Brook no esperó ni un segundo más, ni una palabra de nadie. Había pasado por alto el llamado que hizo su padre y Lex. Incluso saludó a su madre entre dientes mientras se apresuraba a encerrarse en su habitación. En cuanto vio su cama se dejó caer como un peso muerto boca abajo hacia ella. Se arremolinó como un pequeño ovillo, a pesar de su gran tamaño, y decidió dormir para no tener que seguir escuchando como su lobo no paraba de soltar sollozos lastimeros, y se proponía evitar recordar los sucesos del día.
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- ¿Qué ha sucedido? -preguntó la Omega líder con gran desconcierto - ¿Por qué traéis todos esa cara?
- Lo siento mucho mi señora -respondió rápido Lex - Pero si no es mucho inconveniente yo me retiro para que puedan hablar en privado. Así que, si me disculpan Líderes.El joven hizo un pequeño asentimiento a los Líderes de la Manada, recibiendo una por parte del Alfa en respuesta, para salir de la sala lo más rápido que pudo.
- Por favor, dime la verdad. ¿Qué ha ocurrido?
- Mi vida - susurró con suavidad el Alfa mientras tomaba con delicadeza su mejilla- Lo ha rechazado.
- Oh por la Diosa - no pudo evitar que se le aguaran los ojos.
- Lo siento -suspiró derrotado.
- No mi amor, tú no tienes la culpa -besó con devoción la mejilla del más alto - Has sido un padre y un Alfa magnífico. Él lo sabe. Él se repondrá de esto. Le ayudaremos, como siempre hemos hecho. ¿Sí?
- Tienes razón.Y se retiró rumbo a su despacho con paso desgastado de donde siempre solía ir cuando se sentía preocupado o inquieto.
La Omega lo observó con ojos tristes. Ella podía ver como su esposo a pesar de ser un Alfa fuerte e imponente, cuando se trataba de su cachorro se volvía un padre amoroso y dedicado. Y en estos momentos, uno completamente preocupado. Porque podría no decirlo es voz alta, pero no haría falta para la Omega, ella mejor que nadie conocía la faceta que adoptaba cuando algo le preocupaba en gran medida. Y era eso lo que la hacía pensar que jamás habría pedido un Alfa mejor para pasar con él, el resto de su vida.
Ahora dirigía los ojos hacia la que era la habitación de su pequeño. No podía evitar sentir un dolor más profundo que el de ver a su dulce cachorro destrozado. Ya lo había vivido una vez y no quería verlo sufrir nuevamente. Así que tomó su teléfono y marcó a quien creía podría ayudarla.
- ¿Sí? ¿Líder?
- Hola querida -dijo tan cándida y suave como solo ella podía- Perdona que te moleste en estos momentos pero me preguntaba si podrías acercarte un momento.————————————————————
Después de hablar con la Omega líder, la intrépida chica no tardó ni un segundo en poner en marcha su plan. Conocía demasiado bien a ese Alfa cabezon. Así que decidió hacer lo que mejor se le daba: improvisar.
La pequeña Omega subió por el árbol que estaba en el patio de la Casa de la Manada, subió hasta el balcón que daba a la habitación de su amigo, y una vez se apeó, tocando el suelo, siguió con cautela hasta el interior del dormitorio. Allí encontró un bulto peludo, extendido a lo largo de la cama. Sonrió con nostalgia y luego silbó para tener la atención del peludito. En cuanto irguió sus orejas y levantó su vista hacia ella, pudo apreciar la leve inclinación que el lobo negro formó. Era un claro «¿Qué le ha ocurrido a tu cabello?». A lo que ella contestó con tranquilidad.
- Una historia muy larga -metió sus manos a los bolsillos de su hoodie- ¿Quieres hablar de lo que ha sucedido?
Dicho lo dicho, el lobo volvió a acomodar su cabeza entre las almohadas, enviando un claro mensaje a su interlocutora.
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I Can't Get Back To The Pack! (¡No puedo regresar a la manada!)
WerewolfNoah es el hijo Alfa de la manada Greylake, quien cuida siempre de su manada como su futuro heredero, y de su hermano mayor Omega, Derek. Brook es el único hijo Alfa de la manada Blackwood, quien tendrá que competir por el mandato en la manada. Amb...