7ª Cita del Cortejo de Noah
Después de aquella maravillosa noche y mañana junto al castaño, este le convenció para que hablara con su padre nuevamente, sabía que sería de la única manera que el estado del pelinegro mejoraría. Había intentado de todo, pero muy bien sabía que el amor de un padre no se puede remplazar con nada del mundo. Sobre todo, porque había visto que su móvil no había parado de vibrar desde que habían salido de la heladería, hasta altas horas de la mañana. Habían llamadas de April, Lex, de su Madre; pero las que se encontraban en gran mayoría eran las de su padre. Se podía apreciar lo profundamente preocupado y arrepentido que estaba, aunque su compañero no lo viese.
Ciertamente pasaron toda la noche y la mañana como el castaño le había prometido: bajo las sabanas, dándose caricias, haciéndole cosquillas al pelinegro que no paraba de reír y robándose un que otro beso, aquí y allá. Luego de su última sesión de besos de despedida, el castaño volvió a insistir en que hablara con su padre, incluso le propuso que si algo salía mal él mismo regresaría a por el azabache y se lo llevaría lejos. Enternecido, el moreno asintió y se despidieron con un último beso. Mientras el castaño le susurraba que todo iría bien, que confiara en sus palabras. Y en cuanto vio alejarse en el coche al pelinegro, este tomó su móvil para llamar a Lex.
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~ Flashback~
Una vez llegó a casa, lo invadió un sentimiento de nerviosismo. Sabía que su madre iba a pegar el grito en el cielo por haber desaparecido de su radar "protector". Y su padre.... bueno, eso sería otra historia.
Abrió suavemente la puerta y cerró de igual manera, evitando hacer cualquier clase de sonido que pudiese irrumpir sus sueños. Se adentró en la casa sigilosamente, y cuando estuvo a punto de subir el primer escalón, una voz proveniente del salón lo alertó.
- Hijo.
Su cuerpo se paralizó y su sangre se heló. Oh Diosa, la persona con la que menos quería hablar en ese momento justo le había pillado. Se dio la vuelta suavemente para quedar cara a cara con su interlocutor. El mayor se acercó corriendo y levantó sus manos hacia el rostro de este. Presa del pánico el azabache viró su rostro, mientras apretaba los ojos con fuerza, esperando por el golpe. Pero.... nada llego.
En cambio su padre le había tomado del rostro y lo miró con gran tristeza. Su hijo estaba tenso y tan, pero tan sumiso que eso le encogió aún más el corazón.
- Bebé -le dijo por primera vez y este se asombró, obligándose a sí mismo a mirarle a los ojos- ¿En serio pensabas que iba a golpearte? ¿Cómo si quiera puedo levantarte la mano, pequeño?
- Yo... -se encogió en su lugar.
- No se me cruzaría nunca por la mente -lo atrajo más así sí, y comenzó a dejarle besitos en todo el rostro- ¿Dónde estabas? Nos tenías muy preocupado ¿Comiste algo? ¿No te han hecho nada, verdad?Revisó todo su cuerpo en busca de alguna marca o rasguño, y luego volvió a mirarle a los ojos los cuales apreció que los tenía levemente cristalizados.
- ¿Qué sucede? ¿Te sientes mal? -siguió dándole caricias a su rostro.
Brook no pudo evitar que su corazón se rompiese con la imagen que su progenitor le estaba brindando. Tenía bolsas debajo de sus ojos, señal de que no había podido dormir por su preocupación, y encima le preguntaba si se sentía mal o si había comido. Se sentía tan culpable por causarle tal preocupación a su padre. Se arrodilló ante él, y se abrazó de su cadera.
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I Can't Get Back To The Pack! (¡No puedo regresar a la manada!)
Hombres LoboNoah es el hijo Alfa de la manada Greylake, quien cuida siempre de su manada como su futuro heredero, y de su hermano mayor Omega, Derek. Brook es el único hijo Alfa de la manada Blackwood, quien tendrá que competir por el mandato en la manada. Amb...