4. Despertar

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—¿Así que él les pidió llegar después?— pregunté.
—Si, nos envió un mensaje diciendo que le habías pedido que lo hiciera. Pero al parecer fue idea suya para aprovechar la mañana.— río la morena —Y vaya que la aprovecharon.— estalló en carcajadas mostrándome una foto de cuando yo estaba encima de él en el piso.
—Demonios, MJ. ¿En qué momento?— le arrebaté el teléfono e inspeccione la foto y después de unos segundos, no pude contener mi sonrisa.
—Pareces tomate.— rió mi amiga aún más.
—¡Basta, llegarán pronto!— exclamé y la empujé de lado, ella no pudo más y mientras ella se doblaba de risa, yo me envié la foto. Obviamente borré toda evidencia de aquel acto.

Los chicos llegaron y nos sentamos en el suelo de la parte de arriba, al borde del balcón admirando nuestro trabajo desde ahí. Mientras reíamos de absolutamente todo, conversábamos y un par de preguntas surgieron cuándo el timbre sonó de nuevo. No tenía idea de qué podría ser, así que bajé y Peter se ofreció a acompañarme ya que estaba oscureciendo y no esperaba a nadie.
—¡Feliz loft!— exclamó Tony cuando abrí la puerta, tenía en las manos un ramo de flores, lo abracé y lo invité a pasar. MJ casi brinca desde el balcón y Ned casi se ahoga con la comida la ver la sorpresa. —Vaya, hicieron un excelente trabajo aquí.— dijo inspeccionando en lugar.
Presenté a MJ y a Ned y Tony los saludó amablemente, pero cuando Peter apareció en su campo visual, mi hermano habló de inmediato. —Hey niño.— sonrió como si ya lo conociera.
—Él es Peter.— hablé expectante y una mueca de "lo arruiné" se asomó por su cara, sin embargo se difumino casi al instante.

Después de un rato, Tony anunció que debía irse. —Oh solo vine a dejarte a Friday.— me extendió el disco duro. —Puedo venir a instalarla mañana por la noche.— se ofreció pero yo me negué.
—Lo haré yo misma, descuida.— sonreí como niña pequeña orgullosa de presumirle a su padre sus habilidades.

Lo despedimos y al poco rato MJ dijo que su madre le había llamado y debía irse, sin embargo cuando me abrazó para irse me susurró al oído —Sé lo que hiciste con la foto.— y nuevamente sentí como me ruboricé. Ned, por su parte se excusó con que tendría una prueba de robótica mañana, Sábado. Yo sabía que era mentira pero, nuevamente, solo seguí la corriente.

Solo estábamos Peter y yo, así que propuse que viéramos una película. Mientras él se ocupaba de las palomitas, yo subí a preparar el sofá con mantas y cojines para que estuviéramos cómodos.

Empezamos sentados uno al lado de otro, después incliné mi cabeza un poco hacia su hombro y él no hizo nada, luego él extendió sus brazos y yo estaba sentada sin recargarme, pues la adrenalina de la película me tenía al borde. Poco después pegué mi espalda al respaldo y sentí un ligero cosquilleo recorrer todo mi cuerpo cuando mi cuello tocó el brazo de Peter. Con el tiempo, sentía mi cuerpo relajarse  sobre el sofá, el cual habíamos acomodado como una cama, pues era más cómodo y mis párpados se hacían más y más pesados.

Sentí la luz sobre mis párpados y comencé a moverme, mis sentidos se fueron reactivando poco a poco; primero la luz, después escuché el canto de los pájaros, el olor a palomitas y colonia de hombre inundó mi nariz. Finalmente, sentí unos brazos rodeando mi cintura al abrir mis ojos, vi mi brazo rodeando un torso y sentí los latidos y la respiración del dueño. Entonces me di cuenta que era Peter, nos habíamos quedado dormidos. La sorpresa no cabía en mi, estaba impactada pues estábamos abrazados y no recuerdo haber dormido así en ningún momento. A pesar de todo, no me inmuté en moverme, sentía una felicidad inmensa recorrer mi cuerpo y mientras intentaba pensar a qué se debía eso, Peter comenzó a moverse. Sin embargo no se despertó y solo apretó su agarre a mi cintura y yo, inconscientemente hice lo mismo. Los pensamientos rondaban por mi cabeza y no tenía idea qué me estaba pasando, jamás me había sentido así.

Su respiración se volvió menos profunda y sentí como se iba despertando, entré en pánico así que solo fingí que estaba dormida. Sentí como se desconcertó demasiado, sin embargo tampoco se movió. Poco a poco fue consciente de la posición en la que estábamos y escuché un susurro —Oh por Dios.— seguido de un ligero suspiro de incredulidad. Su mano libre se acercó a mi cara tan delicadamente que todo mi cuerpo se estremeció, él quitó los mechones de cabello que cubrían mi rostro. —Debo estar soñando.— susurró Peter para sí mismo y sus dedos acariciaron mi cara con la misma delicadeza de antes, parecía que fuera de cristal. Sin pensarlo mucho, me acurruqué en su pecho y apreté mi agarre a él. Después de unos segundos él hizo lo mismo pero esta vez, con sus dos brazos. Finalmente, luego de unos minutos que no quería que acabaran, me moví como si estuviera despertándome.

—Hola.— dije con voz adormilada y sonreí apenada quitándomele de encima. —Lo siento.— me ruboricé.
—Hola, descuida.— habló con una voz ronca que me impresionó. —Te ves linda cuando duermes— dijo como si nada, lo que me tomó por sorpresa.
—Bueno, tú eres muy cómodo.— reí en respuesta y él hizo lo mismo.
Después de los coqueteos, decidimos bajar  a desayunar, yo baje primero y caí en cuenta de que no tenía absolutamente nada de comida. Al contarle a peter, rió y me dijo que él me llevaría al mejor lugar para desayunar en Queens. Tomé unos minutos para cambiarme y bajé para no hacerlo esperar demasiado.
—¿Lista, señorita Parker?— mencionó Peter y reímos, pero no pude evitar ruborizarme.

Ala rasi: cualquier cosa por ti || Peter ParkerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora