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Cuando llegó a casa sintió el sabroso olor de comida casera, Saya chilló de la emoción reconociendo al instante lo que estaba en preparación, YoonGi le había cumplido.

— ¡Papi hizo ternera con salsa! — chilló mientras tiraba su mochila a uno de los muebles.

— ¿Ya ves? Ahora ve a lavarte las manos así comemos.

La pequeña asintió y comenzó a ir escaleras arriba, mientras que él iba a la cocina, donde esperaba que estuviera el pálido, sin embargo, no estaba allí, luego subió hasta el cuarto de los mellizos, para ver si estaba con Dae, pero no.
Debido al ruido que hizo cuando entró al cuarto, el pequeño despertó regalándole una cansada sonrisa.

— Llegaste...

— Así es, campeón. — se ubicó cerca del infante. — ¿Cómo te sientes?

— Bien... me duele un poco mi garganta, raspa.

— Entiendo... pero pronto te mejorarás, solo tienes que tomar tus medicinas y no pasar frío.

— Está bien. — sonrió y se acurrucó.

— ¿No sabes dónde está YoonGi?

— No. — contestó, repentinamente agrio a la conversación.

— ¿Qué sucede? ¿Te retó? Sabes que él sólo lo hace porque se preocupa mucho por ustedes.

— No. — repitió. — Pero él... no me gusta que haga eso.

— ¿Retarte?

— ¡No, papá! — frunció el ceño y abultó sus labios.

JeonGguk inevitablemente recordó a SeokJin y la forma en la que este se exasperaba cuando no comprendía algo que le estuviese explicando, habían ocasiones en que lo hacía a propósito, sólo porque le gustaba ver como Jin se enojaba. Llevó sus largos dedos a la cabellera azabache del niño y lo acarició, casi con devoción. Como si lo estuviera tocando a él.

— Dime, Dae... ¿por qué estás enojado con Yoon?

— Primero júrame que no le dirás a papi...

— Está bien, lo juro. — sonrió para tranquilizarlo.

— Bueno... en la mañana, me levanté de la cama porque me sentía mejor y porque tenía ganas de hacer pis.

— Bien... ¿y qué sucedió?

— Luego de hacer pis, quise bajar porque tenía hambre y para poder estar con papi... y, y cuando estaba por bajar vi a papi con el doctor JiMin.

— Qué... ¿y qué viste?

— Tenían sus labios juntos y no me gustó verlos, papi sólo puede besarte a ti... entonces volví a mi habitación y me hice el enfermo. Papi vino y me revisó, estuvo mucho tiempo conmigo, pero luego se fue de nuevo con él.

JeonGguk ni siquiera podía emitir palabra, estaba seguro que DaeHyung no mentiría con eso, ¿qué ganaría el niño?, además realmente se mostraba enojado con YoonGi.
El castaño hizo una mueca, como una sonrisa, tratando de calmar el mal humor del pequeño.

— Hablaré con él, ¿está bien?

— Sí... ¿puedes traerme algo de ternera?

— ¡No, no hay para ti! — chilló la pequeña mientras ingresaba al cuarto con sus mangas extremadamente mojadas. No tendría que haberla mandado a lavarse las manos sola.

Mientras los niños comenzaban con una infantil pelea, JeonGguk buscó nuevas prendas para Saya, no quería a otro enfermo en casa.
Sin embargo, parecía que su mente no estaba en su cuerpo y es que en realidad se mantenía con YoonGi, ¿sería una especie de venganza por acostarse con la mamá de Candy?
Trató de calmar sus pensamientos autodestructivos y se convenció de que sería mejor esperar una explicación de YoonGi.

Losing Control || KookGiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora