10

7.2K 983 159
                                    

— ¡Aleja tus sucios labios de los míos! — chilló el peli azul cuando se percató de qué estaban haciendo.

— ¡Ay, sí claro! ¡Ahora dirás que yo te besé!

— ¡Y si eso acabas de hacer! ¡Aléjate! Mantente al menos diez metros lejos de mi. ¡Ni siquiera quiero verte! ¡Me pareces repugnante!

— ¡¿Es enserio, Min Yoon Gi?! ¡No pareces opinar lo mismo cuando te tengo ba-...

— ¡Calla tu cochina boca! — tapó con sus manos los labios del mayor. — están los bebés presentes.

El castaño giró su rostro y sonrió abochornado, no planeaba arruinar ése lindo momento con las peleas que tenía con YoonGi. Aunque sabía perfectamente que Min se acercó para besarlo, no él.

— ¿Son novios? — preguntó la niña con notable inocencia. — mamá y papá también peleaban.

— ¡Eso es verdad! — coincidió el niño.

— No, mis niños. — se apuró a responder el pálido. — no somos novios. JeonGguk es algo feo, ¿no?

— Papá no es feo.

— Pues... ¿y si ponemos a el Doctor JiMin y a su padre Gguk? ¿Quién es más lindo?

— Min YoonGi. — susurró el mencionado con sus dientes apretados.

— ¡Obvio que papá! — respondió el niño.

El Doctor JiMin. — dijo Saya con un leve rubor.

Los ojos del hombre mayor se abrieron con asombro, ¡¿su pequeña niña también lo prefería?!

— Oh, Saya. — chilló el peli azul. — tú si tienes buen gusto. Llegaras alto, bebé, recuerda lo que tu padre te dice.

— Ya basta de parloteo. — interrumpió un muy irritado JeonGguk. — los niños tienen que ir a dormir y lo único que estás haciendo, YoonGi, es distraerlos, así que vete, los arroparé yo.

Min infló sus mejillas, ya listo para llevarle la contra a Jeon, pero se contuvo, en cierta parte tenía razón, era tarde y los niños debían dormir. Sin agregar nada más, besó a los infantes y salió de la habitación.

Se odiaba

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Se odiaba. Odiaba todo de él. ¿Cómo es que había permitido que la situación llegara hasta allí? Era un maldito débil y caliente.
Iba a echarle un poco de culpa a JeonGguk también, pero ¿De qué? ¿Por ser tan malditamente ardiente? ¿Por toda la tensión sexual que traían desde la tarde?

Olvidó ligeramente sus pensamientos cuando el desgraciado agarró sus nalgas de una manera majestuosa. Ni siquiera habían podido llegar a la habitación. Es decir, en cualquier puto segundo sus sobrinos podrían salir de la habitación y verlos en pleno coito.

Aprovechó el momento que JeonGguk dejó de besarlo y se dirigió a su cuello para hablar.

— Hay que ir a la habitación. Los niños pueden vernos. — no podía creer lo agitado que estaba.

Losing Control || KookGiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora