Capitulo 45 -Marca-

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Bulma se sentó en el suelo a lo jefe indio, esperando que Vegeta se calmara y se le pasara la rabieta.

Vegeta no pronunció palabra alguna, solo mantenía su clásica pose dando la espalda a Bulma, necesitaba respirar y calmarse, no quería decir algo que la ofendiera, sabía que ella no tenía la culpa, pero es que no podía evitarlo, su orgullo a veces era más grande que su razón.

Ninguno daba su brazo a torcer, hasta que Bulma ya fastidiada se puso de pie y dijo:

-Es mejor que regresemos a la montaña Paoz, hay mucho que hacer...

Bulma comenzaba a elevarse cuando sintió que Vegeta le sujetó la mano.

Ella no descendió y el tampoco la miro, pero no la soltaba.

Bulma entendía el carácter de Vegeta, conocía de más lo orgulloso que era y que no estaba dispuesto a dar marcha atrás, pero ella no había cometido falta alguna, así que ella tampoco se disculparia por algo que no había hecho.

La jalo con más fuerza, pero sin lastimarla, hasta que la tuvo de pie frente a él, tan cerca que podían sentir el aliento de otro.

Vegeta levantó la mirada y ella se encontró con esos ojos negros que amaba, no pudo dejar de mirarlo y él sin dejar de verla comenzó a soltar su cabello, luego colocó delicadamente sus manos rozando su vientre tomando los bordes de la camiseta para comenzar a deslizarla hacia arriba, cuando esta salió fuera, Vegeta junto su frente con la de ella, colocó sus manos en la fina cintura de Bulma y dijo en voz baja:

Soy un idiota...

Bulma totalmente sorprendida por lo que acababa de pasar, cerró los ojos suspiró profundamente y rodeó el cuello de Vegeta con sus brazos:

Lo eres...

Bulma se acercó a su boca y le dio un beso lento pero dulce, luego se apartó un poco y quitó la camiseta que él llevaba puesta, colocó una de sus manos en el pecho y la otra en su mejilla y dijo:

Pero eres el idiota que amo, de eso no tengas la menor duda...

Vegeta la miro y una pequeña sonrisa se asomó a su boca.

Comenzo a desabrochar lentamente el pantalón y él hizo lo mismo con ella, la acerco de nuevo y la besó, esta vez con pasión reprimida, a lo que ella respondió de igual manera, estaban hambrientos uno del otro y al parecer este era el momento perfecto para saciar sus ansias.

Caricias y besos se entregaban el uno al otro sumergidos en aquel manantial, único testigo de la pasión que desbordaban, dos almas unidas por el amor infinito y el deseo incontenible por el otro.
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Cuando todo terminó se habían acercado a la orilla y recostados contra una gran piedra, Vegeta abrazaba a Bulma y ella descansaba en el pecho de su amado, sólo el latido de sus corazones, el ruido del agua correr y el viento en los árboles se escuchaba en aquel paraje.

-Ahora entiendo porque le dijiste a Goku que nos veríamos en un par de horas...

-Aún así no es suficiente para mi... te quiero así para siempre... -dijo Vegeta-

-Esa idea no me disgusta en lo absoluto -dijo ella sonriendo- ...Sin embargo tenemos que volver... debemos prepararnos para el torneo.

Vegeta acariciaba de nuevo la marca fresca que había hecho en el mismo lugar, como para cerciorarse que nadie la pudiese borrar. Tomó la mano que había besado Zamasu y como por instinto la besó, como queriendo borrar cualquier rastro que aquel sujeto hubiera dejado en su piel.

Bulma entendió perfectamente aquellos gestos, sabía que los saiyajin actuaban con instinto y que eran una raza muy posesiva, pero también leal y honorable, así que le permitió hacerlo.

También debería marcarte, -dijo Bulma en tono bromista- vi como te miraban esas chicas en la universidad... Te quiero para mi nada más!

Vegeta la tomó con cuidado y la sentó a horcajadas sobre él.

-Oyee... - dijo Bulma

-Solo... hazlo!

-Qué?

Bulma lo observaba con duda, en serio queria que lo hiciera?

Vegeta la acerco a él y la besó, ella se sonrojo y luego escuchó en su oido de nuevo:

-Hazlo mujer...

Bulma se acercó al pecho de Vegeta y comenzó dando pequeños besos sobre los músculos de éste, llegando cerca al hombro donde ella sólo le da una fuerte mordida, él cierra los ojos un momento y luego la mira con una pequeña sonrisa, una ceja arqueada y dice:

-Feliz?

-Si, -dijo ella-  lo soy...

Entonces, yo también lo soy...

Tomándola de nuevo en sus brazos la besó apasionadamente para comenzar a amarse de nuevo...

Un Ser Poderoso! (vegebul) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora