2. Normal

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Tony me había traído a la escuela el primer día, insistió que sería una increíble entrada además de que él aprovecharía para hablar con la directora acerca del programa que ofrecería. Debo decir que fue exactamente como lo dijo, mientras caminábamos por la entrada, todo el mundo volteaba a vernos, cuchicheaban y tomaban fotos, algunos incluso se acercaron a pedir fotos con mi hermano y yo me escabullí, la verdad no quería tanta atención el primer día.

Caminé cabizbaja al primer lugar que encontré, que para mi suerte fue un salón vacío. Al cerrar la puerta solté aire y me di la vuelta, entonces noté que no estaba vacío.
—Oh lo siento, no sabía que...— me intenté disculpar con el chico que estaba ahí pero cuando me miró, lo reconocí casi de inmediato. —Un segundo, tú eres...— no me dejo terminar.
—Peter Parker, hola.— habló un poco nervioso y se acercó a darme la mano. La estreché con un aire divertido y tenso a la vez.
—Eres el chico del museo ¿no es cierto?— pregunté obviando la respuesta.
—Así es, soy yo.— rió apenado.
—Bueno, entonces considera esto como una doble disculpa.— reímos y después la puerta nos interrumpió.
—Cass, debemos irnos.— era mi hermano, lo volteé a ver y volví mi mirada al chico; él estaba atónito, igual que todos.
—Fue un gusto Peter, me llamo Cassandra, por cierto.— sonreí y salí de ahí.

La directora me llevó personalmente a mi salón, lo cual fue un poco embarazoso. ¡Estaba obteniendo mucha más de la atención que quería en mi primer día! Y para colmo tuve que ir por mi horario, mi casillero y un par de cosas más, por lo que estaría entrando a mitad de la clase.
—Muchachos, como ya saben, hoy tenemos una increíble nueva alumna.  ¡Cassandra Stark!— comenzó a aplaudir y todos la siguieron.
—Oh no por favor, no hace falta.— reí muy apenada.
—Ay cariño, eres un ángel. ¿Por que no te sientas junto a MJ?— me indicó y señaló el asiento vacío al lado de la chica. La directora siguió hablando pero para entonces mi mente estaba demasiado aturdida. Es decir, si, estaba decidida a no ser la misma de Londres, sin embargo este inicio ya era bastante ostentoso.

Durante la clase, la chica a mi lado no hablaba demasiado así que decidí hacerle la plática.
—Así que... ¿cuál es tu verdadero nombre, MJ?— pregunté mientras hacíamos la solución.
—Solo MJ.— habló sería.
—Oh, de acuerdo.— sonreí incómoda.
—Me gusta tu sudadera.— me dijo en un tono menos hostil.
—Gracias, tengo una ligera obsesión por ellas.— reí un poco.
—Son increíbles, las mejores prendas jamás inventadas.— acordó conmigo y seguimos hablando sobre más y más cosas. Terminamos tomando juntas el almuerzo mientras me explicaba las jerarquías de la escuela. Descubrí que detrás de esa cara de odio a la vida y tono de hostilidad había una chica muy divertida y amable.

El resto del día pasó como era de esperarse, muchas chicas populares se acercaron a buscarme y una cantidad inmensa de chicos también. Intenté ser amable y linda con todos, pues eso era parte de mi nuevo mantra de vida. En la clase de física y biología me emparejaron con MJ y en química me pusieron con Peter, así como en los proyectos de otras tres materias.

—Así que Peter, dime.— estábamos caminando a los casilleros junto con Ned y MJ. Me paré en seco frente a él. —¿Acaso estás pidiendo estar conmigo o es una enorme coincidencia que estemos juntos en básicamente todos los proyectos?— llévate una ceja y puse todo mi esfuerzo en no estallar a carcajadas y mantenerme seria.
—¡No! Yo jamás haría eso, no es que no quisiera estar contigo... es decir, trabajar...— comenzó a balbucear y entonces no pude contenerme más.
—Hey, era solo una broma. Tranquilo, Ned me contó sobre... Liz— las risas cesaron cuando me di cuenta que estaba teniendo poco tacto. —Lo lamento.— me dijo que no me preocupara y que ya la había superado. Hablamos un rato más y todos quedamos en vernos en un café para hacer los proyectos que teníamos.

Han pasado dos semanas y ha sido increíble, me he adaptado muy fácil y tengo muchos amigos, sin embargo MJ se ha vuelto la mejor, tenemos un sentido del humor muy parecido y su mente nunca termina de fascinarme, me encanta que me enseña muchísimas cosas y yo puedo enseñarle muchísimas otras. Con respecto a Peter, tenemos tantas cosas en común, es un chico muy lindo, divertido, tierno y siempre sabe cómo hacerme sonreír. Ya he ido a la casa de ambos, a la de Ned y a la de otro par de chicos más, a fiestas o reuniones.
Tenía tantas ganas de poder hacer una pijamada con MJ y una tarde de películas con Peter, pero no podía llevarlos a la casa de Tony, porque
podría ponernos en riesgo a todos.

Tony estaba en su oficina haciendo un par de modificaciones y mejoras a sus trajes.
—Hola enana.— sonrió al verme entrar con dos tazas en la mano, ya era noche y sabíamos que no se iría a dormir hasta que terminara así que le llevé café. —¿Todo bien?— preguntó al ver mi cara.
—Hmmm... si, todo perfecto pero hay algo que quiero decirte.— dije algo sería después de contarle acerca de mi día. —Yo quería pedirte un departamento en Queens...— su expresión cambió de inmediato y antes de que pudiera decir algo más, hablé de nuevo. —Sé que lo arruiné en Londres pero aprendí la lección. Es solo que... sabemos que no puedo traer a nadie aquí y lo entiendo, pero yo solo quiero poder hacer pijamadas o proyectos en casa. Puedes llevar a Happy a vivir en frente, o tú mismo puedes hacerlo. Tony, yo solo quiero un poco de una vida normal.— usé mi arma secreta, la mirada de perrito. Mi hermano solo bufó y sonrió negando con la cabeza.
—De acuerdo, pulga.—

Ala rasi: cualquier cosa por ti || Peter ParkerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora