I Can't Get Back To The Pack! (¡No puedo regresar a la manada!)

Capítulo 13

1ª Cita del Cortejo

Hoy tenía un plan. Definitivamente tenía pensado donde quería llevar a su compañero a una maravillosa primera cita. Claro que también sería la misma primera cita para el Beta blanco y el Omega "futuro cuñado". Él quería pasar antes a comprarle algo especial a su Alfa. Y tenía una idea maravillosa en la cabeza.

Antes de poder escribirle al Beta, este le sorprendió con un mensaje.

WhiteOne
Hey ✔️✔️
¿Estás? ✔️✔️

BlackOne
Donde más ✔️✔️

WhiteOne
Necesito hablarte sobre el cortejo✔️✔️

BlackOne
Oh, justamente también quería hablarte sobre eso ✔️✔️

WhiteOne
😆 Casualidad,Bro ✔️✔️
Entonces, dime ✔️✔️

BlackOne
Tengo una idea ✔️✔️

WhiteOne
Yo igual, viejo✔️✔️
Voy a regalarle...✔️✔️

BlackOne
Voy a regalarle flores, un ramo ✔️✔️
¿Qué opinas? ✔️✔️

WhiteOne
😶...✔️✔️
Habíamos pensado en lo mismo 😆✔️✔️

BlackOne
Mierda 😂 ✔️✔️
Espero no sea de lo mismo ✔️✔️

WhiteOne
Bueno, ya que vas a la floristería
¿Podrías acercarme? ✔️✔️

BlackOne
Tú solo dime a qué horas debo de pasar por ti ✔️✔️

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A pesar de haber tenido la misma idea el mismo día, Brook agradecía que los gustos de ambos fueran tan diferentes. Hace unos 25 minutos Nate le había escrito a Derek diciéndoles que Brook y él estarían esperando por los hermanos en la feria que se celebraba entre fechas de primavera-verano cada año en el territorio blanco.

Los hermanos no tardaron en llegar. Nate fue el primero que se abalanzó para abrir la puerta del conductor donde comenzó a descender el Omega mientras le tomaba de la mano. Y acto seguido le entregó el inmenso ramo de rosas rojas. Derek dejó escapar un aroma dulzón el cual indicaba que se encontraba plenamente emocionado y conmovido.

- Oh~ - le dio una gran sonrisa- Son preciosas. Muchas gracias, Nate.
- Es un verdadero placer, mi príncipe -besó su mejilla.

Y el Omega sintió morir de ternura, mientras que los dos Alfas que presenciaban la bonita escena sonreían enternecidos. Repentinamente, Brook se acercó más discretamente a Noah, el cual ya se había apeado desde un principio, y le hacía entrega del pequeño ramo que portaba entre sus manos mientras se lo ofrecía para que lo tomara.

- Se que no es mucho -murmuró- Pero pensé que algo sencillo sería más de tu agrado.

Lo primero que hizo el Alfa fue mirar con desconcierto al pequeño y hermoso ramo de orquídeas blancas y pensamientos púrpuras que este le estaba entregando. Por último posó sus ojos en el bonito y ruborizado Alfa que tenía en frente.