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— Puedo ayudarte, lo sabes.

— Haz hecho demasiado por mi, estoy muy agradecido contigo.

— Fue una situación muy difícil y me considero tu amigo, bueno, amigo de ambos, pero creo que tú necesitabas más mi apoyo.

— Y lo valoro mucho, Hobi. Pero esto es completamente diferente, en algún momento tengo que ir a esa casa, tengo que ver a Saya y Dae, hace una semana que no lo hago.

— Lo entiendo, pero puedo ayudarte a sacar tus cosas de allí.

— De acuerdo, está bien... solo, aún no lo quiero ver, sé que esta tarde él estará en el hospital, ¿puedes venir conmigo? — Se sentía un maldito niño tratando de evitar a YoonGi.

— Claro que sí.

JeonGguk estaba muy agradecido con el joven de cabello castaño, él se preocupó y se aseguró de que estuviera bien la mayor parte del tiempo, le vino bien su compañía, no le gustaba sentirse dolido, comenzó a odiar la persona en la que se estaba convirtiendo, había empezado a llorar todas las noches o incluso lo hacía de la nada, no le gustaba, para nada.

Una de sus peores noches, cuando el dolor emocional y la rabia se apoderaron de todo su cuerpo, estrelló uno de sus vasos contra la isla de la cocina, él no sintió los cristales hundiéndose en su palma, no vio la sangre comenzado a brotar, solo podía sentir la agonía de su corazón, llamando a alguien que ya no suspiraba por él. Lo único que pudo sacarlo de ese doloroso trance fue HoSeok, que después de su turno tocó a su puerta y vio toda su mano derecha ensangrentada, él no lo juzgó, solo lo curó y le brindó su oído para su lastimero llanto.

Más tarde ese día, JeonGguk se dirigía ansiosamente a la casa donde vivía con sus niños, HoSeok se había atrasado y prometió que lo alcanzaría allí

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Más tarde ese día, JeonGguk se dirigía ansiosamente a la casa donde vivía con sus niños, HoSeok se había atrasado y prometió que lo alcanzaría allí. Estaba confiado en que no encontraría a nadie, según su madre TaeHyung consiguió un nuevo trabajo y YoonGi estaba de turno.

Tarde o temprano él tendría que ver a YoonGi, no es como si pudiera desligarse completamente de él, tenían dos niños que cuidar y sus padres estaban juntos, sin planes de separse, aquél pensamiento le sacó una mueca, no les dijo exactamente por qué se separaron, probablemente ellos se volverían locos al saber lo de YoonGi y TaeHyung, y su madre, como la verdadera reina del drama que es, le dejaría de hablar al pálido, él no quería crear esa grieta en la relación que tenían.

Entrar a donde vivió el último tiempo le costó más de lo que creyó, la pesadez en su pecho se instaló y no se marchaba, inevitablemente sus ojos se llenaron de lágrimas, más que nada por la rabia que lo consumía por dentro, TaeHyung seguía viviendo allí, tan orgullosamente que lo envenenaba.

Tomó un peluche del suelo y lo apretó con sus manos, deseando escuchar las risas de los mellizos, extrañaba el desorden de juguetes, las manos sucias y los besos húmedos que le otorgaban.

Losing Control || KookGiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora