15. Baile

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—¿Entonces se lo quitaste? ¿Solo así sin más?— pregunté molesta.
—Cass, casi hace que esas personas mueran, entiéndelo. Había niños en ese ferry.—  se excusó.
—¡Hacía lo que podía, Tony!— grité.
—Pues no es suficiente.— fruto de vuelta.
—Si hubieras estado con él, en lugar de vaciando copas en Dubai tal vez lo hubiera sido.— solté dolida y salí de la habitación.
Recién había llegado a Estado Unidos otra vez y Ned me había dicho que Tony le había quitado el traje a Peter hace unos días. Estaba fúrica, quería ir a consolar a Peter pero él aún no sabía que yo estaba aquí, mañana sería el baile y quería sorprenderlo, darle algo bueno dentro de todo lo malo que estaba pasando. Habíamos hablado muy poco los últimos días, con todo el caos en Wakanda y al parecer el caos de aquí, apenas teníamos tiempo para responder a nuestros mensajes de texto. Estaba muy enojada con Tony, creo que fue muy egoísta de su parte el haberse ido a Dubai de vacaciones sabiendo que personas lo necesitaban, yo lo necesitaba, Peter también y bueno, Pepper también lo había aunque no lo admitiera. Sabía que él merecí un descanso pero realmente decidió desaparecer de la faz de la tierra y culpar a los demás por arreglárselas cómo pudieran sin él.

Fui a recoger mi vestido con Abby, una diseñadora que conocía desde hacía tiempo, ella diseñó algunos vestidos para mi madre, incluyendo su vestido de novia. Esta ocasión no habíamos acordado ningún diseño, pues le había dicho que me sorprendiera e hiciera lo que ella creyera mejor, le di solo un par de especificaciones como el lugar, la hora y el tipo de evento pero nada más.

Al llegar a su boutique me pidió entrar al probador y cerrar los ojos, ella me puso el vestido obligándome a no ver el resultado. Después de lo que se sintió como una eternidad pude abrir los ojos y quedé impresionada. Era una pieza strapless de satín color azul pastel, tea length y lo mejor de todo, tenía bolsillos. Al descubrirlos, la miré de inmediato y sonreí.
—Eres la mejor.— afirmé y ella me dio una mirada de aprobación.
—Lo se, linda. Lo soy.— río y salió del probador. Me sentía como una princesa, el vestido era simplemente increíble.

Después del vestido, fui a casa a arreglarme para la noche. Ondulé mi cabello y lo dejé suelto, usé una sobra azul claro en mis párpados e hice un delineado muy delgado, me puse iluminador y finalmente me puse un labial que se veía como una especie de color vino pero era muy parecido al tono de mis labios. Al escuchar el claxon tres veces, tomé mi bolso y bajé de inmediato, había logrado convencer a Happy de llevarme en limusina a recoger a Peter y luego al baile. Al llegar a su edificio, lo llamé mientras subía por el ascensor.
—Hola, linda.— sonaba desganado pero sabía que estaba sonriendo.
—Hola guapo ¿qué haces?— pregunté.
—Nada solo... esperando que llegue la comida que pedí ¿tú?— respondió.
—¿Esperas comida? ¿Qué hay del baile?— pregunté evitando su pregunta anterior.
—Cassie...— había llegado a su piso.
—No puedes no ir.— hablé seria conteniendo la emoción mientras tocaba el timbre. Me vino perfecto que estuviera esperando comida porque estaría esperando que alguien llamara a la puerta.
—¿Por qué no?— preguntó y entonces la puerta se abrió. Colgué la llamada y hablé.
—Porque no puedes faltar a nuestro primer baile juntos.— sonreí y su cara no tuvo precio, estaba boquiabierto y ocupó un par de segundos para incorporarse. —¡Sorpresa!— estiré los brazos para hacer énfasis en mi vestido pero en su lugar Peter me abrazó tan fuerte y me levantó en el aire mientras hundía su cabeza en mi pecho. Rodeé su cuello con mis brazos y lo acerqué más a mi, me perdí en su característico y delicioso olor mientras acariciaba su cabello con mis manos. Me puso devuelta en el piso pero no me soltó, ninguno de los dos se movió por un par de minutos. Era un abrazo lleno de tantas emociones que era casi imposible describirlo pero estaba segura que nadie, nunca, en ningún lugar se habría sentido como nosotros en este momento.

A los pocos minutos salimos corriendo al auto tomados de la mano, pues ser paciente no era la mejor cualidad de Happy y ya había llamado un par de veces. Peter me abrió la puerta de la limo y en cuanto entré, Happy comenzó a quejarse así que opté por cerrar la ventana que nos dividía y mientras sus gritos se ahogaban por el material de la ventana, en cuanto Peter cerró la puerta me lancé a él para besarlo de nuevo. Me respondió de inmediato y estuvimos jugando con nuestros labios un par de minutos, separándonos unas cuantas veces para tomar aire. Poco después, lo convencí de asomarnos por el sunroof y cuando el aire casi nos arruina los peinados, volvimos a los asientos rápidamente entre carcajadas.
—Lo lamento.— dije después de un rato, estábamos escuchando música viendo por las ventanillas. Yo estaba recargada en su pecho escuchando el latido de su corazón, seguramente latía con naturalidad pero yo sentía que estaba un poco más apagado de lo normal.
—¿De qué hablas?— me hizo levantarme para que estuviéramos cara a cara. Me dolía verlo así, sabía que estaba feliz por el momento, se notaba. Pero el brillo de sus ojos ya no era permanente y su sonrisa ya no era tan amplía como antes. Probablemente todas estas eran pequeñeces que solo yo percibía pero no me importó.
—El traje...— hablé más bajo.
—¿Cómo...— sabía que iba a preguntarle cómo me había enterado, pero no podía delatar a Ned, él me mataría y luego Peter a él.
—Tony.—  mentí. El solo emitió un pequeño sonido.

Llegamos al baile y Happy casi nos lanza fuera de la limusina, estábamos en las escaleras listos para entrar cuando de repente gritos comenzaron a oírse por todo el lugar, la noche que era cálida se volvió en una helada en cuestión de segundos.

Ala rasi: cualquier cosa por ti || Peter ParkerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora