8. Enmiendos

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Han pasado un par de días desde el enfrentamiento en Berlín. Tony ya estaba mucho mejor pero jamás me dijo que fue lo qué pasó en Siberia, por su parte, Steve junto con los demás que estaban de su lado y Natasha habían desaparecido. Sabíamos que había que darle tiempo al tiempo para sanar las heridas.

En cuanto a Peter, pasábamos mucho más tiempo juntos, a veces íbamos a estudiar a mi departamento o a cenar a su casa, salimos casi todos los días de esta semana. Hoy después de descanso, teníamos clase de química, donde estábamos juntos y después iríamos a mi loft.

—¿Dónde está?— pregunte entre susurros a Ned refiriéndome a Peter, ya que el chico había desaparecido de la nada, otra vez. Ned juraba que no tenía idea pero era obvio que si.
Mientras peleábamos entre susurros, la televisión del aula se encendió con un anuncio de noticias de última hora.
—Spider Man es visto de nuevo en las calles de Queens salvando vidas.— un reportero hablaba desde la calle donde se veía al superhéroe balancearse por los edificios. Después pasó la toma de él salvando a una perra con sus cachorros de ser atropellados. Todos sonrieron y se escuchó un sonido de ternura por puras voces femeninas. Era demasiado sospechoso y claro que tenía mis suposiciones, sin en cambio gran parte de mí no quería aceptarlo.

Tuve que hacer la práctica yo sola y aunque no fue para nada difícil, era mucho trabajo para una sola persona en tan poco tiempo. Salí en cuanto entregué todo y muy molesta camine a paso acelerado a mi casillero, guardé mis libros y saqué la sudadera de Peter que me había prestado hoy. La tomé dudosa y la guardé en mi mochila para salir de ahí de inmediato.
—¡Cassie!— escuché a mi espalda, él venía corriendo. —Ey, lamento mucho haberte dejado sola, es solo que tuve una emergencia.— se disculpó.
—Descuida, me las arreglé.— dije un poco molesta.
—En verdad lo siento, déjame enmendarlo.— tomó mis manos entre las suyas y un escalofrío recorrió mi cuerpo. Sentí unos ligeros toques en cuanto entraron en contacto.
—De acuerdo.— sonreí sin poder resistirme a todo lo que Peter me hacía sentir.

Fuimos por comida china y él me llevó a uno de sus lugares favoritos de Queens; la tienda de comestibles del señor Delmar, ahí compramos palomitas y ositos de goma. Tenía la idea de que lo que sea que tuviera planeado Peter, sería increíble.
Al llegar a mi departamento comimos en el balcón, era nuestro lugar favorito y después me dijo que me pusiera cómoda para la noche de películas, así que me puse mi pijama y su sudadera que me había dado hoy.
Cuando regrese a la sala, no pude evitar conmoverme, él había puesto velas, acomodado las cobijas sobre el sofá y mezclado las palomitas con los ositos. Todas mis cosas favoritas para ver mi película favorita, Six Feet Apart.
—Espero que esto compense un poco lo qué pasó hoy.— sonrió apenado. Me acerqué sin poder ocultar mi sonrisa, lo abracé y bese su mejilla. Claramente no pensé lo que hacía hasta que me di cuenta de mis actos, sin embargo Peter no me dio tiempo para retractarme cuando me abrazó de vuelta.
—Eres increíble.— susurré y lo jalé al sofá para comenzar con la noche de películas, pues después de esta pondríamos su película favorita.

No me di cuenta en qué momento me quedé dormida pero cuando intenté acurrucarme hacía Peter, no sentí más que la tela del sofá. Cuando me desperté y lo busqué me di cuenta que no estaba pero todas sus cosas seguían aquí, probablemente había ido al baño. Después de unos minutos decidí ir a revisar y fue cuando me di cuenta de que no había nadie más que yo en el loft. Le pregunté a Friday y se limitó a decirme que él se había marchado, ordené que me mostrara las cámaras de vigilancia y entonces lo vi saltando de la ventana. Mis ojos se llenaron de lágrimas e instintivamente corrí gritando su nombre, no había ni un solo rastro de él. De pronto me di cuenta de algo y con él poco aliento que tenía le pedí a Friday que encendiera las noticias, estaba amaneciendo. Ahí estaba de nuevo. "Spider Man evita un robo y salva dos vidas." La toma del hombre araña siendo golpeado con un tubo de acero en las costillas se divisó seguida de una con ambos crimínales siendo arrestados. Un ligero quejido llegó a mis oídos y entonces lo vi en la ventana. Estaba impactada, era más claro que el agua, Peter Parker era Spider Man, aún así me acerqué un poco en shock.
—¿Eres tú?— pregunté a un bajo volumen.
—Cassie.— evidentemente se sorprendió al verme.
—¿Eres tú, Peter? ¿Eres él?— se notaba algo confundido.
—¿Cassie estás bien?— me evadió y se dio cuenta de que estaba alterada, pero ya me había limpiado las lágrimas para evitar que me viera así. Se acercó a mi dudoso y entonces ví mi oportunidad, un golpe como el que le habían dado debía dejar marca. Subí su camisa solo un poco y vi su moretón.
—Por Dios, eres tú.— solté sorprendida sin saber realmente porque. —Todo este tiempo has sido tú el que arriesga su vida por salvar a los demás, por salvarme a mi...— peleaba muy fuerte contra mi propia voluntad para contener las lágrimas. Él no debía verme llorar. Peter se acercó a mi y me abrazó tan fuertemente mientras susurraba muchos "lo siento." Cuando me separé de él, vi que sus ojos estaban un poco rojos, no pude resistirme, odiaba la situación. Lo miré directo a los ojos por unos segundos, él hizo lo mismo y entonces sentí cualquier barrera ser destruida. Mis manos tomaron su rostro con decisión y lo acerqué a mi sin dudar un poco, hasta juntar nuestros labios. De inmediato, Peter me tomó de la cintura acercándome a él. Pensé que era la forma perfecta de recompensar sus repentinas ausencias.

Ala rasi: cualquier cosa por ti || Peter ParkerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora