Saya, pero iba a pasar por tu habitación. No creas que simplemente me he olvidado de ti.

- Así lo parece. - susurró.

- ¿Qué? - YoonGi preguntó desorientado.

- Desde que llegó mi hermano no me has dirigido la mirada. Sabía que él sería un dolor de culo, pero no que tu caerías rendido a sus pies.

- Yo no...

- No mientas. - lo interrumpió. - parecías un ciervo encandilado por sus encantos. Hasta mi madre se dio cuenta de ello, dijo que serías un buen yerno.

La pequeña boca de YoonGi se mantuvo abierta unos segundos, dejándole saber al castaño que se encontraba muy sorprendido por sus palabras.

— Y... ¿cómo te sientes con eso? Es decir, con que a tu madre no le molesta que sus hijos estén con alguien de su mismo sexo.

— Pues... bien, por un momento quise decirle que estábamos en algo, pero no creo estar preparado para mi salida del clóset. Yo estuve mirando a otros hombres, pero no logran captar mi atención como lo haces tú.

Una pequeña sonrisa se formó en el rostro de JeonGguk al ver la reacción de YoonGi al enterarse de que estuvo mirando a otros chicos, era un pequeño celópata.

— Entonces... — YoonGi presionó un poco más.

— No lo sé... — dijo abatido. — Por más que la sociedad haya avanzado un poco más, la homofobia sigue existiendo, y Dios, me causa mucho temor el rechazo, que las grandes compañías con las que estoy haciendo negocios cambien de opinión sólo porque me enamoré de un hombre.

YoonGi hizo una mueca con sus labios para después acercarse a él y abrazarlo. Por supuesto que sabía que era difícil, él también lo vivió, pero también rescató que JeonGguk había dicho la palabra "enamorado", eso ya era un gran logro para él.

— No pienses mucho en ello. Por más que te esfuerces por ser un hombre ejemplar siempre van a haber personas detrás tuyo criticando, celosas del éxito o la valentía que tienes. Todos esos malos comentarios son hechos para ocultar sus propios temores.

Losing Control || KookGiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora