Ala rasi: cualquier cosa por ti || Peter Parker

7. Perderte

Desperté en una fría habitación de hospital, estaba conectada a una máquina de oxígeno. Al buscar a mi hermano me di cuenta que no había nadie conmigo, empecé a alterarme y los calambres en mis manos se hicieron presentes, me di cuenta que las tenía vendadas. Una alarma salía del motor a mi lado y entró corriendo una mujer vestida de blanco.
—Cassandra ¿verdad?— la miré asustada. —Escucha cariño, necesito qué respires lentamente, el señor Stark vendrá en un minuto.— me tranquilicé un poco al escuchar la voz de mi hermano.
—¿Cass?— llegó corriendo y suspiró al verme despierta. —Hola, pulguita.— sonrió y se acercó a tomar mi brazo. —Está bien, estás en el hospital.— respondió mi pregunta antes de si quiera poder hacerla.
—¿Qué..?— quería saber qué había pasado ¿Habíamos ganado? Él le dio una mirada a la enfermera de que nos dejara solos y soltó una bocanada de aire.
—¿Por qué lo hiciste, Cass?— preguntó sentándose a mi lado. —Pudiste haber muerto.— su tono ya no era tan pacífico. —¡Demonios, Cassandra no tienes absolutamente nada de experiencia!— gritó y se levantó para despejarse, supongo.
—Estoy bien, Tony.— dije seria. —Me necesitabas.— solté y se volteó incrédulo.
—¡Jamás te pedí que arriesgaras tu vida así!— exclamó enojado, su semblante reflejaba tanta desesperación y confusión a la vez. —Pude perderte.— esbozó y dejó salir la verdadera emoción detrás de todo.
—Lo siento.— mencioné suavemente y él me encaró de nuevo. —Pero ¿alguna vez consideraste todas las veces que yo pude perderte?— entendía su preocupación pero él estaba siendo algo egoísta.

Tony nos envió a Visión, Don, el chico araña y a mí de vuelta a Estados Unidos. Él iría con el secretario Ross, ya que el resto del equipo de Steve estaba en una prisión en medio del océano. Don se había lastimado gravemente un par de vértebras ya que según lo que me dijeron, cayó del cielo sin energía alguna en su traje.

—Hola, creo que no nos han presentado, soy Spider Man.— aún tenía su traje puesto. Le di una mirada rápida y una sonrisa forzada. No quería estar ahí, el saber qué Steve se había escapado con Barnes me tenía muy molesta ya que estuve a nada de evitarlo.
—Cassandra, yo no soy una súper.— dije desilusionada.
—¿De qué hablas? ¿Y todas esas máquinas que hiciste explotar mientras estabas incosciente?— preguntó incrédulo. Estoy segura que mi cara fue bastante expresiva por lo que el chico siguió hablando. —Mientras estabas inconsciente se sobrecargaron tres máquinas a las que estabas conectada, pensaron que era un falso en alguna conexión de la habitación así que te cambiaron y pasó de nuevo.—

No entendía nada. De pronto algo hizo click en mi cabeza, recordé que cuando Wanda me lazó contra la pared antes de escaparse con Clint, Visión intentó detenerla y los poderes de ambos se concentraron en mí. Después fui a estallar contra la lámpara y sentí la electricidad recorrer todo mi cuerpo. ¿Será posible que..? ¿Acaso tenía poderes? ¿Tony lo sabía? ¿Eso significaba que ahora podría..? Eran muchas las preguntas que llegaban a mi mente.

Conversé un rato más con el chico y debo admitir que era algo raro hablar con él porque todos conocíamos los rostros detrás de cada una de las máscaras del equipo, sin embargo era bastante agradable. Me recordaba mucho a Peter y mientras Spider Man contaba un terrible chiste, me imaginé lo bien que se llevarían.

De repente, recordé que había lanzado un rastreador al quinjet de Steve, por lo que aproveché que todos estaban dormidos y fui a la computadora del avión para buscar la ubicación. En cuanto la conseguí, pedí a Friday la ubicación de Tony y me di cuenta que él ya se había adelantado. Él ya estaba en el misma lugar que Steve. No pensé dos veces y supe que tenía que ir, agradecí que siempre hubiera un traje de emergencia en todos los medios de transporte personales de Tony, en cuanto lo encontré activé el comando de escape.
—Señorita Stark, a su hermano no le gustará para nada todo esto.— escuché a Friday por el comunicador.
—Si tu no le dices, yo tampoco.— dije y solté una risita al ver que era un comentario digno de un Stark.

Al llegar al punto, me cuenta de que no solo había una nave. Me acerqué y al ver la clase de tecnología en esta, supe que T'achala también estaba aquí. Escuché golpes de metal seguidos de una pequeña explosión y después un arma, corrí y me encontré con T'achala en su traje tomando a un hombre por el cuello.
—¿Stark?— exclamó con sorpresa al verme en frente de él y al descubrir mi cara, su sorpresa se multiplico.
—Su alteza.— hice una rápida reverencia.
—Del otro lado, bajo la escotilla.— indicó sabiendo a quién buscaba y me fui de inmediato.

Los golpes se escuchaban cada vez más cerca, la neblina hacía muy difícil ver pero cuando estuve lo suficientemente cerca, lo primero que vi fue a mi hermano en el piso con el escudo del Capitán clavado en su pecho, justo en el reactor. Steve se levantó con dificultad pero se las arregló para poner su mano en el aire como si pensara enterrarlo más, todo pasaba tan rápido. El pánico inundó todo mi ser, aún así lancé un rayo de pulso a Rogers.
—¡Quítale tus manos de encima!— grité haciéndolo impactar con la pared. Corrí a mi hermano y le quité el escudo de encima, la luz del reactor era parpadeante. Analizaba sus signos vitales, eran resistentes pero se debilitarían pronto.
—El escudo no te pertenece, es una creación de mi padre.— habló tratando de disimular su dificultad para hacerlo y entones vi a Steve alejándose con Barnes, quien ya no tenía su brazo de metal. —No lo mereces.— dijo con tanto dolor en su voz. El vibranio azotó con el piso haciéndolo vibrar un poco, el soldado ni siquiera se molestó en mirar atrás. Cuando volví la vista a Tony, sus ojos se estaban cerrando.
—¡No! ¡Tony, quédate conmigo!—