La luna de miel de Pepper y Tony duró un mes, durante el que yo estuve en el complejo todo el tiempo aunque mi hermano me había pedido quedarme en la cabaña. Pero fue muy conveniente porque pude ayudar a Bruce con los avances de la investigación en lo de mi ADN, y aunque no llegamos a una conclusión muy precisa, él me dio un par de medicinas que me ayudarían a mantenerme estable mientras seguía buscando una solución más permanente.
Cuando terminé con los análisis del día, fui a la pista donde mi hermano y su esposa llegarían. En cuanto bajaron del avión, Pepper corrió a abrazarme, eufórica.
—También te extrañé.— dije extrañada, porque ella no solía ser tan emocional.
—Lo siento, son las hormonas.— rió limpiándose las lágrimas.
—¿Hormonas?— pregunté confundida. Tony llegó con nosotros y me dieron una pequeña caja, no me dejaron decir nada más e insistieron en que solo la abriera. Quité la caja y había un portarretratos con una nota. "Hola tía :)" —¿Tía?— quité la notita y vi una foto de un ultrasonido. De inmediato salté y grité de la emoción, me abalancé hacía ellos y los abracé sin poder contener mi emoción. Ambos me abrazaron de vuelta y rieron, la felicidad que corría por mi ser era inmensa y por un segundo me olvidé de Peter, solo fue un microsegundo pero la culpa me atacó de inmediato, aunque lo disimulé para no quitarles su momento.Dos años después
Estaba trabajando en un almacén cerca de Queens, uno que era propiedad de Tony. Trabajaba en los planos del reactor ARC, tratando de hacer una versión mucho más pequeña e igualmente funcional, pero principalmente trataba de encontrar una forma de recuperar a los desvanecidos. Finalmente, después de muchos intentos fallidos con el reactor, gracias a mis conexiones con Wakanda, había logrado neutralizar el vibranium para mantenerlo en su forma líquida mientras sus propiedades se quedaban intactas.
Estaba por terminar la tercera simulación, lo cual iba perfectamente bien ya que no había explotado ni una sola vez, pero el ruido de la puerta abriéndose me distrajo.
—¿Cassie?— escuché la voz de May, vi la hora y maldije por lo bajo.
—¡May!—caminé hasta ella y nos saludamos con un abrazo. —Perdóname, estaba segura de que no teníamos planes hoy.— solíamos comer juntas cada miércoles.
—Descuida, linda, no los teníamos. Solo quise pasar a verte... MJ dice que pasas mucho tiempo aquí.— ella examinó el entorno.
—Si, eso creo.— dije con volumen bajo.
—Ven, vamos a caminar.— tomé mi bolso y salimos, eran cerca de las cinco de la tarde y el aire freso que corría era relajante. May me llevó hasta el enorme parque con las miles de placas, las cuales estaban grabadas con el nombre de los que se habían desvanecido. —Vienes seguido ¿no es cierto?— preguntó cautelosa.
—Todos los días.— confesé, no pensaba mentirle a ella también.
—Cass, tus amigos están preocupados por ti, yo estoy preocupada por ti.— me miró a los ojos. —No puedes dejar que tu vida pase sin darte cuenta, no es lo que él hubiera querido.— susurró lo último, sabiendo lo mucho que iba a dolerme.
—Estoy bien, May.— fue lo único que dije.
—Cassie...— empezó.
—No puedo renunciar.— dije finalmente —Si dejo de intentarlo, entonces no quedará nadie intentando traerlos de vuelta.— exclamé desesperada mientras las lágrimas corrían por mis mejillas. —Si renuncio a buscar eso, estaría renunciando a Peter.— el nudo en mi garganta apenas me dejaba hablar. May solo me abrazó y lloró conmigo mientras intentaba consolarme.
—No te engañes a ti misma, desde que se fue apenas te has dado tiempo de sufrir su pérdida.— mencionó. —Debes dejar de trabajar tanto, dolerá como un maldito infierno y habrá días que creerás que no puedes más pero no estarás sola, cariño.— acariciaba mi cabeza. —Prométeme que lo intentarás.— dijo ella y yo solo asentí.
—Lo prometo.— me separé de ella y me dio una sonrisa forzada para después abrazarme de nuevo.Esta mañana dejé el almacén después de mucho tiempo, tomé el proyecto del reactor y dejé el resto ahí. Conduje hasta el complejo de los vengadores y fui directo a buscar a Bruce.
—Encontré la solución.— exclamé cuando lo vi en la sala de juntas con Steve. —Dios, pero ¿qué te hiciste?— dije al ver que era una mezcla de Hulk y Bruce Banner.
—¡Oh, vamos!— exclamó y Steve estalló a carcajadas. —Silencio, cap. ¿Solución de qué?— se volvió hacía mí y entonces entré para explicarle todo lo que había hecho con el vibranium. Todos fuimos al laboratorio a hacer una simulación y entonces Bruce quedó sorprendido al ver que funcionaba. Después de un par de horas, finalmente Bruce cedió a ayudarme e inyectarme el vibranium. Se suponía que esto sustituiría el poder que mi ADN obtenía de las gemas y podría volver a vivir mi vida como antes, pues desde que las gemas habían sido destruidas, mis poderes habían desaparecido, al igual que mi bienestar en general, pasaba mucho tiempo en el área médica del complejo, desmayada o a punto de morir.—¿Estás segura de esto?— preguntó Bruce de nuevo, yo asentí y Steve prosiguió a inyectarme, de inmediato en mis brazos aparecieron una especie de rayos.
—Si muero, quiero que sepan que volveré solo para molestarlos por el resto de la eternidad.— advertí y comencé a sentir un frío horrible recorrer todo mi cuerpo. El dolor era insoportable y sentía que en cualquier momento me desvanecería, escuchaba los gritos de Steve, Nat y Bruce pero no podía distinguir lo que decían. —No digan que no se los advertí.— susurré y todo se volvió negro.
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Ala rasi: cualquier cosa por ti || Peter Parker
Fiksi Penggemar-Yo haría cualquier cosa por ti, Cassandra Stark.-sonrió Peter mientras acunaba mi rostro entre sus suaves manos para después depositar un casto beso en mis labios. Esta historia es original, sin embargo tiene bases en las películas de Marvel:aveng...