Capítulo 16

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ADVERTENCIA: *mejor prevenir que lamentar* el capítulo puede contener un ligero toque de lime o contenido sexual ligero. Puedes saltarte el capítulo o simplemente leer bajo tu propia decisión. Se marcará el comienzo y final del mismo. Sin más demora, disfruta de la lectura.
PD: disculpen si el capítulo es demasiado largo 😅💜✨








3ª Cita del Cortejo.


Era domingo. Un día antes de poder quedar con Brook. Y casualmente, Noah había conducido hasta llegar a las limitaciones de Canadá con EEUU. Había escuchado de sus amigos (los únicos que tenía) Marcus y Collin que el territorio era perfecto para liberar a su lobo un rato y poder estirar las patas. Era precioso y tranquilo el lugar. Y que además, se encontrase a las afueras de cualquiera de los territorios, de cualquier manada, era simplemente perfecto.



Se bajó de su, no tan monstruoso, Hummer y se permitió respirar el aire limpio del lugar. Comienza a sacar su camisa por encima de los hombros, para luego desatar sus zapatos y por último retirarse los jeans junto a sus bóxers.



Considera que es el momento en que se puede permitir transmutar. Su lobo corre tras oír a lo lejos el sonido de una impresionante cascada. Se aproxima más para poder beber de ella. Sin embargo, algo realmente grande impacta contra las aguas y eso le obliga a ponerse alerta. Se queda mirando fijamente las aguas hasta que ve salir a la superficie una cabellera negra, distinguiendo que esa cosa que impactó, más bien era un alguien. Lo mira fijamente y olisquea el aire para ver de quién se trata. Es Brook. El azabache se da la vuelta completamente ignorante de su alrededor, su intención es salir de allí luego de haber saltado desde lo alto de la cascada. Rápidamente se da cuenta que hay un lobo, uno gris, mirándole fijamente. Comienza a nadar hacia la orilla, cerca a donde está el lobo y olfatea el aire en busca de una señal que le diga quien es el extraño.




- ¿Noah? -aventura dudoso.




La confirmación llega en cuanto el lobo gris, que no le ha quitado la vista de encima, quita su postura tensa y la remplaza, mientras mueve parcialmente su cola de lado a lado. Entonces, una bonita sonrisa aparece y se instala en el rostro del pelinegro.


- Hola -dice suavemente.



Se acerca con cautela hasta el lobo y se sienta a orillas de la cascada, permitiéndole a ambos gozar de una distancia respetable. Le está dando la oportunidad al lobo de que se acerque sin presiones. El lobo gris se acerca cuidadosamente y se permite olfatear al humano por todas partes.



Compañero. Afirma.



Vuelve a acercarse más al humano y comienza a lamer una de sus mejillas, mientras este comienza a reír.




- Alfa~ para.. me da cosquillas ~


El lobo le ignora y sigue lamiendo hasta su cuello, llegando hasta la zona donde se concentra mayormente su olor. Esto hace que el humano se haga una masa maleable.

- Por favor~ Para, peludito~ -dice con tanto amor y deposita un besito en la naricita del lobo.


El lobo encantado con la acción se permite recostarse entre las piernas del humano, haciendo algo insólito para un Alfa, se da la vuelta quedando de espaldas y muestra su pancita al azabache. Esto provoca que el mencionado quede gratamente sorprendido, ya que un Alfa jamás de los jamases le mostraría sumisión a otro. Eso solo significaba una cosa: le estaba viendo como su igual, como su auténtico compañero, y por tal razón quería mimos de este.



- ¿Puedo? ¿De verdad? -aun seguía sorprendido.



El lobo afirmó frotándose contra sus piernas. Ese fue el incentivo para, sin más dilación, llevar su mano hasta la pancita del lobo gris y luego acariciar suavemente la zona. El lobo soltó un sollozo gustoso, cosa que no tardó en conmoverlo. Subió su mano hasta las orejitas de este acariciandolas con mucho amor.

I Can't Get Back To The Pack! (¡No puedo regresar a la manada!)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora