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Después del pequeño percance que se dio en la sala debido a su padre, YoonGi podía asegurar que la cena estaba yendo mejor de lo que hubiera imaginado. Su padre entendió que JeonGguk no habló directamente con su madre sobre sus gustos y mucho menos le dijo que estaban saliendo.

JaeBeom se encargó de darle la mayor charla a Sr. Min, el cual quedó encantando con el hermano más grande de JeonGguk, por otra parte, el que no estaba encantado con ése hecho era el castaño, YoonGi se pudo dar cuenta que entre ellos había una especie de Guerra Fría.

- Qué bonito collar llevas, YoonGi. - Comentó la novia de su padre.

- Oh, muchas gracias, me lo regaló alguien muy especial. - respondió, dándole una significativa mirada a JeonGguk.

El castaño sonrió con grandeza, había dado como ganada esa batalla.

Cuando el reloj marcó las doce, todos se pusieron de pie con sus copas de champán y los niños con jugo de naranja, por un momento, los hermanos Jeon olvidaron que se llevaban mal y se dieron un gran abrazo, logrando que su madre soltara unas cuantas lágrimas. YoonGi y su padre también se abrazaron, más tiempo que cualquier otro, nadie habló sobre JiSoo y SeokJin, pero la falta que hacían era inmensa, el peliazul extrañaba a su hermana, era su primera Navidad sin ella, la primera de muchísimas más. Se permitió llorar en el hombro de su progenitor, la imaginó sonriendole, con esa bonita sonrisa que heredó de su madre, la que poseían sus sobrinos.

- Sé feliz por ella, amor. - Su padre le susurró antes de depositar un suave beso en su sien. - JiSoo estaría muy orgullosa de cómo estas cuidando a Dae y Saya.

Luego de separarse, los pequeños ojos llorosos del pálido cayeron en el hombre que lo miraba dulcemente, compartiendo su dolor, SeokJin había sido como un hermano para él, sabía que Jeon no lloraría frente a tantas personas, menos delante de los niños, pero pudo sentirlo cuando lo abrazó, sin importarle que estuviera su madre y hermano presente. YoonGi se aferró a él, buscando el calor al que se había acostumbrado, ése era su lugar, no ningún otro. Ellos encajaban como dos piezas perfectas.

- Feliz navidad, Yoon. - Susurró en su oído.

- YoonGi, cariño. - La voz de la madre de JeonGguk los sacó de su burbuja. - Te están llamando... un tal JiMin.

Los labios del hombre se abrieron en una pequeña "o", de ninguna manera hubiera esperado una llamada de él, aunque tampoco se le hacía raro, JiMin era una persona muy dulce.

- ¡El Doctor Park! - Chilló la niña de emoción.

Antes de que contestara, le dio una mirada a JeonGguk, no lo observaba, pero su cuerpo estaba tenso. Regresó sus ojos a la pantalla, aceptó y automáticamente vio el lindo rostro de JiMin.

- ¡Hey, YoonGi! - Lo saludó alegremente. - ¡Feliz navidad!

- ¡Hola, Doctor Park! - Gritó Saya desde abajo y dando pequeños saltitos para ver a su amor imposible.

- ¡Pequeña! ¡Feliz navidad! Cuando vengas al consultorio tengo un regalo para ti y tu hermano. - Fue allí cuando DaeHyung estuvo interesado en la conversación, ambos niños tomaron el teléfono de YoonGi y comenzaron a hablar con el hombre hasta que se aburrieron y lo devolvieron.

- Veo que está toda tu familia allí, eso significa que la estás pasando muy bien. - JiMin le sonrió, grande y feliz.

- Así es. - YoonGi le devolvió la sonrisa. - ¿Estas de turno?

JiMin asintió lentamente; - Lamentablemente. Tuve un poco de tiempo libre y quise llamarte.

- Oh... - YoonGi no pudo ocultar su sorpresa. - Es, es muy lindo de tu parte.

Losing Control || KookGiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora